MUSEO VIRTUAL DE

 

HISTORIA DE LA MASONERÍA

   

  FAUSTO FERMÍN DE ELHUYAR (1755-1833)

 

         
       

Fausto de Elhuyar (1755-1833) catedrático de Química y Director General de Minería de México

 

 

Fausto Fermín de Elhuyar o Fausto Fermín Delhuyar (Logroño, 11 de octubre de 1755 - Madrid, 6 de febrero de 1833) fue un químico e ingeniero de minas español, descubridor en 1783 del wolframio junto a su hermano Juan José Elhuyar. Elhúyar estudió medicina, cirugía y química, así como matemáticas, física e historia natural junto con su hermano en París entre 1773 y 1777. Enseñó en Vergara desde 1781 hasta 1785 como catedrático de Mineralogía y Metalurgia. Su trabajo se centrará en dos áreas distintas: la enseñanza y las publicaciones y el trabajo en el Laboratorium Chemicum. Enseñó mineralogía, ciencias subterráneas y metalúrgicas, así como las materias complementarias de geometría subterránea, química y dibujo técnico. En el laboratorio trabajaba asociado a François Chavaneau, catedrático de Química en Vergara que consiguió la purificación y maleabilidad del platino, en solitario, y durante algunos meses, en el otoño de 1783, con su hermano Juan José, que termina en el aislamiento del Wolframio o Tungsteno.

Visitó varias universidades europeas, incluyendo la escuela de Minas en Freiberg donde asistió a lecciones de geometría subterránea y dibujo, a las de beneficio de minas, construcción de máquinas y metalurgia y la Universidad de Uppsala en Suecia donde estudió química superior con Torbern Olof Bergman durante seis meses y en Köping visita a Carl Wilhelm Scheele, quien anunció la posible existencia del metal descubierto por Elhúyar.

Antonio Munibe, segundo hijo del Conde de Peñaflorida, dió comienzo en 1776 a un viaje científico y de instrucción al extranjero, acompañado de José de Eguia, último hijo del Marqués de Narros. Como preceptor eligieron sus padres a Eugenio de Izquierdo, nombrado por el rey para su Gabinete de Historia Natural y profesor de química. A este trío se le había encomendado elegir a destacados hombres de ciencia para enseñar en Vergara. Consultaron para ello a gente muy importante, Lavoisier por ejemplo. Y sus gestiones condujeron a contratar a Chabanneau, a Proust y a los hermanos Elhuyar.

En la Historia de la masonería mundial una de las logias más distinguidas por las personas relevantes que de ella formaron parte, especialmente científicos, escritores, artistas y filósofos, fue Les Neuf Soeurs, del Oriente de París, fundada en 1776. El nombre de las nueve hermanas es una referencia a las nueve musas. Algunos de sus miembros fueron Lalande, Montgolfier, Franklin, Helvetius, Greuze, Houdon, Vernet. Y más tarde, durante la Revolución, Condorcet, Brissot, Desmoulins, Danton, Chernier, Voltaire. Pues bien, en el año 1778, el Venerable Maestro de dicha Logia era también miembro de la Real Sociedad Bascongada, al igual que el primer vigilante, De Meslay, President a la Chambre des Comptes. Seguramente fueron dichos personajes los que facilitaron al mencionado trío de españoles los contactos necesarios en Paris.

Es probable que Elhuyar conociera en logia a Chabanneau, el químico francés y futuro colaborador,  y seguro que este lazo intervino en que fuera contratado por la Bascongada, con ventaja para la ciencia.

En 1778 Fausto Elhuayer fue pensionado por el rey y la Bascongada para estudiar de nuevo en el extranjero principalmente metalurgia. Recorrió sucesivamente Estrasburgo, Landau, Manheim, Heidelberg, Frankfurt, Leipzig, Dresden y Freiberg. Es allí donde se supone que Fausto se inició en la masonería. Sin embargo es posible que la iniciación tuviera lugar en París, aunque en otra logia distinta de Les Neuf Soeurs.

Pasó después a Viena que era entonces sede de una masonería floreciente, ya que existía una clase dominante liberal y, por otra parte, varios miembros de la familia Real e incluso algún Emperador habían sido adeptos. Como ejemplo del ambiente que allí encontraron, en una carta de su hermano Juan José se comenta que conocido a Haydn; y si el gran compositor aún no se había iniciado iba a hacerlo pronto, en 1785, asistiendo a la ceremonia, casi seguramente, Mozart que le precedió en un año.

En julio de 1786 es nombrado Director General de Minería de México. Antes de partir recorre Europa entre 1786 y 1788 para conocer el "método de Born" para el beneficiado de la plata. Durante los treinta y tres años de estancia americana se ocupó de la creación del Colegio de Minería (1792), la construcción del Palacio de Minería (1813) y la dirección de los mismos, así como de visitar las "Reales de Minas".

 

Retrato al óleo de  Fausto de Elhuyar en el Museo Manuel Tolsa, Palacio de la Minería (México)

         
 

 

 

La primera alusión a la actividad masónica de Elhuyar en México está en Roa Bárcena y dice lo siguiente: “La masonería … fue traída a la Nueva España por la oficialidad de las tropas expedicionarias que vinieron a sofocar la insurrección y hasta el año 1820 casi no contó con mexicanos, siendo españoles y del rito escocés sus miembros. Consideraban éstos como decano suyo a don Fausto de Elhuyar; había entre ellos algunos religiosos y se dijo que el virrey Apodaca les pertenecía, aunque él siempre lo ocultó. La primera logia fundada en México lo fue en 1817 ó 18 en la casa de los capellanes de Santa María de la Antigua, bajo la denominación de La Arquitectura Moral”.

Por su parte, Alamán añade que “No puede dudarse que para acelerar esta medida (proclamar la Constitución) contribuyó mucho el conocimiento que el virrey tenía del influjo que la masonería comenzaba a ejercer desde entonces. Hasta la venida de las tropas expedicionarias, esta sociedad contaba con pocos individuos que vivían aislados y ocultos por temor a la Inquisición, habiendo sido el primero en reunirlos y darles forma de cuerpo, el oidor de México D. Felipe Martínez de Aragón. Los principales eran el director de Minería D. Fausto de Elhuyar, suegro de Martínez, que era el decano en el país, habiendo sido recibido en Alemania desde que fue pensionado por el gobierno español a hacer sus estudios; dos religiosos franciscanos y algunos más, todos españoles, pues los mejicanos no empezaron a entrar hasta algún tiempo después” (L. Alamán, Historia de Méjico, Méjico, 1849, V, pp. 68-9).

De retorno a la Metrópoli es nombrado Director General de Minas. Muere en Madrid el 6 de enero de 1833.

       Extractado de: José A. García Diego, “Un gran científico que fue masón: Fausto de Elhuyar”, en J. A. Ferrer Benimeli (coord.), La Masonería en la España del siglo XIX. II Symposium de Metodología aplicada a la Historia de la Masonería Española, Valladolid, 1987, Vol. II, pp. 657-667.

            
  

 

 
             
  

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