LA INVENCIÓN DEL PROBLEMA INMIGRATORIO
He de empezar este trabajo diciendo
en primer lugar que el título es lo último que le puse, porque refleja la
conclusión de un trabajo que he ido realizando durante tres meses.
En primer lugar pensé que lo primero que debería hacer
es tener una idea lo más exacta posible de la magnitud numeraria de la
inmigración en España, es decir la cantidad exacta de inmigrantes que acoge
nuestro país; de manera que dirigí un e-mail a la Secretaría
de Estado de inmigraciones, diciendo que era para un trabajo universitario.
Tras una semana de espera se me contestó diciendo que no era posible ofrecer
esos datos, y que agradecían mi consulta, poniéndose a mi disposición para
cualquier otra cosa.
A la vista del resultado, decidí
pedir información al Área de Asuntos Sociales del Partido Popular, aún a
sabiendas de que no serían datos del todo oficiales, y quizá hinchados. Sin
embargo, prefería contar con datos inflados antes que acortados, dada la
naturaleza de este trabajo. Para el área de Asuntos Sociales, el número de
inmigrantes era de un millón, y me adelantaba que en 1996 era de sólo 260.000
personas, con lo cual en diez años se habría incrementado en casi cuatro veces.
Entre ilegales y legales, habría un total de un millón instalados en España.
Una vez dado por bueno este dato,
entendí importante, para ver la consistencia del argumento de que soportamos
demasiados inmigrantes, en averiguar el número de españoles que reside en el
extranjero, en el entendimiento, de que el argumento del cierre de fronteras,
para ser sostenible, debe acompañarse con la disponibilidad de acoger a todos
los españoles, ¿cómo podríamos argumentar que no acogemos inmigrantes, si no
estamos dispuestos a acoger a nuestra propia población?
Así pues, me dispuse a preguntar en
la web de las Naciones Unidas, por el número conocido de españoles residentes
fuera del territorio Nacional, y se me derivó a una página del Ministerio de
Exteriores, en el que según un censo del año 2004, había un total de millón y
medio de españoles residentes fuera de España, todo ello sin contar con que,
según la legislación española, los ascendientes y descendientes de españoles
así como los cónyuges, tienen derecho a la nacionalidad. Estos datos, sólo
cubren los españoles de origen, llegando a un total de un millón novecientos
mil españoles por derecho los que hay residiendo fuera de España.
Con lo cual, vemos que, según
los datos de la fuerza política que más negativo ve el problema de la
inmigración, habría un millón de inmigrantes en España, y según los datos de
2004, un millón y medio de españoles reside fuera de España, sin contar los
familiares con derecho a nacionalidad, que, legalmente son tan españoles como
los oriundos llegando a un total de un millón novecientos mil, siempre según
datos de 2004.
¿Cabe seguir argumentando que
soportamos una cantidad excesiva de inmigrantes, cuando hay casi el doble de
españoles que son acogidos como inmigrantes en otros países del mundo? ¿Si
potenciamos la política de expulsiones o de cierre de fronteras, no tendríamos
que acoger, por imposición lógica y ética, a los casi dos millones de españoles
como mínimo de españoles que vive fuera?
Una vez llegado hasta aquí, y sin
esperarme este resultado, cabría pensar que Ios problemas vienen de los
inmigrantes que llegan sin recursos y que supondrían una carga económica
excesiva para el país, lo que, a pesar de lo anterior, justificaría una postura
de cierre de fronteras.....
Así, me dispuse a investigar la
diferencia entre lo que España gasta en acoger inmigrantes, incluyendo lo que
gasta en su expulsión y detención, y ocurrió lo que sigue: me fue totalmente
imposible obtener esos datos directamente por ninguna de las vías anteriores,
la oposición fue total por parte de los organismos a los que me dirigí....me
propuse acudir a las directivas del Consejo de Europa sobre el asunto, en
concreto un informe de 2003 del Centro de Estudios sobre la Inmigración
que afirmaba que Europa necesita de aquí al 205044 millones de inmigrantes para
mantener su crecimiento y sus pensiones, ya que si no fuera así, dice el citado
informe, habría que aumentar la edad de la jubilación hasta los 75 años para
poder mantener los actuales sistemas de seguridad social. Todavía de más valor
fue observar los datos y cifras monetarios; en lo que respecta a España, según
este informe el gasto en inmigración es de 2895 millones de euros, y, sin
embargo el ingreso proveniente de la mano de obra inmigrante es de 4171
millones de euros, solo de los cálculos sobre inmigrantes ilegales.
