Sin lugar a dudas, Manuel de Lima y Solá fue el fundador de la Masonería Chilena. Bajo su impulso e iniciativa, fueron iniciados los primeros chilenos en la logia "L'Etoile du Pacifique", y se constituyó la primera logia en idioma español dependiente del Gran Oriente de Francia, "Unión Fraternal", de la cual Manuel Lima y Solá, fue su primer presidente.
Nacido en 1818, en Curazao, Antillas Holandesas, fue quien dio paso para que se fundara la Gran Logia de Chile, llegó emigrando a Valparaíso, para realizar actividades comerciales en 1848. Fue iniciado en la Logia "Unión" Nº 5 de Caracas, en 1842, a los 24 años de edad.
En Chile, en 1853, Manuel de Lima y Solá, toma contacto con los franceses, que dirigidos por Jean Baptista Dubreil formaron la logia "L'Etoile du Pacifique". A éstos los convence, con el paso del tiempo, sobre la conveniencia de iniciar a chilenos, a fin de constituir una logia en idioma español, lo que es aceptado por el Oriente Francés. Cuando los 7 iniciados chilenos obtuvieron su grado de Maestros, las condiciones estaban dadas para formar la "Unión Fraternal", lo que ocurre en Julio de 1853.
En 1908, Unión Fraternal, entró en receso, reabriendo sus trabajos en 1912, cuando La Gran Logia de Chile, ya había trasladado su sede a Santiago luego de un terremoto que afectó a Valparaíso en 1906. Fue reinstalada en Santiago en 1912 como una forma de homenaje al héroe Juan José Latorre, quien había sido iniciada en ella. A esta logia han pertenecido destacados hombres de la vida pública, y privada, y entre ellos Presidentes de la República de Chile, como es el caso de Arturo Alessandri Palma, Carlos Ibáñez del Campo, Pedro Aguirre Cerda, y el Presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento Albarracín.
El actual presidente de la logia es Ronald Epprecht, quien nos indica que siente una profunda responsabilidad por ser el Jefe de Obras de un Taller histórico, fundador de la masonería chilena, y por tanto, guardiana de sus tradiciones, usos, y costumbres.
“Unión Fraternal”, indica Epprecht tiene una gran importancia para la masonería en chilena, ya que antes de la fundación de esta logia, se trabajaba en los talleres, en idioma francés o inglés, por lo que sus miembros eran casi todos extranjeros, existiendo una restricción práctica a los chilenos hispanoparlantes. Gracias a la visión y voluntad de Manuel de Lima y Solá, que se empeña en formar una logia de habla castellana, es que la masonería comienza a difundirse con fuerza en Chile, en Valparaíso en su comienzo, y luego Concepción y Copiapó, para fundar junto a Logias de esos Valles nueve años después, la Gran Logia de Chile.