RENÉ GUÉNON (1886-1951)

René Guénon nació en la localidad francesa de Blois en 1886 y falleció en El Cairo en 1951. Sus contemporáneos describen a Guénon como una persona infinitamente rara que jamás decía “yo”. El propio Guénon afirmaba una y otra vez que, desde el punto de vista metafísico, las individualidades no cuentan y que a la hora de escribir o enseñar, el hombre había de quedar en segundo plano y dejar paso a la enseñanza tradicional. 

La obra del que se ha calificado de “último metafísico de Occidente” puede agruparse en tres grandes categorías; 1º la crítica al mundo moderno; 2º la doctrina metafísica tradicional; y 3º los estudios de simbología, destacando no sólo por su extensión (17 libros publicados en vida y más de 300 artículos, junto a más de 600 reseñas e innumerables cartas), sino sobre todo por su transcendencia y profundidad. No fue un “historiador de las religiones” no obstante haber realizado un minucioso análisis de las formas y de la experiencia religiosa. No fue un sociólogo ni un filósofo. Tampoco fue un “orientalista” a pesar de que ningún occidental antes que él supo adentrarse en las interioridades del pensamiento oriental. En todo caso, hasta el presente, nadie como él ha llevado a cabo un plan de exposición de la enseñanza tradicional tan ámplio, rico y clarividente, que asumió durante toda su vida con modesta sencillez y también con autoridad. No fue tampoco un ocultista; de hecho algunas de sus obras son abiertas críticas al espiritismo, al teosofismo, al pseudoespiritualismo y a otras manifestaciones del llamado movimiento New Age que él conoció de primera mano entre los años 1906 a 1909. 

Considerado como el principal expositor de las doctrinas esotéricas tradicionales, apenas tenemos datos sobre los maestros orientales que le iniciaron en el Vedanta Advaita y el Taoismo. Guénon, aunque no lo ocultaba, fue siempre muy prudente a la hora de hablar sobre su vinculación con escuelas iniciáticas tradicionales. Sabemos de su estrecha relación con algunos hindúes. También se ha mencionado a Albert Pouyou (Matgïoi), conde de Pouvourville (1862-1939), iniciado al Taoismo por Tongsang Nguyen te Duc-Luat, uno de los cinco Tiensi de la China Meridional, durante su estancia en Tonkin como agregado militar, como uno de los introductores de Guénon en el Taoismo, o tal vez a través del hijo menor de Tonsang Luat durante el periodo en que residió en Francia. Pero sobre esta cuestión todo son conjeturas. Fue iniciado en el sufismo al recibir en 1912 la barakah del Sheij Abderramán Elish El Kebir (de una rama de la Tarîqah Shadhiliyah). Su vinculación al taçawwuf (esoterismo islámico) le llevaría en 1930 a desplazarse a El Cairo donde permanecería el resto de su vida. 

         Las vinculaciones de Guénon con la Masonería fueron tempranas. Tras su ingreso en la Logia simbólica Humanidad nº 240, en 1909 ingresó en la Logia Thebah, dependiente de la Gran Logia de Francia, en la que desarrolló su labor (propició, por ejemplo, la adopción de un ritual más puro que el entonces vigente) hasta que la guerra de 1914 sumió “en sueños” buena parte de las logias. La vinculación de René Guénon al Islam no mermó su interés y consideración sobre la Masonería. Por el contrario, el propio Guénon no dejó de afirmar que, conforme a la doctrina tradicional, el vínculo iniciático, en este caso la condición de masón, no se perdía nunca; “la cualidad iniciática, una vez que ha sido recibida, de ninguna manera está ligada al hecho de ser miembro activo de tal o cual organización; desde el momento en que la vinculación a una organización tradicional ha sido efectuada, ésta no puede ser rota por ninguna circunstancia, subsistiendo incluso hasta cuando el individuo no tenga con esa organización ninguna relación aparente” (Apercepciones sobre la iniciación, cap. XV). De hecho, Guénon no dejó de publicar trabajos sobre diferentes aspectos del simbolismo y de la iniciación masónica o de patrocinar la creación de logias masónicas de inspiración tradicional como es el caso de “La Gran Triada”, que levantó sus columnas en 1947 y uno de cuyos primeros trabajos fue el de la restauración de los antiguos rituales escoceses una vez depurados de añadidos y demás innovaciones injustificadas que durante décadas habían introducido los “modernistas”.  

En diversas ocasiones se pronunció Guenón sobre la legitimidad iniciática tradicional de la Masonería; “Apenas hay en el mundo occidental otras organizaciones iniciáticas que puedan reivindicar una filiación tradicional auténtica (fuera de la cual, repitámoslo una vez más, no podría haber más que una pseudo-iniciación) que el Compañerazgo y la Masonería, es decir, formas iniciáticas basadas esencialmente en el ejercicio de un oficio, en su origen por lo menos, y que por consiguiente están caracterizadas por métodos particulares, simbólicos y rituales en relación directa con este mismo oficio” (Apercepciones sobre la Iniciación, cap. XIV). 

Persuadido de que la desviación de la Masonería respecto a su sentido originario se debía a las actividades políticas de gran número de masones, Guénon se esforzó durante toda su vida en devolver a la Masonería su verdadera función como Orden iniciática. Para Guénon, la Masonería no debía ser (o no debía ser solamente) una sociedad de socorros mutuos, una entidad benéfica o filantrópica y menos aún, un club liberal. Como Orden iniciática había de vivificar el sentido mistérico transmitido regularmente.  

   Extractado de; E. Doravâl, “Estudio introductorio” a René Guenón, Arte Real. Misterios de la Masonería, Madrid, 2008, pp. 9-42. 

Obras de René Guénon, según el año de la primera edición:

    1921 - Introducción General al estudio de las doctrinas hindúes.

    1921 - El Teosofismo, historia de una pseudoreligión.

    1923 - El Error Espiritista.

    1924 - Oriente y Occidente.

    1925 - El Esoterismo de Dante.

    1925 - El Hombre y su devenir según el Vedânta.

    1927 - El Rey del Mundo.

    1927 - La Crisis del Mundo Moderno.

    1929 - Autoridad espiritual y poder temporal.

    1929 - San Bernardo.

    1931 - El Simbolismo de la Cruz.

    1932 - Los estados múltiples del Ser.

    1939 - La Metafísica Oriental.

    1945 - El Reino de la Cantidad y los signos de los tiempos.

    1946 - Apercepciones sobre la Iniciación.

    1946 - La Gran Tríada.

    1946 - Los Principios del Cálculo Infinitesimal.

Algunas publicaciones póstumas:

    1952 - Iniciación y Realización Espiritual.

    1954 - Consideraciones sobre el esoterismo cristiano.

    1962 - Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada.

    1968 - Estudios sobre hinduismo.

    1970 - Formas tradicionales y Ciclos Cósmicos.

    1973 - Apreciaciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo.

    1973 - Reseñas.

    1973 - Estudios sobre la Francmasonería y el Compañerazgo.

    2007 - Arte Real. Misterios de la Masonería.

    2009 - Epistolario de René Guénon. Fragmentos de correspondencia (1910-1950).

    2009 - El Sufismo y otros escritos.

    2009 - Sobre la metafísica hindú y otros escritos.