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En Cañete Gran Logia rinde homenaje al único Presidente masón de la región del Biobío

Con una placa recordatoria al presidente Juan Antonio Ríos Morales en la Plaza de Armas de Cañete,continuaron los festejos por los 150 años de vida de la Gran Logia de Chile. En la oportunidad, se reunieron autoridades de la Orden y de la sociedad civil comunal para homenajear el natalicio 124 de Juan Antonio Ríos Morales, único Presidente masón de la región del Biobío. 

Para ello se descubrió una placa conmemorativa que grabada en bronce dice “Al Ilustre Masón y Presidente de la República JUAN ANTONIO RIOS MORALES (1888-1946) Homenaje de la R.L Juan Antonio Ríos N° 178 en el sesquicentenario de la Gran Logia de Chile, Cañete, 10 de noviembre de 2012”. Ella fue instalada a los pies del monolito que recuerda al insigne Mandatario en la Plaza de Armas de su ciudad, que lo vio nacer el 10 de noviembre de 1888.

La actividad, que estuvo a cargo de la Logia N°178 Juan Antonio Ríos de Concepción,contó con la presencia del Pro Gran Secretario General de la Gran Logia de Chile, Osvaldo Maldonado Bustamante, quien concurrió en representación del Gran Maestro, Luis Riveros Cornejo.

A la ceremonia asistieron el Primer Gran Vigilante, Sebastián Jans, el Gran Delegado Regional del Gran Maestro Jurisdicción Concepción, Sergio Sandoval, el Gran Delegado Regional del Gran Maestro para la Jurisdicción Talcahuano, César Sanhueza, el Miembro del Concejo de la Gran Logia de Chile, Eduardo Vaillant, el miembro del Consejo de Beneficencia de la Gran Logia de Chile, Alfredo Garcés, el ex presidente de la Logia Juan Antonio Ríos, Jorge Pozo, representantes de logias de la región, el alcalde de Cañete, Jorge Radonich, los concejales de dicha comuna Verónica Sandoval y Adrián Viveros.

En suma, se reunieron más de un centenar de personas, entre los invitados especiales y público cañetino, que asistió sorprendido al ver cómo una importante delegación de la masonería chilena rendía tributos a un coterráneo ilustre, como lo sigue siendo Juan Antonio Ríos Morales.

El Pro Gran Secretario General de la Gran Logia de Chile, Osvaldo Maldonado, al entregar los saludos de la Orden, citó un pasaje del discurso que el Gran Maestro, Luis Riveros Cornejo, pronunciara en el Congreso Nacional, en Valparaíso, en mayo pasado.

En la oportunidad, el alto dignatario de la Orden en reunión con los parlamentarios chilenos que, espontáneamente lo escucharon en homenaje al aniversario N° 150 de la Gran Logia, fundada en ese Puerto el 24 de mayo de 1862, les dijo a diputados y senadores que“los masones elevan su voz sincera y comprometida con Chile y su futuro, para expresar su compromiso con el país que sueñan: libre verdaderamente, dominado por una igualdad de oportunidades y condiciones, un Chile democrático en un sentido profundo y abierto, capaz de construir una sociedad integrada, sin discriminaciones e imbuido de un verdadero espíritu nacional”,recordó Osvaldo Maldonado.

El Pro Gran Secretario General de la Gran Logia expresó con fuerza que la Orden seguirá luchando para que la tolerancia sea el mecanismo que permita una necesaria diversidad en las ideas y sentimientos, propiciando más justicia, más solidaridad, más humanismo y así construir un mejor futuro. Enfatizó que la Orden seguirá empeñada en defender la educación que se merecen la Patria y la juventud.

Explicó que esta educación debe ser de calidad y equitativa. En su discurso, Maldonado enfatizó que la educación pública debe regresar a ser el norte y guía para un sistema que desarrolle inclusión y formación inteligente inmersa en el futuro.

Finalizó expresando que “los masones seguiremos defendiendo los derechos de las personas, su plena realización, su manifestación libre y sincera, como lo hemos hecho siempre a lo largo de la historia”.

LOGIA JUAN ANTONIO RIOS LLEVO SU VOZ A CAÑETE

En tanto, fue el ex presidentede la Logia Juan Antonio Ríos N° 178, Jorge Pozo, quien resaltó la vida histórica,republicana y masónica del gran estadista Juan Antonio Ríos Morales, que falleció en su cargo, el 27 de junio de 1946, antes de finalizar su mandato.

Pozo dijoque la Gran Logia de Chile en el marco de la celebración de sus 150 años, sintió un deber presentarse en una ciudad cañetina pujante, de tierra hermosa y sembrada de historia.

Por eso manifestó que “representamos una delegación de masones que ha llegado hasta acá, para tributar un justo y necesario homenaje, a un hijo predilecto de esta tierra, que condujo los destinos de nuestra Nación, que predicó con el ejemplo los valores del Patriotismo, del Amor a sus Semejantes, la Lealtad a sus Ideales y el Compromiso con los más desposeídos”.

