BEETHOVEN Y LA MASONERÍA
Beethoven
en 1820 componiendo la misa solemnis. Retrato de de Joseph Karl
Stieler |
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Debemos centrar nuestra atención en dos piezas
musicales de Beethoven:
- Opferlied (Himno del Sacrificio) con letra de
Matthisson.
- Der Mann Freye (El hombre libre), con letra de G.
K.Pfeffel.
Estas dos canciones no fueron compuestas
originalmente para su uso masónico. Sin embargo, el maestro masón
y amigo íntimo de Beethoven, F. G. Wegeler, les puso nueva letra
para su uso masónico en logia. Los nuevos títulos fueron
respectivamente:
- Bei der Aufnahme eines Maurers (Para la
iniciación de un Masón).
- Maurerfragen (Preguntas Masónicas).
Estas canciones se mencionan ya en en la primera
edición el Diccionario Grove de la Música (1879-86):
- Der Freie Mann: "Wer ist ein freier Mann", opus
233, letra de Pfeffel, 1790, revisada en 1795, editada por Simrock,
Bonn, 1806 y 1808.
- Opferlied, opus 234, letra de Matthisson, 1795,
editada por Simrock, Bonn, 1808.
La letra original del "Der Freie Mann" de G. K.
Pfeflfel decía así:
“1. ¿Quién, quién es un hombre libre? Aquel cuya
conciencia es su guía, que no sufrirá la opinión caprichosa de los
tiranos. Él es un hombre libre.
2. ¿Quién, quién es un hombre libre? Él, que
respeta la ley, que no hará aquello que la ley prohíbe, y no desea
lo que no puede hacer. Él es un hombre libre.
3. ¿Quién, quién es un hombre libre? El que, a
pesar de nacimiento o título, cargo público o profesión, no se
olvida de su hermano. Él es un hombre libre.
4. ¿Quién, quién es un hombre libre? El que sin
ayuda puede rechazar las humanas tentaciones, bajo o alto. Él es
un hombre libre.
5. ¿Quién, quién es un hombre libre? El que
firmemente se mantiene en sus convicciones, puede tolerar la
ingratitud, incluso de su tierra natal. Él es un hombre libre.
6. ¿Quién, quién es un hombre libre? El que con
gusto daría su riqueza, su vida, por la libertad, y sin embargo,
nunca puede perder. Él es un hombre libre.
7. ¿Quién, quién es un hombre libre? Él, que a
la hora de la muerte, a un paso de su propia tumba, puede mirar
hacia atrás con valentía, sin miedo. Él es un hombre libre”.
La nueva versión bajo el título de "Preguntas
Masónicas" con letra de F. G. Wegeler dice así:
“1. ¿Cuál es, cuál es la meta del masón? Cada
vez más noblemente se edifica a sí mismo,
a salvo de todo peligro, alcanzar el cenit. Este
es el objetivo del masón, el espléndido objetivo del Mason.
2. ¿Qué, qué desea el Masón?
Manifestar plenamente el Mundo, por precepto y
ejemplo, la valía de todo tipo de hombres. Este es el deseo del
Mason, el deseo de la Sagrada Hermandad.
3. ¿A quién veneran todos los masones?
A esos que sanan los corazones heridos, y se
apresuran a llevar consuelo, sin tomarse en cuenta a sí mismo. A
tales hombres los masones veneran, están dispuestos a reverenciar.
4. ¿A quién rechaza el masón? Al hombre
esclavizado por las pasiones que, burlándose de la voz de la
conciencia, se rebaja al nivel de las bestias. A él, los masones
no conocen, no quieren conocer.
5. ¿Qué aflige el corazón del masón? El
sufrimiento de todo tipo, que no puede prevenir o curar, tales
profundas aflicciones. El corazón del Masón está de duelo, por su
rebosante corazón.
6. ¿Cuándo su corazón palpita fuertemente?
Cuando silenciosa y ocultamente él puede, de manera masona,
disminuir la pena o el dolor de alguien. Entonces, su corazón late
fuertemente, su corazón late verdaderamente.
