MUSEO VIRTUAL DE

 

HISTORIA DE LA MASONERÍA

   

  LA ERRÓNEA IDENTIFICACIÓN ENTRE MASONERÍA E IZQUIERDISMO

Uno de los falsos tópicos extendidos por el discurso antimasónico es la identificación entre masonería y la política de izquierdas. Pero lo cierto es que en España siempre ha habido masones conservadores. Por ejemplo, un vistazo a la lista de diputados moderados durante la Restauración Alfonsina que fueron activos masones, prueba que la pertenencia a la Orden del Gran Arquitecto del Universo rebasaba el ámbito concreto de las ideologías políticas. Algunos de estos diputados masones conservadores fueron Esteban Barquero Hidalgo, Lorenzo Borrego Gómez, Juan de la Cierva Peñafiel, Ezequiel Diez y Sanz de Revenga, Francisco Martínez Corbalán, Fernando Monedero Diez Quiroga, Juan Monedero y Monedero, Mariano Muñoz Rivero, Miguel Ochoa y Llacer, Pedro Poggio y Alvarez, los hermanos Pedro y Julio Pagán y Ayuso, ambos alcaldes de Murcia y luego senadores (los Pagán eran hijos naturales del Gobernador de Murcia y senador vitalicio Pedro Rossique y Hernández, II Marqués de Camachos y IV Marqués de Casa-Tilly, luego legitimados tras su segundo matrimonio con Rita Pagán y Ayuso), etc.

Igualmente, erraríamos si pensáramos que, durante la II República, las masonerías españolas apoyaron en bloque las políticas de izquierdas. Ciertamente, este es otro de los tópicos extendidos que vincula a los masones con los partidos políticos de izquierdas, estableciendo una inexacta identificación entre masonería e izquierdismo o entre masonería y República. De hecho, dentro de una misma Obediencia había logias integradas mayoritariamente por masones de centro derecha o de derechas (como la logia “La Unión” de Madrid, como también había logias de izquierdas o de centro izquierda (como la “Primero de Mayo” de Madrid o la “Karl Marx” de Barcelona). Bien es verdad que, en términos cuantitativos, la mayoría de los masones españoles secundaban posiciones anticlericales e izquierdistas. Pero recordemos que la parte no hace al todo, y que en última instancia, a la hora de comprometerse en la actividad política, pesaba más la ideología y las consignas de los Partidos, que la pertenencia a la Orden masónica.

Incluso hubo muchos masones que fueron encarcelados sucesivamente por el Frente Popular y luego por el Bando Nacional. Pueden citarse los casos del gobernador civil de Asturias, José María Feriera Jacoby, detenido por las milicias del Frente Popular acusado de pertenecer al “Socorro Blanco”, opuesto al “Socorro Rojo”, y luego detenido por las autoridades franquistas por masón. También Salvador Delgado Ureña Roldán fue arrestado por los milicianos del Frente Popular acusado de colaborar en la fuga de prisioneros del bando rebelde. Sin embargo, luego fue acusado por los “nacionales” de masón y, por tanto, de “rojo”. Otro masón de derechas, Marcelino Aguirre Victorero, grado 33, cuya ficha policial hacía constar que había sido “perseguido por los rojos”, fue encarcelado en noviembre de 1937 a los 74 años de edad por ser masón, y dos años después, condenado a destierro. Igualmente sucedió con Carlos Pérez Arias, Máximo Mata Cubria y tantos otros masones asturianos...

De entre los nobles titulados, hay que destacar a un Grande de España; Salvador Samá Sarriera, marqués de Marianao, monárquico y de derechas, perseguido por el Frente Popular, refugiado en Francia, colaborador del Bando Nacional y luego condenado por las autoridades franquistas a 20 años y un día de cárcel por delito de masonería (ver su biografía en este Museo).

