En la oportunidad, se dio lectura a un trabajo de investigación que abordó los principales hitos de la historia de los clanes, en una primera etapa que va desde su creación en 1950 por el masón Julio Vega, hasta la intervención militar de 1973. Posteriormente, la Gran Jefa de la Fraternidad Florencia Cillero, abordó los aspectos éticos y organizacionales que han consolidado a la Fraternidad Juvenil como un importante referente dentro de la juventud chilena, logrando convocar una gran diversidad de talentos de la más variada índole, todos agrupados en el sentir común del progreso social desde una perspectiva laica, justa y fraternal. Agradeció la presencia del Gran Secretario General de la Gran Logia de Chile, Juan Carlos González, quien en representación del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile entregó su saludo y un presente, e hizo una alocución recordando su época de miembro de los Clanes, en su reactivación tras el retorno de la democracia, donde además conoció a su esposa, quien lo acompañó en la ceremonia.

Asimismo puso de relieve la gran importancia que representan para la sociedad actual los valores que propugna la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Epsilon, sobre todo en momentos en que nuestro país busca establecer un diálogo que permita abordar con mayor equidad los profundos problemas sociales que la afectan, y que han generado una cultura de individualismo que es contraria al ideal solidario y tolerante que distingue a la Fraternidad. Finalmente, se manifestó esperanzado y gratamente sorprendido por la masiva concurrencia que pudo apreciar en este evento, y más aún por haberse enterado de la gran cantidad de jóvenes que participan en la agrupación a través del país, superando con creces toda expectativa previa, por lo que destacó la importancia del apoyo que a este movimiento preste o pueda prestar la Masonería chilena.

Tras la ceremonia, se realizó una cena a cargo del comité organizador, continuando al día siguiente la agenda de debates y actividades programada para el encuentro.