Sobre este particular, dí con un
estudio del Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense
de Madrid, la proporción entre lo que España gasta en inmigración ilegal y lo
que le reporta ésta en las tareas de construcción, vivienda, agricultura,
servicios y otras es de 12 euros a uno, es decir, de cada euro que nos cuesta
la inmigración ilegal, 12 euros es lo que recibimos de negocio. El autor del
libro es el catedrático Jose Vicens, según este autor, la clave de esta diferencia
es que España gasta tres veces más en expulsiones y detenciones que en
inversiones y gastos sociales, y las fuentes son los presupuestos generales del
estado. De manera que la proporción entre gastos sociales brutos y rentabilidad
de trabajo de mano de obra es realmente de 12 a 1.
Dice este autor: "Si los inmigrantes pararan hoy en Europa, nos veríamos
angustiados para sostener el crecimiento demográfico, la seguridad social, las
pensiones, el cuidado de niños y ancianos y la agricultura". De hecho, el
estado alemán en concreto ha llegado a reclamar para sí 500.000 inmigrantes
anuales, según el Centro de Estadística Alemán de Berlín.
Un estudio del Banco Caixa de
Catalunya y al Universidad Autónoma de Barcelona afirma que sin la aportación
al PIB de la mano de obra ilegal, el PIB español en vez de subir un 2,6% en el
último año, habría bajado un 0,8%, este estudio está disponible en la web de la BBC.COM.
Si hay mas españoles fuera que
inmigrantes dentro, y si los inmigrantes aportan más de lo que nosotros nos
gastamos, me pregunto ¿cuál es el problema real?
Por último cabe ir al último problema
aparente, el de que nos quitan trabajo, a este respecto, entiendo que los datos
más factibles deben provenir de la Encuesta
de Población activa, en concreto, la de 2006 afirmaba que la población
ocupacional aumentó en 4.6 millones de personas, suponiendo que se hubieran
incorporado un millón de inmigrantes , quedarían por cubrir tres millones más.
De 2002 hasta ahora, el conjunto de la población española según la EPA en edad
de trabajar aumentó en 3.2 millones de personas, con lo cual, si de esta cifra
descontamos los estudiantes o los incapacitados, vemos como todavía harían
falta más personas para llegar a los cuatro coma seis millones.
No contento con ello, habría que ver
si la incorporación de los inmigrantes no está suponiendo un aumento de puestos
de trabajo para los propios españoles, sobre esto, el MEC ya tiene datos, el
aumento de los inmigrantes en las escuelas ha supuesto un aumento en la oferta laboral
docente del 20, 3% entre el curso 95/96 al 2005/06.
He escrito este trabajo con un punto
de vista de estado. Si hubiera escrito esto instalado en el deber de
fraternidad masónica de ayudar al más débil, junto a estas injusticias con los
inmigrantes, hubiera tenido que añadir la discriminación salarial, la desgracia
humanitaria, la desigualdad de derechos o el encarcelamiento injustificado bajo
el eufemismo de "internamiento", pero esa ya es otra historia...
¿Y si llegamos a la conclusión que la
inmigración no es un problema sino un negocio? Había afrontado este trabajo
preparado para apelar a la fraternidad masónica para afrontar el
problema, pero me temo que la realidad me ha obligado a cambiar de perspectiva,
si la inmigración es un negocio, ¿no habremos de esforzamos por sacar a la
sociedad del tremendo error que se está difuminando por los mass media para
seguir aprovechando este filón de la inmigración?, ¿No habría por un lado que
hacer solidaridad real con los inmigrantes en vez de negocio y por otro ver las
causas profundas que provocan la inmigración? No hay problema inmigratorio,
sino problemas de los inmigrantes.
Un Maestro Masón.