Viernes, 17 Junio 2016

EPOPTEYA FUE EL TÍTULO ORIGINAL DEL LIBRO QUE JUAN ESCRIBIÓ PARA QUE LA HUMANIDAD SEPA COMO LLEGAR A DIOS Y QUE LA IGLESIA DE ROMA REBAUTIZÓ COMO APOCALIPSIS PARA ESCONDER SU GENUINO MENSAJE RECONCILIATORIO.

El mensaje crístico del Maestro Jesús fue condensado en el seno de su iglesia primigenia con la dirección de María de Betania y de Juan, su hermano de iniciación y discípulo amado, mensaje de carácter mistérico y que bajo el nombre de la Ekklesia Gnóstica, subsiste hasta ahora en su forma moderna de Masonería de San Juan.

La calidad mistérica de su enseñanza fue divulgada por la gnosis innegable de Jesús y señalada no sólo por los escritos de Juan, sino precisamente, con y en el contexto de los otros evangelios, los llamados "sinópticos" por narrar los mismos hechos y los que sí cuentan con el total respaldo de la curia romana desde su inclusión en el canon bíblico en el fallido Concilio de Nicea del año 325.

En el discutido evangelio de Mateo, se da cuenta que Jesús explica la razón de las parábolas diciendo “no ha todos les es dado conocer los Misterios del Reino de los Cielos” (Mt 13:11), dejando claramente establecido que él está revelando los misterios como la temática fundamental de su prédica.

Las religiones mistéricas que luego se convirtieron en escuelas de misterios, poseen en el desarrollo de sus rituales una secuencia de visiones, propias a la naturaleza sacramental de sus actos, que se denomina Epopteya y que alude a la visión de los mystos o recipiendarios durante la ceremonia de iniciación. Esta revelación que se presenta como venida de lo alto es recibida para el cambio necesario de actitud en la vida, pasando así de una condición de muerto o profano a otra de renacido o iniciado.

Epopteya es en buena cuenta el mensaje escondido de cambio justo y necesario para la reconciliación del hombre con los asuntos espirituales que le compete, con la sanación de su cuerpo corrupto por los pecados o desacatos a la ley.

Para la gnosis es en el pensamiento donde reside lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo y el hombre cuando llega a distinguir entre los dos y observa la Ley Divina trasciende su condición de mortal y en los límites del  sistema solar.

EPOPTEYA ES EL MENSAJE DEL CAMBIO JUSTO Y NECESARIO PARA LA RECONCILIACIÓN DEL HOMBRE CON LOS ASUNTOS ESPIRITUALES QUE LE COMPETEN PARA SU EVOLUCION

A la Gnosis de Jesús como religión o escuela mistérica se accede a través de la iniciación y por previa selección “Vosotros no me escogieron yo os elegí a vosotros” (Jn.15.16). El evangelio de Juan enseña cómo es que Dios viene al hombre y en su Epopteya nos indica como el hombre puede trascender mejorando su actitud con amor y servicio para  llegar a Dios.

El simbolismo usado por Juan en su Epopteya es de muy difícil elucidación para aquellos que no son iniciados en sus misterios.

Pastores y sacerdotes de las diversas ramas de las religiones judeo-cristianas poco o nada saben sobre esto y todas sus conclusiones en el tema son sólo hipótesis negadas y llenas de una poderosa carga emocional instintiva e inconsciente.

Juan para abordar el aspecto etérico espiritual del ser humano usa la figura de las iglesias para representar a los centros energéticos o chakras y los ángeles de dichos chakras son los electrones activos por el espíritu que animan a ese cuerpo.

