Nuestra Logia
Nuestra logia
La Logia Lluis Vives nace durante el verano de en Valencia, obteniendo su Carta Patente Provisional el de ese mismo año, siendo ratificada y obteniendo la Carta Patente Definitiva durante la Gran Asamblea de . Se constituye como taller mixto, compuesto por hombres y mujeres en igualdad de condiciones y trabajando en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el más utilizado dentro de la Gran Logia Simbólica Española. Hasta ese momento, no existía en la Comunidad Valenciana logia alguna de carácter mixto perteneciente a una Orden Masónica netamente española, siendo todas masculinas o pertenecientes a obediencias extranjeras con implantación en España.
La mixticidad
Respetando sinceramente la existencia de talleres masculinos y/o femeninos exclusivamente, consideramos la mixticidad esencial para el desarrollo integral del método masónico. Estando compuesto nuestro universo por ambos sexos, “necesitamos” la presencia tanto de Hermanos como de Hermanas para que nuestra “obra” pueda llegar a completarse lo más justa y perfecta posible.
La tolerancia
Las diferencias entre Hermanos, lejos de ser motivo de disputa, nos enriquecen. Así, nos enorgullecemos de ser un taller donde cada uno de nosotros mantiene distintas posturas en cualquier campo, incluyendo, ¿por qué no?, el político y el religioso. Pero teniendo siempre presente que nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás y que el respeto y la tolerancia son fundamentales tanto dentro como fuera de la Logia.
La discreción
Cada masón es libre de comunicar su pertenencia a la Orden, siendo esta decisión respetada –constituye además una de las obligaciones de los Hermanos- por el resto. Habida cuenta de las persecuciones que la Masonería ha conocido a lo largo de su historia y de la leyenda oscurantista que, aún hoy, la rodea, es comprensible la discreción de la que la mayoría de los Hermanos y logias hacen gala. No obstante, consideramos también que esta misma discreción origina y/o propicia equívocos y malentendidos por el propio desconocimiento que la sociedad tiene de nuestras actividades.
Proyección social
Asimismo consideramos que nuestro trabajo debe ir más allá de la asistencia a las actividades de nuestro taller y los Hermanos y Hermanas que lo deseen y de manera voluntaria proyectar nuestros trabajos también hacia la sociedad, mediante conferencias, publicaciones, foros o cualquier otra actividad que permita nuestro acercamiento a esta misma sociedad, hasta lograr que en un futuro –esperemos que no muy lejano– los masones seamos considerados, a semejanza de nuestros Hermanos de otrosmuchos países, como miembros de una organización respetada por todos.
El nombre de nuestra logia
La figura del humanista y filósofo valenciano Lluis Vives, desde siempre emblemática en nuestra ciudad tanto por su calidad humana como intelectual, ha dado a lo largo de la historia nombre a importantes asociaciones de reconocido prestigio, foros, academias, institutos, etc.
La filosofía del humanista valenciano Juan Luis Vives, constituyó un intento de superar la escolástica medieval mediante el empleo de nuevos métodos educativos y la ordenación de diferentes campos del saber en un conjunto armónico y unitario.
Vives nació en Valencia el . De origen judío, el auge de la Inquisición Española lo indujo a abandonar su patria cuando contaba con 17 años de edad. De hecho, gran parte de su familia, incluidos sus padres, fueron condenados por el Tribunal de la Santa Inquisición y los bienes familiares de los Vives incautados. Tras cursar estudios de humanidades en París, fue nombrado en , profesor de lenguas clásicas del Colegio de Lovaina, Flandes, y cuatro años después marchó a Inglaterra como tutor de la princesa María, hija de Enrique VIII. Fue amigo de los principales humanistas de la época, entre ellos Erasmo de Rótterdam y el británico Tomás Moro. En regresó a Flandes y fijó su residencia en Brujas, donde pasó el resto de su vida entregado al estudio y a la redacción de sus obras.
El eje central del pensamiento de Vives fue su rechazo hacia el saber y los estudios escolásticos dominantes de la época, que consideraba lastrados por un exceso de logicismo y vacía dialéctica y su convicción de que el progreso de la filosofía y las ciencias solo sería posible, según expresó en “De disciplinis libri XX” (, veinte libros sobre disciplinas) mediante la observación directa de los fenómenos y el ejercicio del método inductivo.