En masonería cada uno de sus miembros tiene libertad de conciencia, especialmente en lo religioso. La masonería NO exige a sus miembros el pertenecer a ninguna denominación religiosa.
En nuestra Logia por ejemplo conviven hermanos de diversas creencias con hermanos que son escépticos.
Tanto el católico romano, como el cristiano, judío, musulmán, budista, mormón, protestante o miembro de cualquier otra organización religiosa, pueden ingresar a la Orden, mientras manifiesten su creencia en la existencia de un Ser Supremo.
Tampoco hay limitación alguna por raza u origen étnico, ni por convicciones políticas.
La masonería invita a sus miembros a ser activos en la religión que profesen, y en los asuntos políticos de su comunidad.