A principios de este año La Gran Maestría organizó la primera jornada de apoyo a los niños del Hogar Santa Marta en Manchay. En esa oportunidad se les llevo dulces, refrescos y también bicicletas, patinetes y pelotas.
Nuevamente la Gran Maestría patrocino otra cruzada de apoyo a los niños, porque cada vez que se comparte con los niños, queda en el corazón de cada visitante una agradable sensación de bienestar y una sólida esperanza de retornar. A veces pasa el tiempo y no se regresa, pero en esta oportunidad y fiel a su compromiso de visitarlos por lo menos dos veces al año, la Gran Maestra colectó entre los RR:. y QQ:. HH:. y amigos cercanos a la Orden, dinero y objetos para la compra de sábanas, almohadas, polos y algunas zapatillas y zapatos. En verdad que con los niños del Hogar Santa Marta se pasa un buen momento, porque son gratos, bien educados y sobre todo, siempre muestran alegría a pesar de la adversidad y la gran dicha y fortuna de ser uno de los albergados.
Como enseña Santiago en su epístola, son las obras de servicio muestras del amor de Dios en el corazón de los humanos y la sonrisa de un niño es un premio invalorable.