XII GRAN ASAMBLEA – DECLARACIÓN PÚBLICA – ANEXO 3

SÍNTESIS DEL TEMA SOCIAL

“CIUDADANÍA DIGITAL”
LA TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN CIUDADANA. QUÉ SABEMOS Y CÓMO NOS PREPARAMOS LOS MASONES PARA EL ABORDAJE DE ESTA NUEVA REALIDAD.

Como forma de introducción, podríamos citar que CIUDADANÍA es “el derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público”; y agregamos que CIUDADANIA DIGITAL, sería un conjunto de modelos de comportamiento que hacen al uso de la tecnología.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son un conjunto de servicios, redes, software, y dispositivos que tienen como fin la mejora de la calidad de vida de las personas dentro de un entorno y que se integran a un sistema de información interconectado y complementario.

Si hacemos un uso equivocado, negligente o erróneo de la tecnología o de la información seguramente no construiremos nada, porque, peor que no tener información es tener información errónea y peor que no tener tecnología es depender totalmente de ella.

La misma debe estar al servicio del ciudadano, quien, a su vez, al formar parte de una República debe tener para su uso una envolvente ética, que los abarque a todos por igual.

Se debe distinguir la existencia del llamado ”gobierno en red”, que a diferencia del gobierno electrónico es el entramado de vínculos entre organizaciones, a través de los cuales se prestan servicios, se gestionan actividades y se persiguen objetivos compartidos. La red resultante de estos vínculos, trasciende las fronteras de las instituciones públicas y se entrelaza con la sociedad, creando las bases de una sociedad conectada.

Y aquí es donde el carácter de la envolvente ética ha de primar bajo un marco sostenido de laicidad, pues la misma ha de estar al servicio de todos por igual, si no se quiere que las desigualdades aumenten su brecha diferencial.

La tecnología ofrece innumerables oportunidades para que un gran número de personas accedan y utilicen formas alternativas de comunicación pero la disparidad en el mundo de aquellos que tienen acceso y los que no, se está incrementando. Cuando utilizamos el concepto de brecha digital estamos haciendo referencia justamente a esta realidad.

La sociedad se segmenta entre aquellos que tienen la capacidad para utilizarlas de forma eficaz, accediendo a contenidos digitales de calidad debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica y aquellos otros a los que esta posibilidad aún les es negada e inalcanzable en buena medida.

Según la UNESCO “Aquellos que usan la alfabetización la consideran algo dado, pero aquellos que no saben utilizarla quedan excluidos de la mayor parte de la comunicación en el mundo de hoy”.

Esta brecha implica tres aspectos principales: la brecha global (que se presenta entre distintos países), la brecha social (que ocurre al interior de una nación) y la brecha democrática (que se refiere a la que existe entre quienes participan y quienes no participan de los asuntos públicos en línea).

La reducción de la brecha digital no pasa exclusivamente por aspectos de carácter tecnológico, sino que resulta de la combinación de factores socio-económicos, culturales, de infraestructura y tecnología. Por ello se deben promover políticas y acciones referidas a la educación, la formación,  la cultura y la equidad en el acceso a servicios de telecomunicaciones, redes digitales e infraestructura a toda la población.

Por ello, esto debiera principiar en la proclamación por parte de la República, de que “el acceso a la banda ancha es un derecho fundamental”, como lo propusiera el GOFMU recientemente en una Carta enviada a los candidatos a la Presidencia de la República.

El término opuesto a brecha digital es inclusión digital, y uno de sus aspectos, lo constituye la alfabetización digital.  Con “alfabetización digital” nos referimos a  aprender a leer y a escribir utilizando las TIC’s.  Lo importante no es solo fomentar el aprendizaje del manejo de las computadoras e Internet para ser usadas como fuentes de información, sino también su uso como herramientas de creación de contenidos, puesta en común de esos materiales y generación de una lectura crítica frente a las diferentes propuestas.

