Hoy, 16 de Octubre, se celebra el día del Profesor. Es, en realidad, una celebración que se conecta íntimamente con el futuro que vemos proyectado en los niños y jóvenes que se educan y preparan para llevar adelante el progreso del país. Estamos, por lo tanto, celebrando al futuro, auspiciando sus mejores derroteros y homenajeando a los maestros que conducen esa tarea irrenunciable de una sociedad que es preparar a las futuras generaciones en todos los aspectos que conciernen al bien común. Nuestras instituciones educacionales deben preparar a nuestra juventud para hacer frente al mundo del trabajo, pero también para desarrollar personas en el sentido más integral del concepto. En una sociedad que se ve dominada por el individualismo, el materialismo consumista y el egoísmo como forma normal de comportamiento, la educación y los educadores tienen mucho que hacer en orden a restaurar principios básicos para una mejor convivencia.
Es cierto, los profesores han decaído en la apreciación con que en otras épocas contaban de parte de las familias y de la ciudadanía en su conjunto. Esto mismo se ha convertido en un grave dilema para que las carreras de pedagogía atraigan a los mejores talentos y más despiertas vocaciones. El profesorado debe iniciar una firme campaña para reposicionar el prestigio y trascendencia de la profesión docente, y en ello debe contar con el respaldo decidido de la autoridad y los poderes del Estado. Una señal a este respecto debe constituirla el necesario mejoramiento en sus condiciones de trabajo y de remuneraciones.
El gran problema nacional de este siglo XXI lo constituye la baja calidad de nuestra educación. Debe ser un esfuerzo mancomunado el que permita enfrentarlo para poder así superar cosas como la enorme incidencia del analfabetismo funcional en nuestra sociedad. Los profesores tienen un rol fundamental en esta tarea de reposicionamiento de la educación como una verdadera prioridad de país, para que no siga viéndose sólo como un “gasto” que irrenunciablemente se debe acometer. Los profesores deben ser adalides en el combate en pro de una educación de calidad y con equidad, de una educación pública sólida y relevante, objetivos que requieren un esfuerzo de país y un concepto de futuro compatible con nuestras mejores tradiciones republicanas.
¡Un saludo fraternal a los profesores de Chile en su día!
Luis Riveros Cornejo
Gran Maestro de la Gran Logia de Chile