Filantropía
La Masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista.
Es Filosófica porque orienta al ser humano hacia la investigación racional de las leyes de la Naturaleza.
Invita al esfuerzo del pensamiento en busca de la reflexión filosófica en cuanto al sentido espiritual del movimiento de la Historia; contemplando en cada tiempo histórico las nuevas inspiraciones doctrinarias y asimila, de cada sistema filosófico, lo que pueda significar el aporte al patrimonio de la verdad.
Es Progresista porque partiendo del principio de la inmortalidad del alma y la creencia en un principio creador, regulador e infinito, no se aferra a los dogmas, prevenciones o supersticiones.
Es Filantrópica porque practica el altruismo, desea el bienestar de todos los seres humanos y no está inspirada en la búsqueda de lucros personales de ninguna clase.
Sus esfuerzos y recursos están dedicados al progreso y felicidad de la especie humana, sin distinción de nacionalidad, razas, sexo, ni religión, para lo cual tiende a la elevación de los espíritus y la tranquilidad de las conciencias.
“Toda especie humana es una sola familia dispersa sobre la faz de la tierra, todos los pueblos son hermanos, y deben amarse unos a los otros como tales”.
Trabajo filantrópico
Actualmente la Masonería Femenina lleva adelante proyectos filantrópicos dando apoyo a hogares de niños, escuelas, hospitales, comedores infantiles y comunidades indígenas en todo el país y contando con su presencia anónima ante cualquier desastre climático o tectónico.
La Primera Gran Hospitalaria
La Gran Hospitalaria es nuestra tesorera de beneficencia, corresponden a su esfera todas las organizaciones de beneficencia y previsión social existentes o a crearse por la Gran Logia.
Al instalarse la Gran Logia Femenina de Argentina en el año 2002 la primera Gran Hospitalaria electa resultó una de sus fundadoras: Rosa Toritto.
En la Argentina de esa época, en pleno caos económico y social, era primordial poner en marcha acciones y trabajos lo antes posible.
Es así que nuestra primera acción fue la de trabajar con Hermanos de Argentina y Alemania para brindar asistencia en materia alimentaria.
La Orden colaboró y aún continúa haciéndolo con numerosas escuelas, comedores y otras instituciones a lo largo del país.