EL DELTA
MASÓNICO
Consiste
en un triángulo que contiene inscrito el nombre del Tetragrama
hebreo, o un yod, que se puede considerar como su
abreviatura (a veces, en hebreo, se lo representa por tres yod,
que dispuestos triangularmente, corresponden a los tres puntos de
la Masonería). En ocasiones el yod está reemplazado por un
ojo, que se designa como «el Ojo que todo lo ve».
Ocupa
siempre una posición central, y el hecho de encontrarse entre el
sol y la luna lo relaciona con la idea del «tercer ojo», que todo
lo ve en el eterno presente, pues ambas luminarias representan los
ojos del «Hombre Universal»; y en especial conexión con el
simbolismo masónico hay que señalar que los ojos son propiamente
las «luces» que iluminan el microcosmos.
Siendo el
yod la menor de las letras del alfabeto hebreo, de ella
derivan todas las demás; presenta el doble sentido de «principio»
y «germen». En el mundo superior es el principio que contiene
todas las cosas; en el mundo inferior, es el germen, contenido en
todas las cosas.
El triángulo
recibe la denominación de «gloria» (rodeado de rayos), palabra que
es una de las designaciones de la Shekinah, que en algunos
rituales masónicos antiguos recibe el nombre de Stekenna.
Además de
asimilarse a la Santísima Trinidad, igualmente debe ser asimilado
a la expresión geométrica de la Unidad principal, de donde
proceden dos términos complementarios necesarios a toda
«diferenciación» sobre el plano cósmico.
El hecho de que
la Logia de Aprendiz esté «esclarecida» por el Delta (3 puntas),
mientras que la de Compañero lo esté por la estrella flamígera (5
puntas), simbolizan la manifestación «lineal» (geometría
unidimensional) y la manifestación «en superficie» (geometría
bidimensional). Esto concuerda perfectamente con la marcha de cada
grado masónico.
Extractado de: Alexis Hatman,
Diccionario Masónico, Barcelona, 2007, p. 53-56.
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