Cada iglesia es un chakra y la referencia que expone Juan para definirlos es muy puntual, en particular, para los iniciados. Por ejemplo para referirse al chakra sexual usa la figura de la ciudad de Efeso donde fue célebre el culto a Artemisa diosa de la fertilidad. La iglesia de Pérgamo que representa al plexo solar le llama la espada de dos filos, haciendo alusión a la doble posible conexión etérica de este centro, bien con el bazo y la vitalidad o con el hígado y sus pasiones. Tiátira, pequeña ciudad turca que ahora se llama Akhisar, fue célebre en aquel tiempo por el tinte púrpura que sus artesanos lograron producir con el uso de una raíz en reemplazo del típico molusco. Tiatira alude al corazón y es el centro o chakra cardiaco, el equilibrio de la fuerza, ”tres arriba en el cielo y tres abajo en la tierra y estos son correspondientes”. (1Jn.5:7). Sardis fue otra ciudad célebre por sus piedritas color salmón en forma de glotis y de allí su asociación con el chakra laríngeo.

Cada ciudad escogida por Juan tuvo una particularidad especial para que fuese fácilmente reconocida por los estudiantes de la Gnosis.

En el capítulo 4 Juan explica la visión del iniciado o cordero frente a su realidad espiritual y material. Escribe sobre 4 seres vivientes que tienen apariencia de león, becerro, águila y hombre y cada uno con seis alas y muchos ojos por dentro y por fuera.  El apelar al uso del número 4 nos revela que la forma se compone de los cuatro elementos clásicos a saber fuego o león, aire o águila, agua u hombre y becerro o tierra.

Las seis alas simbólicas de cada uno son los sentidos humanos, los cinco conocidos y el sexto del divino privilegio de pensar por desarrollarse. El número 9 es la humanidad y a veces se consigue por la reducción o suma de los dígitos componentes como por ejemplo la bestia, dice Juan, tiene número de hombre y su número es 666. Según la fórmula de reducción 6+6+6=18, de donde 1+8=9.

666 es también la suma numérica de la palabra “he phren” que significa en griego mente inferior. Entonces es la mente inferior llena de apegos, deseos o lujurias, la que bestializa al ser humano alejándolo de los valores positivos y de sus responsabilidades para consigo mismo, con sus semejantes y con Dios, entendiendo que son el Amor y el Servicio lo que distingue al ser humano pensante.

LOS 144,000 QUE ESPERAN SER SALVOS, SON LOS MINUTOS DE UN DIA COMPLETO DE 24 HORAS, COMO SIMBOLO QUE LA CAUSA Y EL EFECTO SON LAS RAZONES POR LAS QUE EL AMOR Y EL SERVICIO SERAN PREEMINENTES SOBRE LAS  ORACIONES Y LOS GOLPES DE PECHO.

La bestia engaña al hombre y le hace creer que piensa cuando este busca respuestas a problemas nuevos sin percatarse que sólo evoca respuestas del pasado acumuladas en la memoria.

Pensar significa Meditar, esto es, direccionar la mente a voluntad para la elaboración del recto pensar y dar solución a nobles ideales. Los nobles ideales no son las cosas urgentes del día a día.  El uso adecuado del divino privilegio de pensar otorga al ser humano el sentido común que es a todas luces el menos común de los sentidos.

El despertar hacia la evolución espiritual comienza en el corazón al abrirse el primer sello con el caballo blanco de la vida que ayudará en la conquista del corazón central para la transmutación de lo que contamina al hombre “del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez, todas estas maldades de dentro salen” (Mc 7:21s)

Juan explica en su primera epístola que todas estas iniquidades no provienen del Padre sino del mundo y su príncipe (1Jn.2:16) a quien el Cristo liberó por cuanto el príncipe de este mundo ya fue juzgado” (Jn.16:11)

La Epopteya, más conocida como Apocalipsis, es pues el relato simbólico de las luchas que el iniciado en el camino de la evolución espiritual debe sortear contra los enemigos clásicos representados por Judas o la ambición, Caifás o la ignorancia y Pilatos o la hipocresía.

A ellos hay que combatir con el auxilio de la Gnosis del Maestro, la que nos hará libres del sacrificio inútil de la crucifixión en la cruz material de nuestro cuerpo y sus apegos, que nos permitirá portar las nuevas vestiduras blancas, como los cátaros, a la sombra de María, Nuestra Dama, Nuestra Madre Negra, color de la sabiduría, de la fuente de la Verdad revelada por el primero entre sus iguales Jesús, el Maestro entre los Maestros.