Este miércoles 10 de Septiembre la masonería chilena despidió en el crematorio del Cementerio General a uno de sus más destacados miembros, Marino Pizarro, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile desde 1990 a 1998. Allí recibió el homenaje del Gran Maestro Luis Riveros Cornejo quien señaló: "Marino Pizarro fue, es y será reconocido como el encargado de haber hecho la transición desde los oscuros días de intervención en la Universidad de Chile, hacia el primer gobierno elegido por los pares en el año 1990. Ver galería de imágenes.
Al partir, con más de 90 años entre nosotros, sus hermanos de la masonería chilena lo llaman y lo lloran. Ha desaparecido quien fuera su líder máximo durante 8 años. Se marcha con la serenidad que marcó su vida y deja así el ejemplo de un maestro.
Librepensador, académico y hombre venido del esfuerzo de una clase media pujante y muchas veces desprovista de oportunidades, Marino Pizarro nos enseñó que siempre puede más la inteligencia, la bondad, la tolerancia y la consecuencia.
Siempre tuvo un momento para sus amigos, para quienes como yo le visitábamos en Chile durante los duros años ochenta, y me confesaba sus dolores tremendos por tener que asumir roles y cargos que no había deseado, para acometer la tarea de proteger y salvar lo que pudiera de la vieja y querida universidad, en medio del fundamentalismo de la autoridad. Y me relataba su incomprendido esfuerzo por recuperar las bases morales de la Universidad.
Fue mi apoyo muchas veces más firme, cuando requería de una palabra de aliento...fue también mi primer y más valioso consejero de obras para llevar a la masonería hacia sus bases republicanas. Me aconsejó, me guió, me dio su firme respaldo, se convirtió siempre en lo que fue para mí, un verdadero padre.
Estuvimos ambos en la creación de la Logia Juvenal Hernández Jaque, soñada para albergar mentes y corazones universitarios, me dijo que por cierto era rendirle un merecido homenaje al insigne rector, pero también era rendir pleitesía a la inteligencia tolerante a la aspiración nacional sólida y bella que siempre debía propiciar la masonería.
Esta allá en el Oriente Eterno, ya bien. Tus lecciones no serán olvidadas Gran Maestro, Los niños de Montepatria, tendrán ahora una estrella más que alcanzar, querido hermano, querido amigo, querido Gran Maestro Marino Pizarro, descansa en paz".