Como ejemplo, en Uruguay, es la AGESIC – Agencia para el gobierno electrónico y la Sociedad de la información y Comunicación – organismo estatal pensado y creado para promover el gobierno digital. Se le ha proporcionado una base legal importante desde donde trabajar, destacándose el decreto 450/2009, que fija las líneas estratégicas que a seguirse en materia de gobierno digital, a la vez que fija los principios en los que se basa el mismo, tales como transparencia, igualdad, accesibilidad, etc. Estableciendo que; “el Gobierno Electrónico avanza en el uso de las tecnologías con la finalidad de construir una Administración Pública enfocada en el ciudadano, siempre accesible y más cercana.

El Gobierno en Red le agrega una dimensión más a la meta: que el Estado interactúe frente a ese ciudadano como una unidad, evitando la repetición de trámites, e integrando los procesos administrativos entre los distintos organismos.” Entre sus planes para el período 2008/2010 se encuentran:

1.    “Equidad e Inclusión Social”:
2.    “Fortalecimiento Democrático”:
3.    “Transformación del Estado”:
4.    “Desarrollo de Infraestructura”:
5.    “Desarrollo Económico Basado en Conocimiento”:
6.    “Cultura, Educación y Generación de Conocimiento
7.    “Integración e Inserción Regional”:

Brindar entonces, al ciudadano, acceso a la información mejora la percepción de que las decisiones tomadas por el gobierno son rendidas a la ciudadanía, debiendo ese acceso hacerse efectivo para que la transparencia en la toma de decisiones gubernamentales sea real y no quede en el discurso y la demagogia.

Del análisis del tema surgen estas puntualizamos de ciertas áreas de incidencia a tener en cuenta : 1- Familia, 2- Educación, 3-Economía, 4- Gobernabilidad, 5-Ciencia y biología, 6-Seguridad, 7-Ser humano.

La digitalización no debe suprimir la intervención humana, la participación del individuo  es imprescindible porque estamos dotados de conciencia  es decir discernimiento y eso es algo que la tecnología no puede sustituir.

Debemos cuidar  no alterar la alquimia de los seres humanos y perder la riqueza de contacto personal.

En la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la Información  en Ginebra, Suiza, se propuso eliminar la brecha digital existente en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación en el mundo, específicamente de las telecomunicaciones  e Internet.-

La tecnología de la información (así como la tecnología en general) no es a priori, ni en si misma, buena o mala; por el contrario somos los seres humanos quienes la utilizamos y la dotamos de contenido. No existe tecnología “buena” ni “mala”, simplemente existen buenos y malos usos de la misma, cuya responsabilidad corresponden a los seres humanos involucrados en la implantación de ella; la tecnología está construida por personas y por tanto es falible y propensa a ser manipulada, razón por la cual, como masones, deberemos estar siempre alertas ante la trampa tecnológica, máxime teniendo en  cuenta la creciente dificultad y conocimientos requeridos para ejercer un control efectivo del ciudadano común sobre las tecnologías .

También puede exponer nuestra privacidad a extremos realmente peligrosos (como el caso “Echelon”, creada por un grupo de países con el fin de mejorar la seguridad antiterrorista, pero que intercepta diariamente más de 4 mil millones de comunicaciones privadas, violando flagrantemente la privacidad y los derechos humanos de millones de personas).

Es muy difícil establecer leyes para combatir estos delitos sin violar la soberanía de cada país.

¿Dónde queda mi privacidad si soy “observado” desde distintos ámbitos y quizás sin que yo lo sepa? ¿Cuáles son las reglas de juego de esa ciudadanía digital y quien las fija? ¿Quién controla que se cumplan las reglas de juego y quien castiga y cómo a los ciudadanos digitales?

No hay duda de que el uso de la tecnología, como una herramienta ha derivado en mejores condiciones de vida para el ser humano, pero sin embargo, también ha traído fallas de una mejor interacción social a todo nivel, deshumanizando la relaciones en el plano personal y transformándola al plano virtual, siendo su mayor peligro el de crear en los futuros ciudadanos el hábito de ser simple movedores de pensamientos ajenos, mutilándose así las ventajas del librepensamiento.

CONCLUSIONES

Los cambios ya se están realizando, a modo de ejemplo resaltamos la promulgación de una ley a través de la cual cualquier ciudadano puede acceder a la información pública así como  la creación de las agencias de la información.

