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Declaración del Congreso de Educación

Hace sólo pocos días y con la organización provista por el Comité Asesor del Gran Maestro en la materia, se desarrolló en Santiago el Congreso Masónico sobre educación que contó con una mayoritaria presencia de hermanos provenientes de la mayor parte de las Regiones del país.  Este evento congregó a destacados educadores y directivos masones de distintas instituciones y regiones, y abrió la discusión sobre la formación docente y las reformas necesarias en materia de educación general y Superior a la que debemos aspirar como Orden.  La Declaración final producto de esta instancia de reflexión  se hará pública, puesto que ya ha sido conocida y aprobada por el Consejo de la Gran Logia de Chile, y con ello se tendrá un pronunciamiento de nuestra Augusta Orden en una materia de tan fundamental importancia hoy en Chile, y que siempre ha sido una de las preocupaciones más importantes que nuestra Augusta Orden ha ejercido en el contexto del país. La Declaración que se ha emitido es la siguiente:

“La Gran Logia de Chile ha concluido las discusiones en su Encuentro Nacional de Educación que convocó durante los días 27 Y 28 de septiembre del año 2013  a más de un centenar de miembros desde Arica a Punta Arenas, todos ellos vinculados al hacer educativo del país en sus distintos niveles y sistemas.  El propósito del Encuentro fue el de realizar una profunda reflexión sobre el actual estado de la educación chilena, y proponer algunos lineamientos que orienten la contribución que la Masonería chilena debe seguir haciendo para superar los problemas señalados.  

(1)Desde los años fundacionales de la Gran Logia de Chile, la Masonería chilena ha estado vinculada estrechamente a las preocupaciones del país en torno a su educación y a la necesaria construcción de un sistema que proporcione efectivas oportunidades a todos los niños y jóvenes en el propósito de lograr una significativa movilidad social.  Los masones vinculados a la política pública desde distintas instancias del gobierno y del sector privado, contribuyeron siempre en forma decidida a respaldar las iniciativas para que la educación fuese de la mayor cobertura posible, gratuita, laica, de calidad y no excluyente.  En los días actuales, la Masonería ratifica esas orientaciones, en momentos que son cruciales para definir el futuro del país.

(2) La actual situación de la educación chilena es de una significativa crisis de calidad y equidad.  Si bien es cierto se han alcanzado en todos los niveles tasas significativas de cobertura, la formación que obtienen nuestros niños y jóvenes no es satisfactoria, como lo ponen de relieve pruebas comparativas internacionales y la evolución de las propias pruebas nacionales.  Asimismo, la existencia de una educación de distinta connotación de calidad para niños y jóvenes de distintos segmentos sociales, constituye la semilla de una inequidad que sigue auspiciando la distorsionada distribución del ingreso que presenta Chile, y seguirá siendo la fuente de insatisfacción y tensiones sociales que estancarán nuestras posibilidades de desarrollo.

(3) Los masones estimamos que la educación pública debe tener una atención mucho más significativa, tanto del punto de vista de las políticas como, específicamente, del presupuesto nacional.  En particular, ambicionamos el término del sistema de municipalización en el contexto de construir un modelo que  modernice la gestión de la educación pública, y permita que las regiones puedan, efectivamente, administrar una educación con fines de calidad y equidad, preservando los principios de la unidad nacional.  Asimismo, postulamos la necesidad de que la educación estatal  vuelva a tener un financiamiento público adecuado, del cual se excluya toda iniciativa alentada por el lucro y se termine con los criterios de autofinanciamiento y de discriminación por capacidad de pago. Chile debe tener un gasto en educación similar, como proporción del Producto Interno Bruto, al que ocurría a fines de la década de 1960, o que al menos se asemeje al promedio actual de los países de la OCDE.

Pensamos que la educación estatal debe tener absoluta prescindencia de factores políticos, económicos y/o religiosos, que la condicionen o determinen.

(4) El Estado debe propiciar una reforma profunda en materia de formación de profesores y dignificación de la función docente impulsando una Escuela de tipo Normal que prepare profesores para la Educación Básica Inicial y que, a través de las universidades del Estado, pueda desarrollar escuelas de formación pedagógica de alto nivel de calidad.  Asimismo, el Estado debe orientar sus esfuerzos a respaldar el desarrollo de la educación Técnica por la vía, además, de constituir una institucionalidad estatal que sea la guía fundamental en las orientaciones que requiere el desarrollo de este sistema.

(5) Los masones propiciamos la introducción explícita y consistente en nuestra educación, de aspectos valóricos fundamentales para la formación de un ser humano pleno para una sociedad con justicia, fraternidad y paz.  También creemos que la formación ciudadana es indispensable para lograr jóvenes comprometidos en el ideal del encuentro y la solidaridad, con significativa adhesión a la institucionalidad y con una visión crítica y abierta al cambio.  El Gobierno debe impulsar una profunda reforma curricular  que promueva y cautele los principios laicos en el proceso educativo e impregne la formación del profesorado, en la línea de constituir una educación efectiva en lo valórico y lo ciudadano,

(6) En cuanto a la Educación Superior, los masones aspiran a que la política pública otorgue un respaldo significativo a las Universidades del Estado, para que puedan adecuadamente ejercer su importante tarea nacional y regional sin estar constreñidas por el actual sistema de autofinanciamiento y de extremas restricciones que en definitiva coartan su libertad académica.  También aspiramos a un sector privado educacional, tanto de tipo tradicional como no tradicional, que esté afianzado en reglas adecuadas para que promueva la mayor cobertura, desarrolle un trabajo académico de calidad y esté dominado por un distanciamiento del lucro como incentivo único para el logro de su tarea.

(7) Los masones de Chile aspiramos a una educación con inspiración nacional, caracterizada por la mayor calidad en sus aspectos formativos y en el plano valórico y ciudadano, que no discrimine por razones de ingreso, estatus social u origen étnico y que sea capaz de convertirse en un instrumento de movilidad social.  Eso será el camino para que Chile sea un país caracterizado no solamente por  el éxito económico, sino también por una mayor cohesión social”.

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