MUSEO VIRTUAL DE

 

HISTORIA DE LA MASONERÍA

   

MASONERÍA Y LITERATURA EN EL MUNDO HIPANOHABLANTE

 

Hasta hace pocos años hablar de masonería y de literatura suponía en gran medida referirse al siglo XVIII en el que especialmente el teatro y la poesía, los dramas, comedias y óperas masónicas sirvieron como fórmula de ataque y defensa de la masonería o simplemente como subterfugio para dar a conocer supuestos o reales misterios y secretos. Basta recordar la amplia bibliografía masónica en los años previos a la Revolución Francesa para constatar un hecho de por sí evidente tanto en Francia como en Italia, Alemania, Inglaterra, Austria, etc.

España e Hispanoamérica no han contado con un gran panteón de masones pertenecientes al mundo de la literatura. Sin embargo dos nombres son los más aireados: Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) autor conocido, entre otros, por sus “Cuatro Caballeros del Apocalipsis” y “Sangre y Arena”, del que se ocuparon Luis M. LÁZARO LORENTE en su obra “Blasco Ibáñez: Masonería, Librepensamiento, Republicanismo y Educación” (Alicante, 1990) y Blasco MUCCI en “Blasco Ibáñez, pioniere della solidarietá e della toleranza” (Roma, 1996); y el poeta hispanoamericano Rubén Darío [Félix García Sarmiento] (1867-1916).

       

El poeta argentino José Hernández (1834-1886), autor de “Martin Fierro”, fue iniciado en la logia “Asilo del Litoral” nº 18 de Buenos Aires en 1861

 
           

 También fue masón el poeta argentino José Hernández (1834-1886), autor de “Martin Fierro”, iniciado en la logia “Asilo del Litoral” nº 18, el 28 de agosto de 1861. O el escritor y poeta peruano José David Guarini (1830-1890); el poeta mejicano Ignacio Manuel Altamirano (I834-I893) que llegó a ser Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México; y el igualmente poeta venezolano Andrés Eloy Blanco (1898-1955) fundador del Supremo Consejo venezolano.

Sobre la condición masónica del poeta Antonio Machado (1875-1939) existen serias dudas a pesar de que José Antonio GARCÍA DIEGO Y ORTIZ defiende la pertenencia de Machado a la masonería en dos de sus trabajos: “Antonio Machado masón” (Zaragoza, 1989) y “Antonio Machado y Juan Gris; dos artistas masones” (Madrid, 1990). En ambos utiliza como fuente privilegiada un artículo de Emilio GONZÁLEZ LÓPEZ, “Antonio Machado y la Masonería” publicado en una revista masónica de lengua castellana titulada "El Sol de la Fraternidad" en Nueva York, el 26 de octubre de 1957 y posteriores entrevistas con dicho autor.

Igualmente, cabe citar el trabajo de Orlando GONZÁLEZ GONZÁLEZ, “La personalidad masónica literaria de Aramburu” (La Habana, 1989) y de María de las Nieves PINILLOS, “El masón Rufino Blanco Forobona, Gobernador Provincial de la República Española” (Zaragoza, 1993) referido al escritor venezolano de la generación modernista que vivió exiliado en Europa y varios paises americanos durante la dictadura de Gómez.

La obra literaria de dos masonas, Rosario de Acuña y Carmen de Burgos, ha sido objeto de estudios, entre otros por José BOLADO, Vicente BERNALDO DE QUIROS y Concepción NUNEZ.

Existen en España otros autores que, no siendo miembros de la masonería, tratan de ella en sus obras de una forma directa e importante. El más representativo es Benito PÉREZ GALDÓS en sus “Episodios Nacionales”. Una de las cosas que más llama la atención es la presencia constante de la masonería en la mayor parte de los “Episodios” hasta alcanzar el punto culminante en el episodio que está dedicado integramente a la masonería: “El Grande Oriente”. Sobre esta cuestión puede consultarse José Antonio FERRER BENIMELI, “La Masonería en los Episodios Nacionales de Pérez Galdós” (Madrid, 1982) donde se muestra una clara dicotomía: La visión popular negativa y truculenta de la masonería, y aquella más liberal y liberalizadora con la que Galdós se identifica.

Otros escritores del momento, como Pereda, Pardo Bazán, Clarín y Juan Valera, también aluden en sus novelas a la masonería decimonónica española con características claramente satíricas y desmitificadoras como recoge Soledad MIRANDA en “Religión y clero en la gran novela española del siglo XIX” (Madrid, 1982). En el otro extremo el Padre Luis Coloma, en su novela “Pequeñeces” nos ofrece la imagen tradicional y clerical de la masonería como manifiesta Ricardo SERNA en sus interesantes estudios “Masonería y Literatura. La masonería en la novela emblemática del jesuíta Luis Coloma” (Madrid, 1998) y “La Masonería en Pequeneces. Novela emblemática del jesuíta Luis Coloma” (Zaragoza, 1999).

