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Supremo Consejo del Grado XXXIII Para La República Argentina


ESENCIA DEL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO

U.·. T.·. O.·. A.·. A.·. G.·. I.·.

Aunque el grado de Maestro Masón apareció hacia 1725 en Londres, es en Francia y Europa Continental donde comienza a partir de 1743 la construcción progresiva del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, desarrollándose los Altos Grados a partir del Rito de perfección de 25 grados. Preservando los fundamentos de las Constituciones de Anderson, los del discurso de Ramsay y los provenientes de la Masonería de los “Antiguos”, el Rito se estructuró inicialmente a través de las Grandes Constituciones de Burdeos en 1762 y luego en el marco de las Grandes Constituciones de Berlín de 1786, bajo la autoridad legendaria de Federico II de Prusia.


El método Iniciático nos propone una búsqueda incansable de la verdad, no una verdad científica rigurosamente demostrable ni tampoco una verdad religiosa revelada o no, sino una verdad que conviene conservar como una tradición viva, una espiritualidad en acción que pase de Iniciado a Iniciado. Cada hermano puede y debe elevarse progresivamente en el marco de su Logia y, a través de su pensamiento personal, encontrar el sentido de su propia vida haciendo uso de la razón aunque no posea revelación divina o iluminación mística, obteniendo así una transcendencia laica. El Rito no es una religión en el sentido habitual de este término, aunque una de sus fuentes es la cultura judeo-cristiana.


El Rito no propone ningún culto, no asegura ninguna liturgia, no impone ningún dogma a la conciencia de cada hermano. La interpretación de “religare” de la palabra religión, es la “de conectar” a los seres humanos, el uno con el otro y no la de conectar a cada individuo con a una divinidad predeterminada. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, los trabajos masónicos no hacen nunca referencia a cualquier perspectiva teísta que incluiría obligatoriamente la creencia en Dios, ya sea el Dios Bíblico Creador o cualquier otro. Por ello, se hace indispensable la interpretación de la invocación al Gran Arquitecto del Universo. Dicha invocación se hace “a la gloria” y no “en el nombre” del Gran Arquitecto del Universo. Los trabajos no se desarrollan en presencia del Gran Arquitecto del Universo o en el nombre del Altísimo.


Se lo presenta como un principio creador, con “c” minúscula. No se habla pues del Creador, con mayúscula con el sentido judeocristiano del término, sino simplemente de un principio que creó el mundo y que lo organiza a partir de los materiales que se encuentran en él. De manera alguna impone la creencia de una creación que viene de la nada. No la tiene, pero tampoco la refuta. Se trata de un principio que está presente y que tiene en sí mismo la fuerza suficiente para comenzar. Trabajando a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo este principio es también un símbolo no definido, complejo, y por lo tanto perfectamente interpretable en la intimidad de conciencia de cada hermano y siempre hará referencia a la espiritualidad que cada masón intenta lograr para sus semejantes. Esta interpretación permite una “relectura” simbólica de los textos religiosos y más concretamente de la Biblia.


La presencia de Volumen de Ley Sagrada sobre el Altar de los Juramentos es una tradición que se conserva por su contenido iniciático y por la fuerza espiritual que posee y no como libro de una religión revelada. De esta manera cada hermano puede efectuar una lectura simbólica personal e interpretar los conceptos de la ética, de la justicia, del amor y la acción con el fin de desarrollarse, dando un sentido a su vida e intentando alcanzar la Sabiduría que debe ser el objetivo de todo Francmasón. El método progresivo que utiliza el Rito es igualmente fundamental. Se realiza por medio de treinta y tres grados sucesivos y cada uno de ellos propone al iniciado una herramienta específica y un apoyo de reflexión particular libre de dogmas. A través de este sistema ritual de estudio multiforme, se proporciona la transposición simbólica de la Biblia y otros Grandes Textos “consagrados” y la reflexión sobre los grandes temas metafísicos, científicos, sociológicos o filosóficos de nuestro tiempo. Así, el Francmasón puede evolucionar de manera progresiva hacia un estado de conciencia más agudo en relación al orden del mundo y pretender establecer en sí mismo, para luego transmitirlo a sus semejantes, las relaciones de armonía que deberían ser el objetivo a lograr en la vida.


El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tiene por esencia la existencia de un ser supremo y la inmortalidad del alma, entendiéndose este último concepto como una fuerza que da vida, vida que existe aún antes de nuestra presencia física y que perdura luego de nuestra muerte. Nuestro rito, al no enseñar la creencia de algún credo en particular o la no creencia en ninguno, es universalista y en consecuencia es el único rito genuinamente masónico. La Masonería cobró importancia gracias a la divulgación de su ideario y promoviendo la liberación del pensamiento, logró la independencia de países sojuzgados. Nuestra misión es la de continuar difundiendo y poniendo en práctica esos principios de autonomía y libertad de conciencia. Solamente las mentes libres y con amplitud de criterio generan el progreso. Roberto Neumarkt, 33º Soberano Gran Comendador - Mayo de 2012

Deus Meunque Jus