RITO FRANCÉS: ORÍGENES
EL RITO DE LOS ANTIGUOS DEBERES
Cuando en 1337 comenzó en Inglaterra la guerra de los cien años, la necesidad de soldados y de dinero obligó a cerrar las costosas canteras góticas y propició la creación de un sindicato para dar trabajo a los masones en paro que no habían ido a la guerra: se creó la francmasonería (1356: Reglamentos para los Masones de Londres). Dicha sociedad se componía entonces únicamente de compañeros y maestros y sólo recibía aprendices en su seno.
Dicha recepción se efectuaba durante el transcurso de un rito: el Rito de los Antiguos Deberes, durante el cuál se leía al recipiendiario un libro en el que estaba consignada la historia legendaria del oficio, un elogio de las siete artes liberales y los diversos textos morales que era necesario respetar en el oficio y en su vida de ciudadano.
Este primer rito masónico, que ha sido dado a conocer por varios manuscritos, permanecerá en vigor hasta 1729.
La ceremonia de recepción comprendía tres momentos sucesivos:
* El nuevo miembro pone la mano sobre el Libro de los Deberes del oficio, mientras se da lectura a los preceptos que contiene.
* Breve exhortación solemne, para exigir al postulante el respeto por estas reglas.
* Finalmente, una advertencia para exponer al postulante que cometería una grave falta ante Dios si faltase a su palabra de respetar estos deberes.
EL RITO DE LA PALABRA DE MASÓN
La llegada del reformador calvinista John Knox (1514-1572) a Escocia para llevar allí la reforma fue origen de profundas agitaciones en el terreno de la organización de cofradías hasta el momento católicas. Inmediatamente, los masones neoconversos que se hicieron presbiterianos (confesión cristiana propia de Escocia) desearon a su vez reformar la práctica de las antiguas reglas y llegar a una lectura solamente escrituraria (basada en la Biblia) de los deberes.
La reorganización de los deberes entrañó numerosos cambios en las logias operativas, que se hicieron más abiertas a la libre interpretación de las Escrituras según el principio de libertad de juicio preconizado por los reformadores.
El Rito de la Palabra de Masón habría sido elaborado en el seno de la logia calvinista de Kilwinning entre 1628 y 1637.
Los más antiguos documentos que le conciernen mencionan un ritual que consistía en recibir en logia a un nuevo miembro dándole un apretón de mano mientras se le comunicaba el nombre de las dos columnas del Templo de Salomón.
Los documentos más tardíos, sobre todo el “Manuscrito de Edimburgo”, que data de 1696 y era el ritual de la logia Canongate-Kilwinning, muestran notables evoluciones desde esa época. Mencionan especialmente un “catecismo” de preguntas y respuestas, la práctica de los cinco puntos del Compañerazgo, así como la transmisión de una palabra suplementaria en “M.B.” en el segundo grado.
El Rito de la Palabra de Masón es la forma original de los tres grados (aprendiz, compañero, maestro) practicados hoy por la casi totalidad de logias masónicas en el mundo.
RITO DE LOS MODERNOS
El Rito de la Palabra de Masón será transformado en un rito universal por la Gran Logia de Londres, permitiendo a la francmasonería acceder a un ecumenismo tolerante y
conciliador.
RITO FRANCÉS
Los exiliados británicos aportan el Rito de los Modernos, que será traducido, progresivamente, al francés.
De manera que el así llamado “de los modernos” resulta ser el verdaderamente antiguo, esto es, el decano de los ritos que practica la Masonería especulativa.