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          Conscientes de la importancia de la práctica de la atención pura como 
          medio de realización interior, la Respetable Logia Hermes nº 13 de 
          Madrid (España) pone a disposición de todos los masones, los 
          materiales de apoyo a la práctica meditativa colgados en esta web. 
       Tales 
    prácticas forman parte de la herencia histórica tradicional de la masonería 
    operativa y constituyen uno de los instrumentos más potentes para pasar de 
    la iniciación virtual comunicada en logia, a una iniciación efectiva, es 
    decir, a una experiencia de la sacralidad o la transcendencia. Dichas 
    prácticas han sido adaptadas a un formato lo más actualizado posible 
    compatible con los principios tradicionales. 
       Por 
    definición, la iniciación es la transmisión de una influencia 
    espiritual a través de una cadena ininterrumpida de iniciados debidamente 
    cualificados. Consistiendo el conocimiento verdaderamente iniciático en 
    una comunicación conscientemente establecida con los estados superiores, el 
    verdadero objetivo de la iniciación es la conquista de la Luz divina, 
    esencia de toda espiritualidad. 
       Hay 
    organizaciones iniciáticas como la Masonería en las cuales el trabajo 
    colectivo en los Talleres tiene una importancia preponderante. Allí, la 
    Logia no es solo la mera reunión de individuos considerados en su modalidad 
    física, sino que comprende también la entidad psíquica colectiva. 
    Ahora bien, lo colectivo no puede rebasar jamás su propio dominio 
    individual, dado que no es más que una resultante de las individualidades 
    que lo componen. No obstante, es importante comprender que ello nada tiene 
    que ver con la influencia de orden espiritual, dado que ésta, por su propia 
    naturaleza supraindividual y, por tanto, supracolectiva, está más allá de 
    las formas, del tiempo, del espacio, y de las  
    individualidades, las cuales quedan rebasadas y transcendidas. Por eso el trabajo 
    masónico de burilado de la piedra bruta no solo  debe realizarse en las tenidas, sino también 
    de manera personal por cada masón. 
       A 
    estos efectos, la enseñanza iniciática, exterior y transmisible en formas, 
    no es más que una preparación del masón para adquirir el verdadero 
    conocimiento iniciático por el efecto de su trabajo personal. Se le puede 
    indicar la vía a seguir, el plan a realizar, la actitud mental necesaria 
    para llegar a una comprehensión efectiva y no solo teórica; pero nadie más, 
    aunque sea un maestro masón en la acepción más completa de la palabra, puede 
    hacer este trabajo por otro masón.  
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