Viernes, 17 Junio 2016

A.·.L.·.M.·.G.·.D.·.C.·.D.·.A.·.M.·.

Q.·.H.·. Beatriz Valdivieso Delgado (M.·.M.·.)

ExpositoraLa meditación es el medio a través del cual el ser humano puede construir el puente llamado ANTAKARANA que une el cuaternario inferior de la personalidad con la Mónada o Divina Presencia YO SOY.

Puede afirmarse que quienes practican la meditación con método, cualquiera que fuera, de manera persistente, sin impaciencia, sin temor, sin tener en cuenta el tiempo que requieran los resultados, llegarán a la meta anhelada.

El objetivo de toda Meditación de carácter esotérico es la identificación de la personalidad con el alma, de la cual aquella es el instrumento para actuar en el mundo tangible. Sin tal identificación es imposible ascender hasta identificarse con la mónada o Foco de Vida Universal.

La meditación en una forma u otra, es absolutamente necesaria para trabajar con los Maestros, pues, solo en estos momentos ellos pueden establecer contacto con nosotros. Llega un tiempo sin embargo, en que la Meditación es por así decirlo, permanente, es decir que la mente del aspirante está en todo momento abierta para recibir, sin la menor duda la impresión del Maestro. Al ser purificado no puede hacérsele nada inferior, solo La LUZ.

 

LUGAR: En un principio elegir un lugar en la casa apartado de los sitios de circulación en lo posible.

HORARIO: Mañana (mente libre y fresca) Mediodía (vida espiritual ligada al Sol) Tarde

IMPORTANTE: JAMÁS MEDITAR DE NOCHE (Somos hijos de la luz). Ni en la oscuridad. Fijar un mismo horario todos los días.

POSICIÓN: Loto. Sentado en una silla con la columna vertebral y el cuello rectos y pies en el piso.

SI ES POSIBLE: mirando el Norte. Higienizarse previamente. Vestir ropas limpias y blancas.

LECTURA PREVIA: corto párrafo de un texto espiritual, si no se hace a la mañana, al levantarse.

PROTECCIÓN DE LUZ: MANTO ELECTRÓNICO, para evitar interferencias Del Plano Astral, de otras mentes y para alejar cualquier influencia negativa Decreto:

Me envuelvo en el manto electrónico de la divina presencia, el cual me aísla y me protege de todo lo que no sea la perfección, cierro las puertas de mi aura y del astral a las creaciones humanas in armoniosas y a cualquier perturbación de planos inferiores”.

Se forma entonces, como un campo magnéticos de energía radiante, muy beneficioso. Si no te es posible visualizar la luz con claridad, simplemente lo piensas con sentimiento y fe.

RESPIRACIÓN (O PRANAYAMA): de ella depende el que fluya correcta o incorrectamente la energía de Dios en nosotros.

PURIFICACIÓN, según recomiendan los Amados Maestros.

Realizamos esta actividad con respiración de 4 tiempos de igual duración (el tiempo que resulte cómodo)

Debe realizarse 4 veces, una por cada una de los vehículos inferiores purificando el cuerpo físico, etérico, emocional y mental inferior.

  • En la inhalación, recoger toda la energía distorsionada de los vehículos inferiores.
  • Durante la retención (dentro de los pulmones), llevar esta energía mal calificada a La Llama Triple del Corazón para allí purificarla.
  • En la exhalación, extraer la energía ya purificada de la Llama Triple, devolverla transmutada a su lugar de origen.
  • Y en la 2º retención (pulmones sin aire) proyectar expandiendo mentalmente (irradiar) esa perfección lograda hacia toda la humanidad.

Control de la respiración: el método más simple y más sencillo para controlar es simplemente observarla.

 

Por este método la respiración se hace más prolongada y más calmada. Al inhalar el aliento produce el sonido “SO” y cuando exhalamos el sonido “HAM” que significa EL y YO, es decir, “DIOS SOY YO” y así concientemente, recitamos el Mantra “SO HAM”, para desarrollar en cada respiración la FE sublime que somos Dios.

 

RELAJACION

Como primer paso, reconocemos una sola presencia y un solo poder: Dios. Entonces, aquietamos nuestros pensamientos y emociones diciendo:

“Aquiétate, yo se que Dios está en mi, aquiétate pues yo se que Dios está en mi. Aquiétate pues yo soy la divina presencia en acción aquiétate y sabe que yo soy Dios.”

Esto se lo decimos a la personalidad humana, para que se entere y lo acepte, pues tiene que ceder y dar el mando al Dios Interno, que es la Divina Presencia y el YO Superior en cada ser humano.

Repite mentalmente:

“SUELTO LAS TENSIONES EN MENTE Y CUERPO. SIENTO LA PAZ DE DIOS, DESCANSO EN SU AMOROSA PRESENCIA.”

Piensa que entregas todo tu ser a Dios, Espíritu, Alma y cuerpo. Respira hondo, suelta y deja ir. Suelta la tensión en todas las partes del cuerpo

 

ABSTRACCIÓN:

El próximo paso es la abstracción de todo lo externo. Esto es desconectarse mentalmente de toda condición física, lugar, condición y cosas, emocionalmente de todo lo que pueda perturbar, preocupar u ocupar.

Mentalmente no pensar en otra cosa sino en el objeto de la meditación. Este punto ya se une con el otro paso de la meditación. Esto requiere práctica constante.

CONCENTRACIÓN.

Este paso consiste en concentrar la atención de la mente en un solo objeto y sostenerlo por varios minutos, al principio esto sólo se podrá lograr por corto tiempo pero con la práctica se irá alargando solo y de manera natural.

Imagina que en tu corazón, hay un punto de Luz el cual crece y se expande cada vez más. Siéntelo así con toda intensidad: Tú eres Luz, porque en tu corazón está La Divina Presencia Crística y Ella irradia su perfección a través de ti.

Concéntrate en tu corazón y siente su latir, si te es posible. Piensa y visualiza que eres un punto de Luz, una chispa divina que crece y se expande hasta convertirse en un Sol. Di mentalmente lo siguiente con toda convicción

“YO SOY UN SOL E IRRADIO LUZ. YO SOY EL SOL DE LA PRESENCIA CRISTICA, PUES SU LUZ ESTÁ EN MÍ Y YO LA EXPANDO DESDE MI CORAZÓN.

Repite mentalmente este pensamiento:

"YO SOY UN SOL E IRRADIO LUZ”

Reconoce y siente intensamente la conexión entre tu forma exterior y tu poderosa presencia YO SOY, centrando tu atención en el corazón.

MEDITACIÓN:

Consiste en identificarse plenamente con el objeto de concentración. Los objetos de la meditación pueden ser:

  • La Divina Presencia “YO SOY” y el Cristo Interno.
  • El Maestro o entidad espiritual objeto de tu devoción.
  • Una cualidad o virtud espiritual como puede ser: Fe, Sabiduría, Ascensión, Verdad, Amor, Perdón, Paz, etc.

Contemplación (o SAMADHI): éste es el último paso de la meditación en el cual, el meditante, la meditación y lo meditado, se hacen UNO. Esto es, que usted trasciende su persona y se vuelve uno con el objeto de meditación. Cuando usted entra en Samadhi en la Presencia “YO SOY”, usted es la Presencia “Yo SOY”

Terminamos la meditación diciendo:

“Yo soy un hijo de la luz yo amo la luz, yo sirvo a la luz, yo vivo en la luz, yo estoy protegido, iluminado, colmado sostenido por la luz y yo bendigo a la luz”.

Recuerda siempre: Se llega a ser aquello que se medita.