VI
Gran Asamblea del GOFMU
Tema social
"En
el contexto de crisis actual ¿educar a quién y para qué? Bases para el
desarrollo del hombre biológico, espiritual e intelectual"
(síntesis)
Para
educar es imprescindible armonizar. Atender el equilibrio del ser humano en
todos sus aspectos: biológico, espiritual e intelectual. En el primero,
atendiendo la calidad de vida, derecho a salud, alimentación y vivienda y
permitiendo que cada persona desarrolle sus capacidades buscando dar lo mejor de
sí mismo, en un entorno de valores éticos y morales donde pueda procurar su
bienestar, el de su núcleo familiar y el de su comunidad. Esto último es un
aspecto clave, dado que si cada uno de nosotros además de dar lo máximo de sí
mismo aporta a su comunidad, ésta se desarrollará con más fuerza, devolviéndonos
en oportunidades nuestros aportes individuales.
En lo espiritual, nos referimos a la imprescindible paz y equilibrio interior
que son fuente de energía, que nos permiten crecer y trascender positivamente en
fuerte compromiso hacia los demás, y que son totalmente independientes de dogmas
y presupuestos religiosos que atentan contra la libertad absoluta de conciencia
y el libre albedrío.
En lo intelectual, la capacidad de superarnos a pesar de las adversidades,
buscando mecanismos que modifiquen y adapten el sistema educativo, sus programas
y sus docentes a las realidades cada vez más cambiantes e inciertas, promoviendo
la creatividad, comprendiendo los problemas de las nuevas generaciones para que
a su vez entiendan que la educación es la opción más viable y su mayor
esperanza.
Si antes se educaba para el presente, hoy día se debe educar para un futuro
incierto. La velocidad y magnitud del cambio social hace que aquellos que
piensan educar para el presente. Estén en realidad educando para un pasado que
no volverá a existir.
Debemos resaltar como última reflexión que el deber supremo de la educación en
su conjunto es darle la capacidad a quien la recibe, de encontrar el sentido
trascendente de la vida.
Lo académico junto con lo espiritual, lo moral y hasta las normas más básicas de
urbanidad, moldean al niño en la clase de adulto en que se convertirá, el cual a
su vez, en el futuro, será educador de las generaciones posteriores.
Educando modificamos a la persona y ésta a la sociedad, la cual aspiramos y
tenemos el deber de mejorar. Este es un concepto importante, porque no sólo
somos receptores de una situación predeterminada: al mundo lo creamos o lo vamos
creando todos en nuestro acontecer diario.
Documento aprobado
por la VI Gran Asamblea del GOFMU el 12 y 13 de diciembre de 2003.
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