Como masones, y como ciudadanos, debemos de acompañar esta nueva forma de ejercer la ciudadanía, más sencilla pero plenamente garantista de nuestros derechos. Todo cambio genera un trauma en la sociedad, sin embargo, una sociedad sin cambios esta destinada a marchitarse y perecer. Quizás, en tanto masones que trabajamos desde y hacia la sociedad, nuestra misión sea el guiar a la misma hacia una nueva era en donde más tecnología implique más ciudadanía.

Si como ciudadanos no tomamos conciencia de nuestro necesario compromiso con las Instituciones, de nuestro deber de defender los derechos individuales y colectivos, entonces la República es solo una utopía.

Desde nuestro papel en la masonería como desde la sociedad civil, estamos obligados a colaborar con la construcción de un ciudadano pleno, plural y democrático, como paso determinante en ultima instancia de una profundización y perfeccionamiento de nuestra democracia, que supone la valoración y participación igualitaria de los distintos componentes de la sociedad y que demandará cada vez más, de parte del Estado, una intervención real en la democratización de la “tecnología de la información”.

Ese proceso de democratización tiene que tener siempre y en última instancia, el objetivo de facilitar a los ciudadanos su derecho a realizar más y mejor su control sobre las instancias políticas y administrativas del Estado; y sobre todo, el facilitar el acceso de las minorías a la difusión de sus opiniones. No debemos olvidar que el ejercicio en plenitud de la democracia no es la imposición de la opinión de unas mayorías que siempre pueden ser circunstanciales, sino esencialmente el respeto y la facilitación a la expresión de las minorías. Esto es lo que evita la opresión, el despotismo y los regímenes totalitarios, como bien lo señala el GOFMU en el artículo 2º de su Constitución.

Esto será particularmente relevante, en la medida que se consolide la tendencia llamada del Triple Play (convergencia entre medios audiovisuales, televisión en particular, telefonía y banda ancha) en que, además de ser un potentísimo atractivo económico para las grandes corporaciones del ramo, se corre el riesgo que la concentración en muy pocas y poderosas empresas, pueda sesgar – como ya sucede en buena medida – el campo de opinión pública, favoreciéndose determinadas tendencias u opiniones interesadas, y obstaculizando el acceso al público de otras diferentes. Situación particularmente peligrosa en épocas electorales, en donde los medios tienden a favorecer a las grandes y ricas formaciones políticas en detrimento de las pobres y pequeñas, falseándose, de esta manera, un aspecto esencial del republicanismo que es el igualitario acceso a la información, evitando por la vías de los hechos el pleno ejercicio de la libre ciudadanía. La democracia y los equilibrios políticos  y de poder, requieren del libre acceso a la información emitida y la libre recepción de la misma.

Hace no muchos años la revolución industrial puso en jaque a varios estados, trayendo consigo diferentes opciones en lo político, en lo social y en lo económico, dando origen a diversas doctrinas.

Hoy día también la tecnología digital trae consigo cambios en la forma de relacionamiento humano; en esta etapa del postmodernismo, es necesario que el masón, heredero por tradición y convicción de la filosofía humanista del siglo de las luces, esté atento a que por el simple hecho de dar un “clic”, la humanidad no pierda el horizonte de la comprobación de realidad, porque en ello está el juego de la libertad.

El mundo se ha construido con los sueños, deseos y utopías de muchos librepensadores que han dado hasta sus vidas en aras de los derechos sagrados que hoy disfrutamos; la lucha está implícita en la sociedad, nuestro tapiz mosaico nos indica muchos de estos sinsabores, pero la antorcha no puede ni debe caer, comprendiendo que todo adelanto implica, a la vez que una mejora, un desafío, no nos debe asustar. Prudente, inteligente y sagazmente desarrollar nuestra acción benefactora en reconocimiento de nuestro pasado y forjando ese porvenir más venturoso para toda la humanidad, buscando la perfección, garantía y respeto cada vez mas irrestricto de los derechos del hombre, para lo cual debe prepararse correctamente a ocupar el lugar que le corresponde en esta lucha y construcción de una humanidad mejor.

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