Semanario Brecha -
Montevideo
24 de setiembre de 2004
UNA SORPRESA DEL DÍA DEL
PATRIMONIO
MASONES QUE DAN LA CARA
Una sede de la masonería se abrió por primera vez al público. Se trata de una
de las tres corrientes que existen en Montevideo, la única que permite hasta
el momento la participación de las mujeres. Si bien el recorrido permitió una
primera aproximación a su historia, templos y símbolos, casi todos sus
secretos siguen siendo impenetrables para los "profanos".
SALVADOR CANTERO
EL CARÁCTER SECRETO de la masonería y la gran influencia que muchos de sus
miembros han tenido a lo largo de la historia y conservan hoy en diversos
ámbitos - en Uruguay y en el mundo - han hecho que se la considere antes que
nada como un centro de poder. Los masones aseguran que no es así que no se
mueven en secreto sino que sólo son discretos o reservados- y que su único
objetivo es contribuir a una sociedad más humanista, justa y tolerante.
El sábado 18 y el domingo 19 abrió sus puertas al público el Gran Oriente de
la Francmasonería Mixta Universal (GOFMU), en la calle San José 934. Allí
existen dos Templos donde funcionan los distintos talleres - o logias - en que
están distribuidos sus integrantes:
uno está decorado según los principios del rito "francés moderno" y otro de
acuerdo con los del rito "escocés antiguo y reconocido". Según explicaron los
anfitriones, que en esta ocasión dieron la cara y dialogaron con los
visitantes, es en esos ámbitos donde los masones reflexionan y deliberan, en
pos de su enriquecimiento espiritual y crecimiento intelectual que después -
como personas y jamás como institución - deben verter en la actuación cívica
que obligatoriamente deben tener, ya sea en política o en el campo social,
sindical, cultural, deportivo o filantrópico.
UNA CUESTIÓN DE GÉNERO.
El GOFMU está instalado en una casa de altos que hasta hace pocos años albergó
a varias oficinas de la ANEP. En la puerta de calle no hay chapa ni signo
alguno que identifique la sede masónica. Sólo en Montevideo los masones
desarrollan sus actividades en tres locales que pertenecen a otras tantas
"obediencias" que no mantienen vinculaciones orgánicas entre sí: la
tradicional es la Gran - Logia de la Masonería del Uruguay, fundada en
1856,que tiene su sede en la calle Mario Cassinoni 1481; el Gran Oriente del
Uruguay, que funciona en la calle Minas 1064, y el GOFMU, que es la corriente
más nueva y la única en Uruguay que admite mujeres.
En todo el mundo la masonería fue, hasta hace poco, una institución casi
exclusivamente masculina, aunque contó entre sus filas a algunas mujeres
célebres (Josephine Baker y Gabriela Mistral, entre muchas otras). Desde
diciembre de 2002 el GOFMU, cuya personería jurídica fue otorgada por el
Ministerio de Educación y Cultura en junio de 1999, tiene una Gran Maestra: la
Escribana MyriamTardugno Garbarino. Los orígenes del GOFMU se remontan a los
comienzos de la década del 90, a partir de una visita a Uruguay de dirigentes
masones de distintos países europeos y latinoamericanos. En torno a ellos se
reunió un grupo de personas que encontraba dificultades para su inserción en
las entidades masónicas que existían hasta ese momento y que eran partidarias,
por un lado, de la participación de personas de ambos sexos y, por otro, de
nuclearse en una organización que, sin renunciar a los principios masónicos
tradicionales, fuera más liberal, más moderna y más abierta que las existentes
en el país. Entre otras banderas, los fundadores tomaron la de la integración
en el MERCOSUR y la defensa del laicismo en la enseñanza. Entre 1994 y 1999 se
crearon varias logias y talleres, entre otras las que llevan los nombres de
Librepensadores, José Garibaldi, Armonía, Fraternidad y José Miguel Carrera.
Durante la visita autorizada el último fin de semana, el público recibió un
folleto con información sobre la historia de la masonería universal y en
especial sobre el GOFMU, y varios hombres y mujeres de la "obediencia" guiaron
a los visitantes por la exposición, que incluyó libros, documentos, retratos y
diversos objetos, vestimentas y ornamentos del ritual masónico. En varios
materiales se mencionaba a masones ilustres del Uruguay y de otros países,
todos ellos fallecidos*.
