VII
Gran Asamblea del GOFMU
Tema social
"Juventud
y Masonería en el siglo XXI"
(síntesis)
Para
¿En qué forma podría la Masonería participar, hacer participar, o incidir para
que nuestra Juventud encuentre su camino, sin rozar los límites de su discreción
y sin exponer sus misterios secretos?
Estamos seguros que la Juventud puede jugar un papel más que importante en la
renovación de la Masonería en su búsqueda del progreso del hombre y la sociedad
en su conjunto.
Deberíamos poder demostrarle que hay cosas que se pueden hacer y que se pueden
cambiar, que ellos son parte de esta sociedad, y que todos somos personas
responsables e importantes, nadie es más que nadie en una sociedad, cada uno
debe cumplir su rol de la mejor manera posible y a ellos les toca uno de los más
importantes, ser comprometidos y responsables, para hacerse cargos de sus vidas
y de la sociedad toda en un futuro que está ahí, muy cerca, porque entre la
juventud y la madurez no hay grandes franjas, son límites muy cercanos.
El camino del autoconocimiento y en definitiva, la búsqueda de la verdad, es un
proceso individual, interno, donde “el darse cuenta” es un espacio que se gana
en el trabajo fecundo, convirtiendo nuestras propensiones subconscientes en
fuente de nuevos conocimientos sobre nosotros mismos.
La Masonería debe ser un espacio que invite a buscar la verdad que los jóvenes
necesitan buscar, mejor dicho las distintas verdades que todos necesitan buscar,
y especialmente la de las distintas juventudes, ya que la juventud no es
homogénea. Que sean nuestras actitudes y no nuestras palabras las que motiven a
conocer nuestras herramientas para transitar con libertad en un mundo más
igualitario y más fraterno.
La Masonería debe consensuar, desde sus propios escenarios y su sistema de
valores, cómo llegar al sujeto joven en esta emergencia de desesperanza social.
Nuestro trabajo es imaginar espacios y/o dispositivos culturales de integración
social para toda la Juventud. Asimismo, aportar al ineludible y necesario “punto
de encuentro” entre el mundo cultural joven y el adulto.
El desafío podrá ser, tal vez, pensar juntos, cuáles y qué nos dicen las
“señales” de la Juventud, y manejar la comprensividad del compás masónico para
trazar el círculo de esperanza y que la Masonería contenga a la Juventud y la
Juventud contenga a la Masonería.
Los Francmasones del Gran Oriente de la Francmasonería Mixta Universal, desde su
ingreso a la Orden, hacen suyo este compromiso de construirse a si mismos y
simultáneamente construir una Humanidad más libre, más tolerante, y más
fraterna. Estamos de lleno entonces en la construcción de la Civilización del
Porvenir. Y es en esta construcción donde se entronca de la manera más
particular la relación de la Masonería con la Juventud.
En la Masonería, donde trabajamos en la mayor igualdad, los jóvenes hallarán un
ámbito donde expresarse, ser escuchados, y desarrollar su personalidad e
intelecto, de acuerdo a sus intereses y gustos personales.
La Masonería da a los jóvenes un discurso coherente, reflexivo, y fuertemente
ético, que los convocará a la discusión y a la acción; encontrarán nuevos
espacios desde los cuales se coordinen el desarrollo de diversos estilos de
acción y pensamiento. Para que desde una perspectiva generacional, laica y
progresista, se levanten modelos de acción consecuentes con una Juventud que
pretenda influir positivamente dentro de la sociedad. Para que así, cada cual,
desde sus propias perspectivas lleve al mundo exterior nuestros principios.
La Masonería, preparará de esta manera, jóvenes que sean protagonistas de los
espacios que libremente decidan ocupar en la sociedad.
Si en el pasado la Masonería fue una corriente constructora, si en el pasado
libró mil batallas simultáneamente en mil frentes; si en el pasado supo
llevarnos a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión, a la libertad
de manifestación de las ideas, a lograr un tipo de sociedad en la cual el hombre
pudo vivir en paz con su conciencia; hoy, en el presente, tiene mucho que hacer
para lograr que la Justicia social sea una realidad y para conjugar esa Justicia
social con la verdadera democracia, pero, sobre todo, con los valores supremos
de la Institución Masónica, que son la Libertad, la Igualdad, y la Fraternidad.
No creemos que haya cambiado la esencia del Hombre, pero cada vez se toma menos
tiempo para descubrirla. Está en todos y cada uno de nosotros el ayudar a los
jóvenes a vivir mejor en el siglo que les tocó vivir.
El mundo se ha transformado, es hoy competitivo y tecnológico, pero si bien la
tecnología ha sustituido parte de la educación humanista en los jóvenes, igual
siempre habrán los que serán rescatados y se destaquen en su vida profana,
estimulados por las enseñanzas masónicas.
Aquellos sensibles, serios, responsables y con valores firmes, que los hay,
pueden ser los jóvenes masones de hoy, que serán a su vez los maduros masones
del mañana.
La Masonería necesita de la energía, la inventiva, la creatividad de los
jóvenes, que junto a nuestros experientes maestros darían la forma justa y
perfecta para que nuestra Institución perdure por y para siempre.
Documento aprobado
por la VII Gran Asamblea del GOFMU el 10 y 11 de diciembre de 2004.
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