7. ¿Quien premia los hechos del masón? Él, que
en la oscura lejanía, dirige los mundos, las esferas, las
estrellas, ahora giran, ahora se detienen. Él premia los hechos
del Masón, los nobles hechos del Masón”.
En su Biografía de Beethoven, Wegeler
comenta que adaptó la obra “Preguntas Masónicas” para uso de la
logia “Des Freres Courageux” de Bonn, a la que estaba afiliado.
Dicha logia había sido fundada en 1806 bajo Obediencia del Gran
Oriente de Francia, aunque en 1824 se convirtió en la logia “Die
Muthigen Brüder” [“Los valientes Hermanos”]. Recordemos que Franz
Gerhard Wegeler (1769-1848) fue un médico alemán, profesor y
Rector de la Universidad de Bonn y amigo de la infancia del
compositor Ludwig van Beethoven a quien éste autorizó a redactar
su biografía que, finalmente, publicaría en 1838.
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Escultura de Beethoven en el Museo de
Arte de Leipzig realizada por Max_Klinger |
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Igualmente, utilizando la composición "Opferlied",
modificó la letra para su uso masónico con el nuevo título de
“Para la iniciación de un masón”. He aquí la letra:
“¡El trabajo comienza ¿Oh Resplandor Celestial,
con dicha el corazón del candidato se eleva,
para realizarse dignamente.
Fortalece la mente todavía no instruída,
de forma que pueda algún día
alcanzar la Palma como premio!
¡Oh Gran Creador!, ahora desvanecido,
el fundamento de su aspiración reside en su alma,
que recorrerá el camino de la virtud.
Sea concedido por Su gracia que él,
unido en compañía de hombres buenos,
actué siempre como un Masón”.
Inicialmente Beethoven compuso «Opferlied» para
evocar el hecho inspirador de la muerte (también en otras piezas
como «Klage», «Vom Tode», «In questa tomba oscura», «Elegischer
Gesang»). Eso explica que Wegeler la retomara para ilustrar
musicalmente la iniciación masónica en cuanto muerte al mundo
profano y renacimiento al mundo espiritual.
De la correspondencia epistolar entre Wegeler y
Beethoven se desprende que éste autorizó tales adaptaciones. De
hecho, varios de los biógrafos de Beethoven afirman que el genial
compositor fue masón como lo fueron muchos compositores de la
época: J. Haydn, Leopold Mozart, Wolf-gang Amadeus Mozart, F.
Boildieu, Franz Abt, J. N. Hummel, H. C. Litolff, G. A. Lortzing,
C. Loewe., Meyerbeer, Reissiger, W. Speyer, L . Spohr, etc.
Ciertamente, su pensamiento y obra coincidían con el horizonte
espiritual y fraternal de los movimientos iluministas o ilustrados
alemanes de la época y particularmente con los ideales de la
masonería, pero no hay ningún documento que apoye inequivocamente
su pertenencia a la Orden.
Eso no significa que Beethoven no conociera y
participara de tales postulados. No en vano, uno de sus primeros
maestros y mentores fue Christian Gottlob Neefe, uno de los
seguidores del Sturm und Drang, conocido masón y uno de los
líderes de la Orden de los Illuminati. Bajo su orientación
compuso, de 1782 a 1785, un conjunto de Variaciones sobre una
Marcha de Dressler, tres Sonatas para piano dedicadas al elector
Max Friedrich, un Concierto para piano en mi bemol mayor, tres
Cuartetos para piano y cuerdas, así como varias canciones y
pequeñas obras para teclado.
Cuando en noviembre de 1792 Beethoven se asienta en
Viena es acogido casi inmediatamente por dos masones: Antonio
Salieri y Franz Joseph Haydn. Este último le aceptará como
discípulo y muchos de los alumnos de Haydn se convertirán en
amigos o protectores de Beethoven, entre ellos, la condesa Thun,
la familia Erdödy, Pleyel, Krumpholz, Anton Kraft, Wranitsky y
Seyfried. Otros masones e iluminados relacionados con Beethoven
fueron Nikolaus Simrock, Franz Ries, von Schall, Johann Peter
Eichoff, Johann Joseph Eichoff.