Mención especial hay que dedicar a los masones asesinados en ambos bandos en los primeros meses de la Guerra Civil española. Pero ahora debemos insistir, por ser menos conocido, que hubo masones de derechas o de centro-derecha que fueron asesinados o ejecutados por el Frente Popular por sus ideas políticas. Por todos ellos, citaremos el caso más conocido de los masones Melquiades Alvarez, Rafael Salazar Alonso y Manuel Rico Avelló, detenidos en la cárcel Modelo de Madrid en julio y agosto de 1936, junto con otros significados conservadores como los ex-ministros, Álvarez Valdés y Martínez de Velasco, los falangistas Fernando Primo de Rivera, hermano del fundador de la Falange, el aviador Julio Ruiz de Alda, el doctor Albiñana, el comisario de policía Martín Báguenas y los generales Capaz y Villegas, todos ellos sacados por milicianos anarquistas en la madrugada del 23 de agosto de 1936 y asesinados en la Pradera de San Isidro de Madrid. O del general masón, Eduardo López-Ochoa, asesinado por los milicianos de Madrid, cuya cabeza fue paseada en el extremo de una pica.

Citaremos a continuación a algunos de los masones afiliados a partidos políticos de centro o de derecha como la Unión Monárquica Nacional, la Derecha Liberal y especialmente el Partido Republicano Radical fundado por Alejandro Lerroux en 1908 que, tras ganar las elecciones de 1933, gobernó la República con el apoyo de la CEDA de José María Gil-Robles. Entre los masones que militaban en partidos de derechas encontramos a Juan Sarradell Farrás (1894-1962), iniciado en la logia “España” n.º 22 de Sevilla que trabajaba bajo patente del Gran Oriente de España, aunque luego se incorporó a la logia “La Unión” n.º 9 de Madrid y a la “Hiram” n.º 95, en la que resultó elegido Venerable Maestro en 1933. Fue diputado a Cortes en 1919 por el partido Unión Monárquica Nacional de Santiago Alba, Secretario del Congreso de los Diputados y en 1923 era nuevamente diputado de la Unión Monárquica Nacional. Por su parte, el magistrado sevillano de ideología conservadora, Manuel Figueroa Rojas, había sido iniciado el 15 de abril de 1915, en la logia “Ibérica” de Madrid, adscrita al Gran Oriente Español, con el nombre simbólico Humildad. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, fue apoderado e interventor de los candidatos monárquicos. Con la República, se afilió al partido de Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura, Derecha Liberal Republicana, fue elegido en febrero de 1936 diputado por la coalición electoral de derechas creada en torno a la CEDA, e ingresó luego en la Unión Republicana de Diego Martínez Barrio. En septiembre de 1936 fue detenido por los milicianos acusados de ayudar a los sublevados. Se exilió en 1937 en París, Bruselas, Londres y finalmente Cuba. Un curioso caso fue el del jienense Joaquín Pérez Madrigal (1898-1974) masón desde 1927, diputado radical en 1931 por Ciudad Real (Lerroux), que se afilió a la CEDA y durante la Guerra Civil se adhirió al Bando Nacional y colaboró en Radio Nacional en un programa titulado “El Miliciano Remigio” que ridiculizaba a los milicianos. En 1955 se pasó al catolicismo anteconciliar y en 1964 fundó la revista integrista ¿Qué pasa? Otro caso parecido fue el de Francisco Ferrari Billoch (1901-1958), periodista que durante la II República combatió el marxismo y la masonería, luego se adhirió a la causa Nacional y alcanzó cierta fama por publicar libros antimasónicos y anticomunistas como La masonería al desnudo. Logias, desenmascaradas (1936), Entre marxistas y masones (1937), Masones. Así es la secta. Las logias de Palma y Ibiza (1937), Mallorca contra los rojos: fracaso de los desembarcos marxistas en la isla: diario de un combatiente (1937), entre otras. Sin embargo, Ferrari había sido iniciado en la logia "La “Unión” n.º 9 de Madrid (GOE), por lo que fue encarcelado y procesado, aunque finalmente reconciliado. Otros ejemplos fueron los de Tomás Cruz García, diputado de la CEDA en 1933, o el médico Gonzalo Ferrey Fernández, Hermano de la logia “Evolución” n.º 7, que era concejal del Ayuntamiento Almería por la Derecha Liberal Republicana.

