Viernes, 17 Junio 2016

UN HITO EN LA HISTORIA DE LA MASONERIA PERUANA

GG:. MM:. Arturo Rivera del Piélago y Licia chuecas rivasTodo masón, mediamente leído, sabe que la Tradición de la Orden persevera sólo a través del cumplimiento irrestricto de la Regular y Debida Sucesión, la que en su práctica incluye a todos los otros preceptos base de la filosofía y praxis de la Masonería Mundial.

La Regular y Debida Sucesión es la expresión evidente del espíritu libre, fraterno e igualitario, de cada cófrade, que se expresa según sea la norma escrita de su respectiva Jurisdicción, o en elecciones de Gran Asamblea o en sufragio universal y siempre bajo la supervisión de un organismo competente debidamente elegido previamente, por los miembros hábiles de dicha fraternidad para tal fin.

(En la foto de la izquierda, la M:.R:.H:. Licia Chuecas Velásquez, entrega la credencial que acredita como Gr:. M:. Emérito de la M:.R:.Gr:. Log:. Mixta del Perú, al M:.R:.H:. Aruro Rivera del Piélago.)

Es a este proceso de selección del sucesor que la Masonería denomina Debidamente Elegido.

Concluido el proceso de elección quien haya sido señalado como el legítimo sucesor será debidamente proclamado por el organismo competente y asumirá el cargo de Gran Maestro, después de ser consagrado como tal en una ceremonia ritual y privada. A esto la Masonería le denomina Regularmente Instalado.

  Sin estos pre-requisitos, la sucesión masónica es nula y viciada, dicho en términos propios es IRREGULAR.

Aunque parezca mentira sin embargo, en un punto geométrico conocido o lugar geográfico del mundo llamado Perú, entre Febrero y Mayo de 1998, sucedió precisamente un COMPLOT PROFANO E IRREGULAR contra la Masonería Peruana y que nunca debió suceder en el seno de este tipo de fraternidades que, por definición, debieran estar a la vanguardia de la evolución humana y mucho peor aún, que fuera ejecutada, precisamente, por miembros de su número y auspiciada por tres ex miembros expulsados o IRRADIADOS por actos sucesivos de inconducta.

Los detalles de este complot debidamente documentado está desarrollado en el libro titulado LA DECADA DECADENTE, escrito por un notable masón peruano el M:.R:.H:. Javier Agüero Vega, autor de reconocido prestigio entre los masones de una y otra tendencia, quien de manera pedagógica introduce al lector, masón o profano, en la problemática de la Masonería peruana desde su origen sumiso en Marzo de 1882, y en favor de los intereses económicos extranjeros que dominaban al Perú en ese momento, los que continuando a través de los años, desembocaron en el cisma de 1998.

 El M:.R:.H:. Arturo Rivera del Piélago fue el último Gr:. M:. debidamente elegido y regularmente instalado en el seno de la otrora Gran Logia del Perú, para el período comprendido entre Marzo de 1996 a Marzo de 1998.

Por otro lado, la historia señala que el M:. R:. H:. Ricardo Noriega Salaverry, debidamente elegido para la Gran Logia del Perú (segundo período) Gr:.M:. para el período 1998-2000, no pudo ser regularmente instalado por un violento asalto al Gr:. Temp:. perpetrado por HH:. francmasones llamados, simbólicamente, profanos con mandil.  Más grave aún que el acto delincuencial del asalto al templo, fue la perpetración del delito de usurpación fabricado contra la legislación masónica que exige a sus miembros ventilar sus diferendos dentro del seno de la institución. Los tres irradiados, perjuros por naturaleza, acudieron a la justicia profana y consiguieron una sentencia profana favorable para el nombramiento de un Curador, figura negada en Masonería.

El Curador fue nombrado a dedo por  aquellos tres irradiados y ratificado por una sentencia emanada por un juez profano y juramentado como tal el 5 de Mayo de 1998, fecha de triste recordación para los genuinos masones peruanos quienes vieron en ese día, la destrucción de 116 años de la Masonería Peruana, conflictiva y sumisa, pero respetuosa de los usos de la Tradición.

Hoy ya ni eso tienen los usurpadores de las instalaciones de la otrora Gran Logia del Perú, quienes ilusa e ignorantemente se autoproclaman como regulares, sin saber o entender que son ellos, precisamente, los únicos IRREGULARES al haber convertido en Presidentes de la Asociación Profana de Masones a quien fuera nombrado Curador y sus sucesores.

