Las Baldosas
Baldosa
Algo que primeramente llama nuestra atención al ingresar a un Templo Masónico posiblemente son las baldosas puestas de una manera algo particular y conocida por los iniciados.
Normalmente la baldosa es una pieza de mármol, cerámica o piedra, generalmente fina y pulimentada, de forma cuadrada o rectangular, que se usa en suelos y muros.
Su voz de origen es incierta, quizás de un compuesto hispanoárabe formado por balâṭ y allausa “ladrillo o pavimento de losa”.
Resalta en ella su distribución en dos colores: blanco y negro, lo cual ya nos lleva a una serie de interpretaciones simbólicas seguramente.
En fin, esta pieza es muy esencial para comenzar a descifrar sobre los valores simbólicos que posee la orden y que a continuación se presenta.
La Baldosa y su color en un templo.
Como se mencionara más arriba, está conformada dentro de los templos por dos colores paradójicos, muy relevantes para la orden.
Entonces se debe señalar que el blanco, es el color que contribuye con paz y prosperidad, alivia la sensación de desespero y de shock emocional, ayuda a limpiar y aclarar las emociones, los pensamientos y el espíritu.
El blanco es el color que puede hacer sentir a uno autónomo y dejar de lado las opresiones. Nos indica la necesidad de tiempo y espacio en la vida al sentirse uno oprimido.
Un desmedido blanco, cuando no es necesario, puede concebir un sentimiento incluso de soledad e indiferencia, porque el blanco nos separa de las otras personas.
Para la masonería es el símbolo que representa a la pureza y está asociado a al signo zodiacal de Cáncer.
Con respecto al negro pertenece al reglón de los colores no vivos o neutrales. Este color es el antípoda del blanco, ya que este último domina a todos los demás colores; mientras que el primero es la ausencia de todos ellos.
Se asocia el color negro con el silencio, lo eterno y la fuerza pasiva femenina y misteriosa. En la masonería también representa autoridad, rectitud, formalidad, y, en ocasiones, puede significar inexplorado, impuro e inicuo.
El color negro es a la vez de protección o resguardo y está asociado al signo Capricornio.
En conclusión, se puede señalar que las baldosas blancas y negras, como base de lo inseparable que nos rodea, nos muestra que a pesar de la diversidad existente en el cosmos y de la contrariedad de toda la naturaleza, anida la más perfecta armonía.