Mayor concentración de masones tuvo el Partido Republicano Radical debido a la condición de masón del propio fundador. En efecto, Alejandro Lerroux García (1864-1949) ingresó en la masonería en 1886, probablemente en la logia “Antorcha” de Madrid del Gran Oriente de Pérez, con el nombre simbólico de Giordano Bruno. En 1901, 1903 y 1905 fue elegido diputado a Cortes visitando alguna logia como la “Redención” de Barcelona, afilándose en 1917 a la logia “Adelante” n.º 8 de la ciudad condal. En 1932 lo encontramos afiliado a la logia “La Unión” n.º 9 de Madrid. Durante la Guerra Civil envió varias cartas de adhesión a Franco. Así el 18 de julio de 1937 le decía “en el día de hoy se cumple año del alzamiento nacional que con el Ejército a la cabeza se inició para salvar a España de la anarquía y de la barbarie... Y me permito celebrar en mi soledad este aniversario, ratificando por escrito mi adhesión leal y desinteresada al hombre que por designio providencial asume la representación nacional”. A pesar de su ideología conservadora y de ofrecer su colaboración a Franco, fue condenado en 1945 por el Tribunal de Represión de la Masonería “a la pena de doce años y un día de reclusión menor y accesorias”, aunque se le permitió regresar a España en 1947, en donde falleció dos años después.

De entre los masones afiliados a su partido podemos citar al catedrático de la Escuela Industrial, Pedro Armasa Briales, dirigente de la Alianza Republicana de Málaga y diputado por Málaga en 1931 y 1933 por el Partido Republicano Radical, que fue consejero de Estado y Subsecretario de Instrucción Pública en 1933. Formaba parte del ala más derechizada del Partido Radical de Lerroux, y en julio de 1936 escapó de los milicianos del Frente Popular refugiándose en Tánger. Había sido iniciado en septiembre de 1925 en la logia “Pitágoras” n.º 25 de Málaga del Gran Oriente de España, con el nombre simbólico Dantón, y alcanzó el grado 2º en junio de 1927 y el 3º en diciembre siguiente, en cuyo taller permaneció al menos hasta 1934. En 1941 el Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo le condenó a 20 años y un día de reclusión mayor. También cabe mencionar al industrial malagueño Francisco Burgos Díaz, vocal de la junta provincial de la Alianza Republicana de Málaga (1930), directivo de la Sociedad Económica de Amigos del País y diputado en 1933 por el Partido Republicano Radical, era masón desde 1917 con el nombre simbólico Sócrates, en la logia “Virtud” n.º 385 de Málaga. O al catedrático de la Escuela Normal de Magisterio de Córdoba, Ramón Carreras Pons, diputado a Cortes por Córdoba en 1931 por el Partido Republicano Radical, gobernador civil de Sevilla entre diciembre de 1935 y febrero de 1936, había sido iniciado en noviembre de 1924 en la logia cordobesa “Turdetania” del Gran Oriente de España, con el nombre simbólico Pitágoras, pasando al grado de compañero en noviembre, y al grado 3º en marzo de 1925. O al abogado sevillano y ministro del Tribunal de Cuentas, José Domínguez Barbero, también diputado a Cortes en 1931 por el Partido Republicano Radical, que fue iniciado en 1908 en la logia sevillana “Fe” n.º 261 del Gran Oriente de España, adoptando el simbólico Henri. Alcanzó el grado 18 y en 1921 se afilió a la logia “Isis y Osiris” de la misma Obediencia, solicitando plancha de quite en 1927. En 1944 el Tribunal de Represión le condenó a 12 años y un día de reclusión menor. También el fundador y director del periódico La Libertad (1908), José Marcial Dorado, diputado a Cortes por Sevilla en 1931 por el Partido Republicano Radical, fue iniciado en 1893 en la logia sevillana “Numantina” n.º 1, adoptando el simbólico Shakespeare, llegando a ser Venerable Maestro de la logia “Fe” n.º 261 en 1906 y grado 18 del escocismo bajo los auspicios del Gran Oriente Español. Otro vocal de la junta provincial de la Alianza Republicana de Málaga (1930), José Martín Gómez, diputado en 1933 por el Partido Republicano Radical, era masón de la logia “Patria Grande” n.º 18, con el nombre simbólico Atila, bajo el Gran Oriente de España.

