Con un reconocimiento a la labor realizada en sus 79 años de existencia, la jurisdicción de Talca de la Gran Logia de Chile saludó la fundación de la Policía de Investigaciones de Chile en un sencillo homenaje reciente realizado el 9 de junio en la ciudad del Piduco.
La ceremonia contó con la presencia del Prefecto, Juan Mc-Lean Zúñiga, Jefe VII Región Policial del Maule, el Prefecto, Carlos Jiménez Gutierrez, Jefe Prefectura Curicó, el Subprefecto Ervin Salazar Quijada, Jefe Prefectura Linares, el Subprefecto Juan Orlando Cáceres Méndez, Jefe Prefectura Cauquenes y el Subprefecto Mauricio González Fuentes, Jefe Brigada de Homicidios Talca, en representación del Jefe de la prefectura Talca, Jorge Ávila González de la Plana Mayor Regional Talca. Participaron además los venerables Maestros de las Logias del Maule y el Presidente del Centro Cultural "Universo", Claudio Varela Yáñez y miembros de su Directorio.
En la oportunidad, el representante en la jurisdicción, Marcelo Ramírez Droguett, en su discurso señaló: "El componente ético que se observa en el actual desempeño de vuestra labor, claramente queda de manifiesto en el documento denominado "Deontología policial: Reflexiones y retos para las policías de la región americana", escrito por el Ex Director General Sr. Arturo Herrera Verdugo en Diciembre de 2006, en donde expone:
"Las conductas de los policías no pueden reducirse solamente a cumplir las exigencias legales. Eso no basta, también deben aspirar a cumplir con imperativos propios de un Estado Democrático de Derecho. De esta forma, es preciso aspirar a la legitimidad social.
La ética social es el fundamento de la ética policial y de una moderna deontología profesional. La función ética y lícita de los policías se sustenta precisamente en el respeto de la dignidad y los derechos humanos. En consecuencia, no es una materia anexa a los procesos formativos de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, sino que es el pilar ontológico y deontológico base sobre la cual se construye una identidad social acorde con la dimensión de servicio público, tan propia de la función policial. En consecuencia, la ética policial no busca transformarse en una "ética utilitarista", sino más bien en una "ética de las virtudes" ".
"En consecuencia, se podrá apreciar un vínculo ético y/o valórico en ambas instituciones que nos permiten acercarnos y comprendernos en cada ámbito de acción."
"Actualmente –añadió Ramírez- la Masonería Nacional disfruta de muchos miembros de la Policía de Investigaciones que también pertenecen a la Orden Masónica, vaya para ellos nuestro afecto y nuestro saludo, así también para muchos otros tantos en retiro, que dejaron huellas indelebles en ambas instituciones."