Una actitud parecida, aunque desde principios ideológicos radicalmente diferentes es la del escritor y novelista Pío Baroja, que ha sido estudiado por Isabel MARTIN SÁNCHEZ en “La masonería en la obra de Pío Baroja. Las Memorias de un hombre de acción” (Zaragoza, 1999) y por Javier GONZÁLEZ MARTIN en sus dos trabajos “La masonería en Pío Baroja. Un estudio de Con la pluma y el sable" (Zaragoza, 1995) o en “La crítica contubernista, mito y antropología en el pensamiento barojiano (1911-1956” (Toledo, 1996).

A comienzos del siglo XIX, Blanco White tampoco ocultaba su animadversión hacia la masonería, como señala Manuel MORENO en “La Masonería española ante Blanco White” (Zaragoza, 1989). También el general Francisco Franco Bahamonde escribió la novela “Raza”, posteriormente llevada al cine, y publicada con el pseudónimo de Jaime de ANDRADE (Madrid, 1942-Barcelona, 1997), que ha sido estudiada por Juan José MORALES RUIZ en “La crisis del 98 en el discurso antimasónico. 'Raza', el guión que escribió Franco” (Zaragoza, 1999).

Dos grandes poetas y líderes de sus respectivas patrias e independencias son Rizal y Martí. El primero con novelas políticas como “Noli me tangere” y “El Filibusterismo”, o su conocido poema “El último adiós” escrito ya en capilla poco antes de ser fusilado en Manila. Los primeros en descubrir al poeta cubano José Martí fueron Rubén Dario, Unamuno y Juán Ramón Jiménez, que lo califican como poeta de acción. Sobre uno y otro, vistos desde sus respectivas militancias masónicas hay varios y sugerentes trabajos de Susana CUARTERO ESCOBES, José Manuel CASTELLANO y Manuel de PAZ SÁNCHEZ, entre otros.

También debe citarse a Antonio Romero Ortiz quien el 10 de mayo de 1881 sucedió a Práxedes Mateo Sagasta como Gran Maestre del Gran 0riente de España y que en aquel momento era el Presidente de la Asociación de Escritores y Artistas de España y acababa de ingresar en la Real Academia de la Historia con un discurso dedicado al Justicia de Aragón que fue contestado por el también masón Victor Balaguer. De Romero Ortiz se ocupó Ana María FREIRÉ LÓPEZ en “Cartas;inéditas de escritores españoles en la colección de autógrafos de don Antonio Romero Ortiz” (Madrid, 1991).

También cabe citar al masón y teósofo Mario Roso de Luna (1872-1931), estudiado con gran autoridad por Esteban CORTIJO. De las muchas obras de Roso de Luna podríamos citar como ejemplo “En el umbral del misterio” (Madrid, 1909), “El tesoro de los lagos de Somiedo” (Madrid 1916- Gijón, 1980), “Wagner, mitólogo y ocultista” (Madrid, 1917 y 1987), “Páginas ocultistas y cuentos macabros” (Madrid, 1919 y 1982), etc.

Finalmente, hoy día estamos asistiendo en España a una creciente presencia de temas masónicos en algunas novelas. Fue el caso de Lorenzo VILLALONGA en “Bearn o la sala de las muñecas”, que tiene algunos puntos en común con la novela “Il Gattopardo” del príncipe de Lampedusa, entre ellos, las referencias a la masonería. También José Antonio AYALA, en “La sombra del Triángulo” trata de una biografía novelada en torno a la figura de Ángel Rizo Bayona, marino, diputado a Cortes durante la Segunda República y masón destacado del Gran Oriente Español. O la novela de carácter histórico de Pedro Víctor FERNÁNDEZ FERNANDEZ, “El triángulo de León”.  (Zaragoza, 2001). En la línea de creación puramente literaria hay que incluir a Ricardo SERNA GALINDO con su libros titulados La noche de papel. Relatos completos (1968-1987) (Zaragoza, 1990) y Los escritores (Jaén, 1995). "La noche de la promesa" es el título de uno de las narraciones incluidas en el primero de estos volúmenes en el que se describen rituales masónicos de iniciación del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. También del mismo autor hay que citar los “Estudios literarios al socaire de la investigación masónica”, integrado ahora en Estudios masónicos. Cinco ensayos en torno a la Francmasonería (Santa Cruz der Tenerife, 2008).

 Extractado de: José Antonio Ferrer Benimeli, “La Massoneria nella letteratura: Lineamenti generali”, en Il derviscio, lo sciamano il massone: gli incontri iniziatici di Corto Maltese , Roma, 2004, pp. 77-81.

 

            
  

 

 
             
  

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