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Monumento a
Beethoven en Bonn |
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Igualmente, entre sus Protectores encontramos a
diversos masones. De entre sus primeros protectores cabe citar al
príncipe Joseph Lobkowitz (1772-1816), el conde Andreas Razumovsky
(1752-1836), el conde Moritz Fries (1777-1826), el barón Gottfried
van Swieten (1733 ó 1734-1803), el conde Johann Georg von Browne-Camus
(1767-1827) y sobre todo el príncipe Karl Lichnowsky (1756-1814) y
su esposa, la princesa Christiane (1765-1841), quienes protegieron
a Beethoven más de doce años. Al francmasón Lichnowsky, Beethoven
le dedicó los Tríos, opus 1, y después la Sonata Pathétique opus
13, la Sonata opus 26, la Segunda Sinfonía, opus 36, y la op. 69.
También dedicó varías de sus composiciones a Hermanos masones como
Antonio Salieri, Haydn, Federico II de Prusia, Goethe, Joseph von
Sonnenfels (favorito y consejero de Joseph II), etc.
También, trabajo con diversos masones como Emanuel
Schikaneder, libretista de La flauta mágica de Mozart. También
compusieron letras para sus piezas musicales masones como Goethe,
Lessing, Sir Walter Scott, Robert Burns, Lord Byron.
Como se ha dicho, Neefe era uno de los jefes de los
Iluminados de modo que, cuando la orden fue suprimida en Baviera
en 1784-85, los Illuminati de Bonn, disolvieron el grupo en
favor de un foro de bajo perfil, la Lese-Gesells-chaft
(Sociedad de Lectura), fundada en 1787 por trece «amigos de la
literatura», la mayoría de ellos ex Illuminati. Aunque no
estaba afiliado, Beethoven mantenía estrecho contacto con la
Lesegesellschaft. Así, por ejemplo, esta sociedad le encomendó
la composición de una cantata a la muerte del emperador Joseph II,
en 1790.
En varias ocasiones Beethoven emplea el
calificativo de “hermano” pero no sabemos si lo hacía en términos
estrictamente masónicos. En una carta fechada el 15 de diciembre
de 1800 dirigida a su empresario musical, Franz Antón Hofineister,
le escribe: “¡Querido hermano!, querido hermano, quede usted bien
seguro de la amistad de su hermano. Ludwig van Beethoven”. Y en
otra carta de 15 de enero de 1801 se dirige en los mismos
términos a Hofmeister y a Kühnel. Pero, por otra parte, en su
correspondencia con F. G. Wegeler, Beethoven nunca se emplea la
palabra "hermano". Finalmente, en el adagio del cuarteto séptimo (op.
59, Nº 1) lamenta la pérdida de un hermano y escribe; “Un sauce
llorón o una acacia sobre la tumba de mi hermano”. La asociación
de la expresión “hermano” con la acacia (árbol de hoja perenne que
para los masones simboliza la inmortalidad) parece situarnos en un
contexto masónico. Sin embargo, algún autor hace notar que
Beethoven pudo referirse a la opinión que le merecía el matrimonio
de su hermano de sangre, Caspar Carl, con Iohanna Reiss,
embarazada de tres meses.
También sabemos del interés de Beethoven por el
esoterismo masónico. Así, copió tres antiguas inscripciones
egipcias procedentes del Corpus Hermeticum que leyó en un
ensayo de Schiller [La Misión de Moisés], las enmarcó y les puso
vidrio, en su mesa de trabajo. Tales frases formaban parte de los
rituales masónicos inspirados en la cultura egipcia. Las dos
primeras decían:
YO SOY TODO LO QUE ES, LO QUE FUE Y LO QUE SERA.
NINGÚN MORTAL ME HA ARRANCADO EL VELO.
