Viernes, 17 Junio 2016

La primera vez que se celebró el Día Internacional de la Mujer fue el 19 de marzo 1911 y solo se unieron Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Este año, en consecuencia, se celebra su primer centenario.

Aquel 19 de marzo de 1911, un millón de mujeres se manifestaron en esa ocasión para exigir los derechos femeninos orientados a mejorar las condiciones de trabajo, el derecho al voto y a ocupar cargos públicos.

Este año el tema oficial de ONU MUJERES por del Día Internacional de la Mujer 2011 es

«Camino hacia el trabajo decente para la mujer con igualdad de acceso a la educación, la capacitación, la ciencia y la tecnología ».

La directora ejecutiva de ONU MUJERES recuerda que “hace cien años atrás, solo en dos países las mujeres podían votar. Hoy, ese derecho es prácticamente universal y las mujeres son elegidas para conducir gobiernos en cada uno de los continentes; sin embargo, pese a los progresos alcanzados en el último siglo, las esperanzas de igualdad están lejos de verse realizadas porque las niñas todavía tienen menos probabilidades de ir a la escuela que los varones y en el mundo cada 90 segundos todos los días, una mujer muere durante el embarazo o debido a complicaciones con el parto”.

La sociedad androcentrista siempre ha negado los derechos básicos de la mujer desde su paridad con el hombre hasta el hecho de tener alma.

El Génesis, primer libro de la Biblia lo dice textualmente: “y Dios creó al hombre, a su imagen y semejanza lo creo: varón y hembra lo creo” (Gen. 1:26)

Este enunciado fue olvidado por los usuarios de la Biblia y así recién en el Concilio de Trento de 1536, los obispos de la iglesia católica aceptaron que la mujer tenía alma.

Hoy se dice que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre pero esto no es cierto, toda vez que en U.S.A. y Europa a la mujer se le pago sólo el 60% de lo que un hombre gana por hacer el mismo trabajo.

Desde siempre hay mujeres que han destacado notablemente entre ellas la astrónoma y matemática Hipatia de Alejandría, la constructora Sabine de Pierrefonds, la luchadora social Flora Tristán, poetisas y compositoras como Alfonsina Storny  o Chabuca Granda, y otras muchas, muchísimas  más.

No entender la igualdad de la mujer es negarse a participar de un mundo armónico y complementario. Es impedir que más de la mitad de la población mundial no esté incursa en el proceso de evolución.

Es urgente que la mujer de hoy entienda que su sumisión silente es el peor aliado de este desarraigo. Ya es tiempo que no sólo eleve su voz y rechace el maltrato sino que enseñe con su ejemplo y conducta a los que le siguen que la mujer no nació sólo para servir sino también para ser servida.

La educación en el hogar es fundamental para que niños y niñas entiendan que la igualdad de derechos entre hombres y mujeres no es un beneficio de las sociedades sino un privilegio de su origen igualitario y divino.

La mujer debe tener siempre presente la Ley de Oro del Maestro Jesús, aquella que dice: No hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo pero no permitas que te hagan lo que tú no eres capaz de hacer.

M:.R:.H:. LICIA CHUECAS VELASQUEZ

GRAN MAESTRA DE MASONES DE SAN JUAN