En la reunión protocolar, la máxima autoridad del Poder Judicial y el líder de la masonería analizaron la actual situación que enfrenta la institucionalidad del país y la forma cómo el Estado puede recuperar la confianza y valoración de la ciudadanía.
"Naturalmente fue un saludo protocolar en mi calidad de Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, para desearle lo mejor en su ejercicio y que eso, naturalmente, permita que el Poder Judicial se siga consolidando en la importante misión que tiene en la República. Lo segundo fue una conversación sobre el significado de las grandes instituciones del país en el contexto republicano y esta pérdida de humanismo que hemos ido experimentando, en donde todo es impersonal; todo pasa a ser asunto material, individual; todo es material y de consumo. Creo que el Poder Judicial puede ayudar mucho para restaurar ese carácter republicano que extrañamos y que pasa por tener relación de personas", sostuvo tras la cita Luis Riveros, quien agregó: ¿Qué son las instituciones al final del día? Son instituciones con personas y para personas y eso ayudará a recuperar su prestigio, su tradición, su influencia. Y eso le va a hacer bien al país".
Sobre el rol que ejercerá el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, el también ex decano y rector de la Universidad de Chile, dijo estar convencido que "será vital para el país, ya que priorizará el ser humano como un eje central de su mandato".
"Él está convencido, como muchos, que el Poder Judicial tiene el poder de juzgar, porque tiene el prestigio por encima de las condiciones que enfrentan hoy muchas personas e instituciones en nuestra sociedad, y eso hay que conservarlo, enriquecerlo, profundizarlo para contribuir a un país mejor. Para la Gran Logia y para la masonería el ser humano es lo central. Sostenemos que el hombre, la persona no puede ser un medio, sino que debe ser un fin y todo en la sociedad debe estar orientado para satisfacer a la persona y su realización, independientemente de su condición de origen, económica y social", respondió el gran maestro.
"En esa líinea, el presidente de la Corte Suprema es un humanista cien por ciento; además, es un humanista muy natural, ya que es un hombre que viene de provincia, un hombre que nace de una familia de esfuerzo, se formó como profesor normalista y, posteriormente, se formó como abogado y se integró desde bien abajo en el Poder Judicial. Yo creo que tiene las características de un humanista, como creo que faltan tanto en las instituciones nacionales", concluyó.
Fuente: Poder Judicial