La tercera inscripción deriva de un rito de
iniciación egipcio:
EL MISMO ESTA SOLO Y A ESTA SOLEDAD TODAS LAS COSAS
DEBEN SU SER.
Por último, otra obra que podría situar a Beethoven
en ambientes masónicos es su «Oda a la Alegría», adaptación de su
«Fantasía Coral», opus 80, de fines de 1808. E. J. Dent afirma que
el texto expresaba «el espíritu místico de la francmasonería del
siglo XVIII, la nueva religión de la libertad, la igualdad y la
fraternidad». Para componer el texto de la «Oda a la alegría», de
la Novena Sinfonía utilizó sólo la mitad de las dieciocho
secciones de la versión de Schiller publicada en 1803 y las
reorganizós libremente en armonía con su propia visión poética.
Para Rolland, «En la Novena Sinfonía... se combinan un ardiente
misticismo, la creencia intuitiva apasionada en
Dios-en-la-Naturaleza, y en la conciencia moral, un teosofismo
mitológico alemán nutrido por Schiller, por las lecturas
filosóficas, quizá por Schelling... por sus contactos con los
orientalistas... la Oda a la alegría predica el reinado de Dios en
la tierra, establecido por la fraternidad del hombre, en la razón
y la alegría».
La Oda a la Alegría fue objeto de diversos
arreglos y versiones hasta ser declarada Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la Unesco. El último movimiento de esta sinfonía fue
adoptado en 1972 por el Consejo de Europa como su himno y en 1985
fue elegido por los jefes de Estado y de Gobierno europeos como
himno oficial de la Unión Europea. Dice así:
“¡Oh amigos, no esos tonos!
Mejor prorrumpamos más agradable
y alegremente.
¡Alegría! Alegría!
Alegría, bella chispa divina,
Hija del Elíseo,
Entramos, borrachos de fuego,
Divina, en Tu santuario!
Tus hechizos reúnen
Lo que la costumbre severa dividió;
Todos los hombres serán hermanos,
Donde repose Tu suave ala.
Quienquiera que logre el gran éxito
De ser amigo de un amigo;
Quien consiga una dulce esposa,
Que entremeta su júbilo!
¡Sí, también quien pueda reclamar
Un alma sola de toda la tierra!
Y quien jamás haya podido, que se hurte
Llorando de esta banda.
Alegría beben todos los seres
Del pecho de la Naturaleza;
Todos los buenos, todos los malvados,
Siguen su sendero de rosas.
Besos nos dio y vides,
Un amigo, probado en la muerte;
Voluptuosidad le concedió a los gusanos,
Y el querubín está plantado ante Dios.
Ante dios!
Felices, como vuelan sus soles
Por el maravilloso plan del Cielo,
Recorred, hermanos, vuestro camino,
Alegres, como un héroe a la victoria.
Recibid un abrazo, millones.
Este beso para todo el Mundo!
Hermanos, por encima del cielo estrellado
debe vivir un Padre cariñoso.
Os postráis, millones?
Presientes al Creador, mundo?
Búscadle sobre el cielo estrellado!
Sobre estrellas debe vivir.
Recibid un abrazo, millones.
Este beso para todo el Planeta!
Hermanos! por encima del cielo estrellado
Debe vivir un Padre cariñoso.
Un abrazo, millones.
Este beso para todo el Planeta!
Alegría, bella chispa divina,
Hija del Elíseo,
Entramos, borrachos de fuego,
Divina, en Tu santuario!
Tus hechizos reúnen
Lo que la costumbre severa dividió;
Todos los hombres serán hermanos,
Donde repose Tu suave ala.
Alegría, bella chispa divina,
Hija del Elíseo,
Alegría, bella chispa divina!”
Bibliografía:
- Lennart Rabes, “Beethoven and his Masonic Song,
Waurerfragen", en Ars Quatuor Coronati Lodge, 80 (1967),
pp. 144-150.
- Maynard Solomon, Beethoven, New York, 2001.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cat%C3%A1logo_de_obras_de_Beethoven
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