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BIENVENIDA DEL GRAN MAESTRO

Bienvenidos a todos los Hermanos de las Respetables Logias Simbólicas de nuestra jurisdicción, y así también a los que nos visitan por primera vez.

Como sabéis la Francmasonería, no es una sociedad de pasatiempo, ni un club social, ni una organización con intenciones comerciales, políticos o religiosos. Nuestra Orden es iniciática y por tanto distinta de las otras; en la misma hay determinados principios, practicas, tradiciones, usos y leyes que deben ser respetados y no pueden ser alterados por nadie.

Es tan diferente que es difícil pensar en alguna otra organización con la cual sea semejante. Pero ¿de dónde venimos? ¿quiénes somos? y ¿adónde vamos?, preguntas en las que pueden subdividirse y expresarse el Gran Misterio de la experiencia, así como el principio de todo conocimiento verdadero y de toda sabiduría.

Los orígenes de nuestra Institución se pierden “en la noche de los tiempos”, es decir, en las primitivas civilizaciones prehistóricas de las que se han perdido todos los vestigios.

En estos momentos de grave crisis socio-política y económica que el mundo está atravesando, más necesario que nunca es la existencia de nuestra Orden la cual lleva un mensaje a todos los hombres de buena voluntad que han llamado a las puertas de sus Templos y han superado las pruebas simbólicas, buscando una orientación diáfana y segura en medio de la confusión en que vivimos.

Los masones somos constructores, y jamás podemos dejar de serlo mientras lo seamos. Así que, nuestro deber es hacer Obra Constructiva, aun cuando en nuestro entorno parezca triunfar las tendencias y las fuerzas del caos. Como constructores tenemos la obligación de seguir afirmando y sosteniendo con nuestro ejemplo los Principios Ideales, y los Valores Humanos.

Nuestra Institución Iniciática Universal no es únicamente un hermoso conjunto simbólico o un medio para establecer relaciones fraternales, sino es algo más comprometedor como el de buscar soluciones a los problemas cotidianos, apoyados en el Arte Real de la Vida, el cual nos enseña el camino de la Verdad.

Aprovecho esta ocasión para enviar un triple abrazo fraternal a todos francmasones esparcidos por el mundo y en especial a cada uno de los miembros de la Centenaria Gran Logia Simbólica del Paraguay, a los que animo a continuar en la búsqueda de la perfección para un mundo mejor.

Ser.’. Gr.’. Mae.’.

BENIGNO NINO VILLASANTI

Gran Maestre de la Centenaria Gran Logia Simbólica del Paraguay