Tema social
"Laicidad,
Educación y Religión"
(síntesis)
El concepto de laicidad es un concepto cambiante en el correr de la Historia. La concepción antigua lo limitaba a los hechos religiosos, el laicisismo moderno lo encontramos a partir del siglo XVI, principalmente en Francia al manejarse las ideas Humanistas. En los siglos XIX y XX ya pasa a estar referido a un significado que abarca a lo ideológico, sociopolítico y filosófico. En este desarrollo socialmente condicionado entendemos que en el siglo XXI el concepto de laicidad deberá caracterizarse por girar en torno a una postura que se defina también como esencialmente ética. La laicidad será una dimensión de la ética .
Durante 100 años, la laicidad estuvo centrada en torno a la necesidad de no presencia de la religión en los asuntos del Estado y en la Enseñanza. Pero la laicidad actualmente no se limita exclusivamente a esa concepción, sino que gira en torno a la idea más amplia de que el Estado y sus instituciones no deben intervenir en el ámbito de la conciencia individual y colectiva. Históricamente se ha ampliado su referencia haciendo que hoy día se deba procurar que aquellos, actúen de una manera respetuosa de todas las ideas políticas, filosóficas, etc. así como de las personas y los grupos que las sustentan, y estos a su vez, entre sí.
Es decir, ya no es mas sólamente la libertad religiosa lo que debe desvelar
a sus doctrinarios, sino que el principio que la orienta es el respeto recíproco
de todas las ideas. Entendiendo además a la laicidad como el instrumento
a través del cual la Razón pueda ser utilizada como un tamiz de
las posturas dogmáticas.
De este modo las concepciones elaboradas por las sectas o las que se sostienen por los fundamentalismos de cualquier signo que mucho se han manifestado en éstos tiempos, son expresiones que nublan la Razón y por ello el principio de laicidad los abarca.
Un Estado laico permite, en un marco de igualdad de oportunidades, la libre comunicación de las ideas y el desarrollo pleno de la persona humana. Por ello esta concepción está asociada al concepto de la TOLERANCIA, al respeto que la sociedad le debe a cada uno de sus integrantes y a la posibilidad de que el libre albedrío desarrolle sus facultades.
La libertad de conciencia, no es excluyente sino abarcadora, no es limitada sino comprensiva. La laicidad es la garantía de la convivencia, es el equilibrio de nuestra sociedad, permitiéndonos igualdad de condiciones y formación para una libre elección posterior de acuerdo a nuestra filosofía. La laicidad es en nuestra sociedad como la plomada en nuestro Templo; y no podemos permitir su mengua... porque existe o no existe, en ello no puede haber medias tintas.
Por todo ello convocamos a estar conscientes frente a los embates dogmáticos que se puedan dar y especialmente a actuar bajo todas las formas posibles para que ningún dogma acalle ninguna voz, ningún pensamiento y ninguna libertad.
Documento aprobado por la II Gran Asamblea del GOFMU el 18 de diciembre de 1999.