“La Matritense”, como toda Logia Masónica, es un lugar de encuentro, un espacio atemporal para el desarrollo y perfección individual de cada masón que mediante el uso riguroso y coherente del ritual, utilizando el conocimiento simbólico, crea las condiciones “óptimas y adecuadas” para trabajar en busca del conocimiento, la sabiduría y la perfecta hermandad.
“La Matritense no es solo el nombre de una Logia. La Matritense es también el nombre de un sueño, de una esperanza, de aquella que quiere unir a los hombres de bien, honestos y leales, mediante la simbología y el ritual de los instrumentos de los constructores de catedrales.”
La Matritense es el nombre de ese sueño hecho realidad en España por primera vez en 1728 y que ha perdurado a lo largo de cuatro siglos con el mismo nombre, como memoria silenciosa de la Francmasonería Española, porque escribir la historia de La Matritense es escribir la Historia de la Francmasonería en España.
Templo donde trabaja La Matritense en la actualidad
La Historia de la Francmasonería española es la historia de unos hombres en constante conflicto con su propia historia, llena de divisiones, persecuciones, y largos periodos de silencios y conflictos.
Lo que sigue no es, ni pretende ser, la historia de ese sueño, falta aún mucha documentación, pero sí es la historia de sus raíces, la historia de los masones españoles, probablemente llena de leyendas y oscuridades, pero real como nuestra voluntad de ser fieles a nuestra propia esperanza.
Y como todo sueño, tiene toda la emoción de una leyenda, llena de realidades y de interpretaciones de esa realidad. Toda leyenda es un fragmento vivo y un símbolo, y la Respetable Logia Simbólica “La Matritense” es un símbolo vivo.
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