Oscar de Alfonso y Jesús Soriano con el alcalde de Tenerife (eldia.es)

El Templo Masónico de Tenerife, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y ubicado en el centro de la capital, en la calle San Lucas, constituye un ejemplo único en España, y de los pocos de toda Europa, de arquitectura genuínamente masónica. Obra del arquitecto Manuel de Cámara, fue finalizado en 1904.

Este convenio supone un compromiso de colaboración en la búsqueda de financiación tanto para el proyecto como para las obras de rehabilitación, que consistirán en recuperar el mayor número de elementos originales del inmueble y la restitución de archivos, pinturas y otros bienes muebles.

El Gran Maestro de la Gran Logia de España, Óscar de Alfonso Ortega, ha confiado en la buena voluntad de las tres partes para lograr la rehabilitación del templo, cuyos archivos se encuentran actualmente en Salamanca. En un futuro próximo, dicho templo albergará también un museo, centro internacional de interpretación de la masonería. Además contará con una programación anual de charlas cursos, encuentros, congresos, exposiciones y premios sobre la masonería y los valores que ha transmitido a la sociedad.

Este convenio es, sin lugar a dudas, una magnífica noticia, que pone de manifiesto que los esfuerzos de la Gran Logia de España por alcanzar su objetivo de apertura y normalización con las Instituciones y la sociedad en general, están dando sus frutos.

Fachada del templo masónico de Tenerife (arssecreta.com)

Detalle de las esfinges que custodian el templo (arssecreta.com)

Este mes de julio se han cumplido 34 años desde que El Tribunal Supremo confirmara, de forma irrevocable, la legalización de la Masonería en España,  reconociéndola como Asociación de pleno derecho. Pinchando en el siguiente enlace podrás acceder al documento de la Sentencia del TS de 3 de julio de 1979 :
El Tribunal Supremo ratificaba, de este modo,  la Sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, que reconocía el derecho del Grande Oriente Español a ser inscrito en el Registro Nacional de Asociaciones, dando carpetazo definitivo a más de cuarenta años de persecución y difamación.