Blasco Ibañez

Blasco Ibáñez

El insigne escritor y político valenciano universal

 

Vicente Blasco IbañezVicente Blasco Ibáñez nació en Valencia el 29 de enero de 1867 y murió el 28 de enero de 1928 en Menton, (Francia).

Se le considera uno de los mejores y sobre todo el más universal de los escritores valencianos siendo ampliamente conocido aun a pesar del ostracismo y olvido impuesto tradicionalmente a su persona por los grupos sociales y políticos conservadores debido a su ideología antimonárquica y anticlerical. De carácter emprendedor, rebelde, apasionado y vehemente destacó en la literatura, el periodismo, como conferenciante y en política siendo además colonizador de tierras en Argentina. Siempre se implicó en los problemas de la vida política y social de Valencia

Su temple y genio se fraguó de muy joven influido por la lectura de las obras de los grandes escritores franceses del siglo XVIII y XIX y fue especialmente impactado por “Los miserables” de Víctor Hugo en la que el autor hace la defensa de los oprimidos independientemente del lugar o situación. La lectura de estas obras le condujo a convertirse en un agitador de masas en defensa de los más desafortunados como posteriormente demostró en sus escritos, discursos y actividades sociales.

Estudió Derecho en la Universidad de Valencia y durante su permanencia en ésta participó en acciones de agitación republicana y anticlerical. Dada su inquietud social ingresó con 20 años en la masonería (6 de febrero de 1887) adoptando el nombre simbólico de Danton. La adopción de este nombre simbólico es clarificador de sus ideas y preocupaciones: Georges-Jacques Danton (1759 – 1794) fue un político francés que desempeñó un papel muy significativo durante la Revolución francesa siendo miembro de la Comuna y que 1790 fundó La Sociedad de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Como masón estuvo afiliado en la Logia Unión nº 14 y posteriormente Acacia nº 25 y siempre tuvo presente los principios de la Orden.

Su sensibilidad ante los problemas sociales se plasmó formando parte del grupo de poetas apellidado “de alpargata” cuyas actividades se desarrollaban en fiestas populares en contraste con los “de guante” que lo hacían en las de las gentes acomodadas. En la génesis de la sociedad Lo Rat Penat el dilema era participar o abstenerse. En favor de la primera opción contaba con la complicidad de Constantí Llormbart, su maestro y mentor. En contra de la segunda el hecho que la nueva sociedad iba a ser respaldada tanto por las autoridades locales como por los sectores burgueses más influyentes de la sociedad valenciana pero con baja preocupación por los problemas de las clases más desfavorecidas. Su decisión fue abstenerse ya que la segunda opción le imposibilitaba de cualquier actuación de carácter reivindicativo. La sociedad valenciana de su tiempo se caracterizaba por su ignorancia, pobreza generalizada y creencias religiosas tradicionalmente opuestas al progreso y Blasco necesitaba denunciar los abusos y contribuir al progreso del pueblo.

Se implicó en la vida social de Valencia descubriendo que era capaz de seducir, ilusionar y arrastrar no solo con sus escritos sino sobre todo con su elocuencia. En 1894 fundó el periódico El Pueblo que le sirvió de plataforma para manifestarse como partidario de la República siendo detenido y condenado a prisión durante varios meses. Entre 1898 y 1907 fue diputado en el Congreso por el partido Unión Republicana y posteriormente por discrepancias por el Partido de Unión Republicana Autonomista.

Tanto en El Pueblo como en tertulias y charlas utilizaba un leguaje desenfadado, audaz, atrevido e incluso insolente dando proximidad a sus conciudadanos. Con este lenguaje arrastraba a lo que se comenzaba a llamarse las clases trabajadoras, un movimiento social de nuevo cuño que aparece con la industrialización. En Valencia se crearon ocho casinos republicanos en distintas distritos de la ciudad, casinos que eran frecuentados por ciudadanos con sensibilidad republicana e inquietos socialmente, ciudadanos que El Pueblo los podía convertir en cualquier momento en agitadores sociales que se movilizaban a favor de las escuelas laicas o en que bloqueaban la conferencia de un político conservador. Este movimiento de masas llamado “blasquismo” fue fundamental en Valencia de su tiempo ganando todas las elecciones entre 1898 y 1933.

Por su activismo político fue apresado tres veces: por una algazara anticlerical, por una campaña contra la guerra de Cuba y por encabezar manifestaciones contra la monarquía.

Entre la última década de siglo XIX y la primera del XX escribió sus mejores novelas, unas con temas vinculados a Valencia (Arroz y tartana, Cañas y barro,..) y otras sobre aspectos sociales (La Catedral, La bodega,…). Con su amigo Francisco Sempere fundó la editorial Prometeo en la que además de sus propias obras publica las de autores clásicos y contemporáneos a precios populares.

Como diputado (1898 y 1905) viaja a Madrid confraternizando con los hermanos Mariano (escultor) y Juan Antonio (pintor) Benlliure y se relaciona con intelectuales del momento. Posteriormente abandona la política activa y se traslada a vivir en Madrid centrándose en su actividad como escritor y promotor literario y relacionándose con el mundo artístico, liberar, feminista y republicano de la capital.

Invitado a dar unas conferencias en Buenos aires se desplaza a Argentina y conoce la Patagonia decidiendo realizar una gran obra de colonización. Compró extensiones de terreno y realizó las canalizaciones correspondientes llevando agricultores de Valencia fundando dos comunidades: Nueva Valencia y Cervantes; sin embargo todo el proyecto resultó en un gran fiasco regresando a nuestro país totalmente arruinado.

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) visitó los frentes y escribió una novela sobre la misma, novela que publicó en 1916 con el título “Los cuatro jinetes de la apocalipsis”, cuya versión inglesa fue uno de los libros más vendidos en los EEUU en el año 1918, y que posteriormente fue llevada al cine siendo protagonizada por Rodolfo Valentino.

En un viaje a Valencia en 1921 su recibimiento fue apoteósico siendo acogido con admiración, entusiasmo y fervor y las autoridades decidieron que la calle en la que nació recibiera su nombre. Blasco es convertido en símbolo y con su presencia se organizan diversas manifestaciones multitudinarias en apoyo de la república.

Posteriormente y desde París, donde reside como exilado de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) escribe artículos denunciando la situación en nuestro país y el apoyo dado por rey a la dictadura financiando además la revista “España con honra” órgano de los exiliados españoles.

Murió el 28 de enero de 1928 un día antes de cumplir 61 años como resultado de una neumonía complicada con una diabetes crónica en su residencia Fontana Rosa en Menton (Costa Azul francesa). Hubo que esperar hasta el 29 de octubre de 1932, ya proclamada la Segunda República, para que sus restos volvieran a la ciudad que le vio nacer que los recibió con verdadera emoción y entusiasmo. El sarcófago con los símbolos masónicos diseñado por su amigo Mariano Benlliure nunca ha sido utilizado ya que la dictadura franquista intentó hacer desaparecer su memoria. Sus restos se encuentran actualmente en un pequeño nicho de cementerio de la Ciudad de Valencia.

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