La identidad de los vivos - con excepción de los grandes maestros - permanece
oculta, debido a la persecución de que han sido objeto a lo largo de la
historia en distintas partes del mundo - en tiempos de la Inquisición y, más
recientemente, durante el nazismo, el comunismo y el franquismo- y la
discriminación laboral, que a su juicio, continúa operando actualmente. Otro
motivo que las autoridades del GOFMU invocan para explicar la reserva que
rodea a sus actividades es que se trata de una garantía para la libertad de
pensamiento de sus miembros, evitándose así que puedan manejarse públicamente
las posiciones que se expresan libremente en las deliberaciones de los
talleres.
En la tarde del sábado hubo una charla que estuvo a cargo del Licenciado Elbio
Laxalte Terra, de 54 años, quien se presentó como economista y funcionario de
ANTEL.
LA HISTORIA OFICIAL.
En su disertación Laxalte resumió algunas informaciones contenidas en
anteriores presentaciones del GOFMU, tanto en su página web como en algunas
notas periodísticas**.
Recordó, por ejemplo, que la masonería se inspira en los mismos principios que
la revolución francesa -libertad; igualdad y fraternidad, aunque reconoce
fuentes de influencia ya en el antiguo Egipto, hace 4.500 años, y en la
construcción del templo de Salomón, mil años antes de la era cristiana, cuya
historia recoge el Antiguo Testamento (las tres columnas de su fachada son
infaltables en los ámbitos de reflexión y deliberación de la masonería). Evocó
asimismo la incidencia de la masonería en distintos períodos de la
civilización: la antigua Grecia, Roma, la Edad Media, el Renacimiento
italiano, hasta llegar al punto de inflexión alcanzado el 24 de junio de 1717,
en Londres, con la conformación de la Gran Logia de Londres y la codificación
de los principios masónicos en las Constituciones de Anderson, que consagró
una nueva "religión" - en el sentido de "re-tigazón"- fundada en la unión de
lo que es diferente y en la tolerancia como factor de progreso.
Laxalte explicó el organigrama de su "obediencia" y el significado de algunos
términos del vocabulario masónico. La Gran Asamblea, que se reúne anualmente,
está constituida por delegados de los distintos talleres del GOFMU y elige al
Consejo de la Orden, una suerte de Poder Ejecutivo encabezado por el Gran
Maestro, que es a la vez el presidente de la federación de logias que
constituye la "obediencia". Existe también un tribunal masónico, que hace las
veces de Poder Judicial de la entidad.
Los grados son las etapas de la educación, que comienzan con un período de
iniciación y que conducen sucesivamente a los niveles de aprendiz, compañero y
maestro. Los talleres son presididos por un "Venerable Maestro" y en ellos
también desempeñan tareas otros maestros llamados "oficiales". Los profanos
son las personas no iniciadas y es así como el mundo ajeno a la masonería es
"el mundo profano".
A diferencia de otras "obediencias", el GOFMU no exige a sus integrantes la
aceptación de un principio superior, denominado el "Gran Arquitecto del
Universo", sino que reconoce el dominio exclusivo de la conciencia individual
en materia de los temas meta-físicos.
En cuanto a las finanzas, Laxalte señaló que para no depender de nadie, ni
crearse obligaciones o compromisos inconvenientes, el GOFMU se financia
exclusivamente con el aporte de sus miembros (cuotas de 300 pesos mensuales
aproximadamente).
En materia religiosa, afirmó que existen masones creyentes y no creyentes, y
entre los primeros, fieles de distintas religiones, entre ellos católicos,
protestantes, judíos y musulmanes. Según Laxalte existen masones en las tres
principales fuerzas políticas y también algunos en el Partido Independiente.
De ese modo espontáneo e implícito Laxalte - que es convencional del Partido
Colorado — se apresuró a salir al cruce de otra creencia popular sobre la
masonería tan extendida como la de su funcionamiento clandestino - de logia,
como suele decirse — en distintos ámbitos de toma de decisiones, que es su
alta concentración de sus miembros en el partido de gobierno y en especial en
el Foro Batllista.
Laxalte sostiene que los desafíos del tercer milenio y en particular las
condiciones que imperan en la sociedad globalizada hacen que los principios
morales y éticos en que se funda la masonería lejos de estar perimidos, se
encuentran más vigentes que nunca.
*) Entre los uruguayos -se incluyó a Dámaso Antonio Larrañaga, uno de los
muchos sacerdotes que integraron la masonería uruguaya, según se explicó.
Además de la gran incidencia de Larrañaga en la historia nacional del siglo
XIX, la Universidad Católica lleva su nombre en su propia denominación.
**) El sitio web es www.gofmu.org y el correo electrónico gofmu@gofmu.org
Laxalte concedió una entrevista a la revista Posdata el 17-lX-99 y Tardugno lo
hizo a La República de las Mujeres el 28-11-04; ambos artículos han sido
tomados en cuenta para la elaboración de esta nota.