La legitimidad masónica del Curador se hubiese dado si es que hubiese recibido el Mallete Regulador, como símbolo del poder, de manos de quien lo detentaba como último Gran Maestro Debidamente Elegido y Regularmente Instalado, el M:.R:.H:. Arturo Rivera del Piélago. Pero ese hecho no se dio y en consecuencia, gústeles o no, aquellos son los grandes irregulares y lo que es más grave y lesivo a la razón, es que quien instaló al Curador fue un profano e irradiado. Profanos jugando a hermanos.

La razón principal de esta nota no es el hecho de la triste recordación del 5 de Mayo de 1998, por el contrario, llama poderosamente nuestra atención el acto pujante, valiente e histórico, que rectifica un hito de la Historia Masónica mal contada y que pone de relieve nuevamente a la Tradición Masónica, la de los masones operativos previos a 1717 y que para enojo de los (aún quedan) machistas masones peruanos, ha sido construido por la primera y única mujer Gran Maestro en el país, la M:. R:.H:. Licia Chuecas Velásquez.

Es un secreto a voces que la verdadera razón oculta del golpe contra la otrora Gran Logia del Perú en 1998, fue que tanto Arturo Rivera del Piélago y Ricardo Noriega Salaverry, consideraban de imperiosa necesidad la inclusión de la mujer peruana en la Orden Masónica, como camino para contrarrestar los intentos de la masonería chilena por invadir el territorio nacional; rectificando además y de una vez por todas, la impasible actitud de los francmasonería peruana, a todas luces dogmática y más que discreta que lucía como cómplice de la inminente invasión ad puertas.

El Gr:. M:. Arturo Rivera, sabía que era necesario compartir estas inquietudes con los hermanos de las logias peruanas, a nivel nacional y alertarlos del peligro inminente al que estaba expuesto nuestro territorio si no se hacían los cambios necesario en la percepción e interpretación de la historia del Perú y del origen de la fundación de la Gran Logia en nuestra patria.

Esto implicaba analizar de manera inteligente y con mucho sentido común la actuación de Inglaterra en la campaña de la Guerra con Chile, así como la actuación pormenorizada de muchos masones de aquellos años de dominación, tiempo en el cual se funda la Gran Logia del Perú con la ayuda y complicidad de los coroneles chilenos de ocupación.

El Gr:. M:. Arturo Rivera del Piélago consideró que una buena motivación era traer al Perú a las "Estrellas de Oriente", Orden para-masónica conocida por sus siglas en ingles "O. E. S." (Order of the Eastern Star) que es una organización afín a la masonería, formada por maestros masones activos y mujeres con parentesco masónico, quienes obtienen instrucción basados en los principios masónicos, valiosísima oportunidad para que los masones compartan adecuadamente sus experiencias y conocimientos aprendidos en las logias.

Fueron los francmasones peruanos de visión pro chilena, quienes sabiendo que no era bueno el crecimiento e independencia de la masonería peruana, quienes fraguaron el complot detallado en el libro "La Década Decadente" para impedir que se le cortaran las alas a la invasión territorial auspiciada por sus pares de la Masonería Mixta Chilena.

Ser patriota no es ser chauvinista, ser patriota es saber equidistar las relaciones de nuestra Nación con la demás del orbe y en armónico equilibrio, no haciendo a otros lo que no queremos que se nos hagan ni permitiendo que se nos haga lo que no somos capaces de hacer. Entonces el asunto era muy simple, ¿Debería dejarse que la Gran Logia Mixta de Chile invada nuestro territorio? La respuesta no se hizo esperar y fue un rotundo no, pero con ello se propicio el golpe a la Tradición Masónica Peruana con el asalto al templo y el nombramiento profano del Curador y sus sucesores.

Por ello y en Ceremonia que la enaltece, la Gran Maestra de la Gran Logia Mixta del Perú, la M:.R:.H:. Licia Chuecas Velásquez  reconociendo la obra y la lucha del M:.R:.H:. Arturo Rivera del Piélago, procedió a proclamarlo  y, en su presencia, la noche del Martes 16 de Febrero, como Gran Maestro Emérito de la Gran Logia Mixta del Perú, Masonería de San Juan, habiendo sido inscrito en la prelación de Grandes Maestros y su foto será debidamente instalada en la Galería de los Grandes Maestros de la Jurisdicción.

Es por la capacidad de síntesis, de resolución y de voluntad de acción, que demuestran las mujeres peruanas en muchas de sus obras que algunos masones recusan aún la activa participación de las mujeres en la Orden, porque temen, en su mediocridad, a ser justamente desplazados.

Fueron profanos con mandil quienes socavaron la Masonería Peruana y es una dilecta hermana, preclara y primera entre sus iguales, quien rectifica la historia. Esto es historia que hace historia.