Caso singular es el de Manuel Moreno Mendoza, masón durante más de cuarenta años, alcalde de Jerez de la Frontera entre abril de 1931 y noviembre de 1933, y diputado en las elecciones de 1931 por el Partido Republicano Radical, permaneciendo fiel a Lerroux tras su separación de Martínez Barrio. Fue iniciado en 1897 en la logia “El Pelicano” n.º 120 del Gran Oriente Ibérico, con el nombre simbólico Jesús, fundando luego otros talleres de los que fue Venerable Maestro, llegando a presidir la asamblea del Gran Oriente de España celebrada en Madrid en 1916. Falleció durante la Guerra Civil.

Otro masón fiel a Lerroux, tras la escisión de Martínez Barrio en 1934, fue José Pérez de Rozas Masdeu, diputado por Jaén en las elecciones de 1933 por el Partido Republicano Radical, y luego gobernador Civil de Oviedo. Había sido iniciado en 1922 en la logia “Fénix” n.º 381 de Barcelona, por lo que en 1943 fue condenado a 12 años de reclusión mayor por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. También permaneció fiel a Lerroux el Presidente del comité provincial del Partido Republicano Radical en Huelva, Fernando Rey Mora, diputado a Cortes en las elecciones de 1931 y 1933 por dicho partido, que volvió a presentarse en 1936 en la candidatura de centro-derecha. Fue asesinado en Madrid, en agosto de 1936, por milicianos del Frente Popular en la cárcel de Porlier. Había sido iniciado en la logia del Gran Oriente de España, “Luis Simarro” n.º 3 de Madrid, adoptando el nombre simbólico Wagner. Fiel lerrouxista fue José Terrero Sánchez, catedrático y Director del Instituto de Segunda Enseñanza, diputado por Huelva en 1931 por el Partido Republicano Radical, vicepresidente provincial de la Liga de Derechos del Hombre en 1933, miembro de la comisión de Instrucción Pública de las Cortes, y gobernador Civil de Valencia en 1934. Fue iniciado en 1927 en la logia “Minerva”, usando el simbólico Apolodoro, y se afilió a la logia “La Transigencia” n.º 37, ambas de Huelva y adscritas al Gran Oriente de España.

De ideología conservadora era Antonio Tuñón de Lara, catedrático del Instituto de Bachillerato de Almería, fundador y miembro de la junta provincial de la Alianza Republicana de Almería, saliendo elegido diputado por Almería en las elecciones de 1931 y 1933 por el Partido Republicano Radical. Había sido concejal durante la Dictablanda del general Berenguer, gobernador Civil de Cáceres en 1931 y Director general de Beneficencia con el Gobierno de Lerroux. Había sido iniciado en diciembre de 1918 en la logia “Ibérica” n.º 7 de Madrid y adoptado el nombre simbólico Rousseau. En marzo de 1919 estaba afiliado a la logia “Evolución” n.º 403 y en 1926 a la logia “Progreso” n.º 28 del Gran Oriente de España, de cuya Obediencia llegó a ser Gran Maestro Adjunto en 1933. También fue de derechas Eloy Vaquero Cantillo, jefe provincial y miembro del Comité Ejecutivo Nacional y diputado a Cortes por Córdoba en 1931 y 1933 en nombre del Partido Republicano Radical, Alcalde republicano de Córdoba, de la Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Artes de Córdoba, ministro de la Gobernación desde octubre de 1934 y luego ministro de Trabajo, Sanidad y Previsión. Tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, huyó a Londres, La Habana, Caracas, México, estableciéndose finalmente en Nueva York, como catedrático de la Universidad de Columbia. Había sido Iniciado en julio de 1917 adoptando el simbólico Cavour. En 1931 era vocal suplente de la comisión permanente del Gran Oriente Español. Condenado por el Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, murió exiliado en Nueva York en 1960.

