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EL BORDE
DENTADO
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Tapiz
de logia de fines del siglo XVIII, Museo masónico de Viena |
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La línea trazada en «dientes de sierra» regulares, ubicada
normalmente en el perímetro del Cuadro de Logia, constituye un
símbolo cosmológico del encadenamiento cíclico en el que el
Solve et Coagula alquímico resume el proceso alterno de
manifestación. No es un equivalente del Pavimento mosaico, y puede
incluirse en la categoría de «ornamentos» arquitectónicos
(meandros, dentículos, swástikas, postas, cabrios),
ilustraciones del movimiento ritmado de la doble espiral. Su
presencia, muy frecuente en el borde de los antiguos embaldosados,
constituye una proyección, sobre el suelo terrestre, del
encuadramiento cómico que separa el mundo ordenado del caos.
La noción de meandro, figurada por los dientes del Borde, tiene
esencialmente una función de protección. En este caso, los dientes
simbolizan al «guardián de la puerta» y el paso, mediante la
muerte iniciática, del mundo profano al mundo sagrado. Los
«dientes» de la logia son también aquellos por los que el neófito
debe ser «devorado» para renacer espiritualmente.La noción de
meandro, presente en los nudos de la borla dentada, tiene
esencialmente una función de protección.
Cuando se habla de la cadena de unión como «borla dentada», indica
que el ser, después de haber errado recorriendo el laberinto,
llega a su centro, ocupado en algunas tradiciones por un monstruo
devorador (p.e. el Minotauro) que guarda la puerta del Cosmos,
devorando al ser identificado con la individualidad, o
franqueándole el paso cuando éste se ha identificado con el
Principio, obteniendo así la Liberación.
Extractado de: Alexis Hatman,
Diccionario Masónico, Barcelona, 2007, p. 27.
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