Nació en Santiago el 12 de abril de 1881. Estudió sus Humanidades en el Liceo de Valparaíso. Se recibió de abogado en la Universidad de Chile en 1905 y de inmediato se le ofreció el cargo de abogado fiscal de Llanquihue y Chiloé. Cargo que ejerce hasta 1909, cuando lo trasladan a Santiago. En 1910 es enviado a Valparaíso, para trabajar en la Intendencia y para que, como abogado fiscal, ordene los títulos de dominio de valiosas propiedades fiscales. Una de sus participaciones más destacada en la Intendencia de Valparaíso fue expropiar terrenos para abrir el camino costero que une el puerto con Viña del Mar.
Su vigorosa personalidad no solo se aplicó en lo profesional, también participó en numerosas obras de bien social y cultural.
En 1920 pasó a ser administrador de la cárcel porteña, donde creó el primer Patronato de Reos de Chile y en 1921 instaló un albergue para cesantes en dura crisis, lo que mereció las felicitaciones del presidente, don Arturo Alessandri Palma.
Molina Luco también fue docente en el Liceo de Viña del Mar, en la Escuela de Vista de Aduana y en la universidad. En 1941 y tras una trascendental y fructífera labor, abandona la administración pública, dedicándose más a las varias organizaciones de beneficencia a las que pertenecía, tal es el caso del Rotary Club, la Cruz Roja, los Boys Scouts, entre otras.
La extensa acción profesional, social y cultural que hemos descrito, no impidió que cumpliera simultáneamente su vida masónica y que esta fuera otra fuente provechosa de acción en la orden.
Su vida masónica comienza el 20 de noviembre de 1920, cuando es iniciado en la logia Abnegación Nº 48 de Viña del Mar. Pero su intensa vida en Valparaíso lo lleva a cambiarse a la logia Aurora Nº 6, donde al cabo de cuatro años es elegido Venerable Maestro. Cargo que más tarde volvería a desempeñar con brillo. A continuación de ello, ocupó dentro de la masonería simbólica, todos los cargos regionales y algunos nacionales. Fue delegado a la Conferencia Masónica Sudamericana en 1932 y miembro de la comisión encargada de las reformas constitucionales y la de reformas del Club de la República. En 1934 fue elegido Primer Gran Vigilante de la Gran Logia de Chile.
En 1932, fue Delegado Regional de la masonería para las provincias de Valparaíso y Aconcagua, y como tal, fue un promotor en la fundación de otras logias y triángulos masónicos en Valparaíso, Quillota, Villa Alemana, San Felipe y Los Andes; además fue presidente del Club Central, que es el edificio donde se reúnen las logias de Valparaíso.
En 1933 es distinguido con el grado de Past-Master por el Gran Delegado de la Gran Logia de Massachusetts: J. M. MacDonald. En una ceremonia especial realizada el 24 de marzo de 1934, se reunieron las logias porteñas: Bethesda, Star and Thistle, Harmony y Lessing, y con asistencia del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, David Benavente, lo condecoran por sus valiosos servicios en la regularización del Club Atlas, que es la otra casa masónica porteña y donde trabajan las logias mencionadas.
Fallece el 9 de octubre de 1969, tras una extensa y extraordinaria vida que dejaría profundas huellas tanto en Valparaíso como dentro de la Orden Masónica. Por todos sus méritos, la masonería chilena honra su nombre al fundar, en 1987, la logia Humberto Molina Luco N° 161 en la ciudad de Valparaíso.