Otros políticos masones de derechas fueron el catedrático Miguel Rivera, miembro del Partido Radical e iniciado en la logia “Miravete” de Murcia en 1921 adscrita a la Gran Logia Regional del Sudeste; Antonio Guallar Poza, diputado oscense en 1931, el dirigente radical lerrouxista Rafael Ulled, impulsor del asociacionismo aragonesista, O el abogado y concejal Antonio Rodríguez y García-Alarcón, el capitán de Carabineros y ex-miembro del Partido Radical, Juan García Souviere. O Juan Cantizán Aranda y Juan Braulio García García, concejales durante la Dictadura de Primo de Rivera y luego republicanos moderados de Constantina (Sevilla), que fueron ejecutados por el Frente Popular.

Pese a todo, muchas logias seguían siendo un espacio de convivencia entre personas de ideologías distintas. Por poner un ejemplo, en Motril (Granada), la logia “Generalife” integraba a masones de varias tendencias políticas, incluidas las de derecha y centro-derecha. Así, José del Rosal Cobo, alcalde, militaba en el Partido radical; Francisco Monferrel Moreno, iniciado en 1923, estaba afiliado desde 1933 al partido derechista de José Calvo Sotelo y en 1936 publicaba artículos contra la Republica y la democracia, por lo que fue encarcelado en Motril. Juan García García, militante de la CEDA, fue fusilado por el Frente Popular el 8 de agosto de 1936; Mariano Consuegra Cuevas, militante granadino de la CEDA, fue igualmente fusilado por el Frente Popular el 27 de septiembre de 1936.

Algunos de estos masones y políticos de derechas, desempeñarían un papel activo en apoyo de los sublevados del llamado Bando “Nacional”, como el farmacéutico masón Federico Molini que, alistado en las Milicias Nacionales, puso gratuitamente su farmacia y laboratorio al servicio de las tropas sublevadas. También hubo masones falangistas como José Lira Pacheco, empleado del Ayuntamiento de Constantina, o el médico falangista, masón y diputado provincial de Unión Republicana, Manuel Muñoz Conde, que se alistó en el Bando Nacional y falleció en noviembre de 1936 en el frente de Madrid.

También hubo masones fascistas como el italiano afincado en España, Rodolfo de Micheli (1879-1932), conde de Rocabezana. El conde de Rocabezana entró en la masonería bajo el nombre simbólico Mazzini, y estaba afiliado a la logia “Cavalieri de Scozia”. En 1922 formaba parte de la logia “Redención” de Barcelona, adscrita a la Gran Logia Española, y en 1924 consta también en la logia “Ibérica” de Madrid, que trabajaba bajo los auspicios del Gran Oriente Español, y en su Supremo Consejo del Grado 33 en el que detentaba el grado máximo. Por sus excelentes relaciones con los dignatarios de sendas corporaciones, éstas le habían nombrado su representante ante los organismos masónicos internacionales, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1931.

En suma, como la lista de masones políticamente moderados podría alargarse con facilidad, creemos suficientes los ejemplos expuestos para desmontar el impreciso tópico que en España identifica masonería e izquierdismo.

Extractado de: Javier Alvarado Planas, Masones en la nobleza de España, Madrid, 2016, pp. 315-325.

            
  

 

 
             
  

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