Luego, agradeció la colaboración activa del municipio cañetino, a su alcalde Jorge Radonich y al Concejo Municipal en pleno, por cuanto con su aporte hicieron realidad el homenaje en el 124 natalicio de Juan Antonio Ríos.

“Damos las gracias porque esa ayuda permite compartir con ustedes la íntima e infinita satisfacción y orgullo que representa para la Masonería Chilena el haber tenido dentro de sus filas a este Ilustre Hermano, que desde su temprana juventud, abrazó y llevó a la práctica los ideales de la Francmasonería Universal”, dijo Pozo.

También precisó que hace ciento veinticuatro años, en el Fundo de Huichicura, nació“Juan Antonio Ríos Morales, el menor de los cuatro hijos de don Anselmo y de doña Lucinda”.

Recordó que su joven madre enviudó, cuando el futuro Mandatario tenía apenas diez y seis meses de vida. Explicó que la noble y esforzada mujer quedó a cargo de la crianza y educación de sus cuatro hijos.

Pozo agregó que aún así Juan Antonio Ríos creció en un ambiente familiar, y es por su destino que se convierte en hijo del rigor, nutrido del amor incondicional de su madre al que el ilustre cañetinosupo responder a los desvelos de su progenitora con un modo cabal y destacado en su periodo de instrucción primaria en Cañete y en Lebu y posteriormente en el Liceo de Hombres de Concepción.

Convertido en un joven recio, de anchas espaldas y porte atlético, sobresaliente en los deportes e invencible en los puños, la tolerancia en su actuar y la lealtad en sus afectos y convicciones, le hicieron granjearse la amistad y el reconocimiento de sus seguidores, como también de aquellos que pudieran ser sus adversarios.

Paso a paso, el joven Juan Antonio Ríos, se fue convirtiendo en un destacado líder, que abrigaba en su interior un incontenible anhelo de luchar por la justicia. Este ideal unido a su férrea voluntad, impulsan su vocación por el derecho. Postula y es admitido en el Curso Fiscal de Leyes, anexo al Liceo de Hombre de Concepción, titulándose de abogado en el año 1914.

En el discurso de Jorge Pozo, se resaltó que el jurista aprendió en el seno familiar, a temprana edad, la faceta esencial de su personalidad, la cual constituye un aspecto particularísimo a recalcar en el temple de Juan Antonio Ríos, que se reflejará indefectiblemente en su vida pública. Esto es, el saber asumir compromisos, dando todo de sí, y cumpliendo con su deber, cuestión que se condensará en una frase que aún resuena potentey que lo retrata a cabalidad, al asumir la Primera Magistratura de la Nación un 2 de abril de 1942: “He prometido, Justicia, Trabajo y Libertad. ¡Yo Cumpliré!”.

Y así fue. Esto lo consigna la historia de Chile. Pero antes, en plena juventud comenzó a construir su compromiso de servicio público, que unido a su profunda convicción de la necesidad de introducirle al país grandes cambios, lo lleva a militar en el Partido Radical de Chile. Fuerza progresista y canalizadora de los sueños e ideales de una generación de hijos de la clase media, que observaba impaciente el clamor de hombres mujeres y niños, olvidados y postergados en una sociedad desigual y que buscaba que se le entregaran Dignidad y Justicia.

De su vida masónica Pozo destaca que Juan Antonio Ríos anidaba en su corazón ideales laicos inspirados en un mundo justo, fraterno, libertario e igualitario. Son esas aspiraciones los que lo motivan“a golpear las puertas de la Masonería, siendo admitido como miembro de la Respetable Logia “Paz y Concordia” de Concepción, precisamente en el año 1914. Y como en todas las empresas que asumía se esforzó por ser el primero entre sus iguales asumiendo la labor de dirigir ese Taller Masónico, con ecuanimidad y sabiduría”.

Juan Antonio Ríos, se enorgullecía de su condición de Masón, y mantuvo inalterable su constancia y asiduidad en el cumplimiento de sus deberes masónicos. Aun durante el ejercicio de las más altas responsabilidades ciudadanas, no dejó de asistir y arreglárselas para ejercer una señera labor docente dentro la Orden Masónica”.

Juan Antonio Ríos se casó el 21 de octubre de 1921 con Marta Ide Pereira. El matrimonio legó a la patria tres hijos: Juan, Carlos y Fernando. Todos ellos constituyeron una sólida familia chilena, creativa y de incondicional amor.

En el aspecto público, el Ilustre cañetino, ya instalado en el cargo de Presidente de la República, se caracterizó por utilizar un lenguaje directo y claro; su mandato se identificó con el compromiso de hacer un gobierno eminentemente nacional, de avanzada social, desentendiéndose de todo proselitismo y sectarismo. Los partidos políticos para él constituyeron los genuinos exponentes de las grandes aspiraciones de bien público y dejaron de ser vallas que obstaculizaran constantemente la acción gubernativa.

Su presidencia se vio marcada por la impronta de "gobernar es producir" y por ello estimuló en forma preferente la industrialización del país a través de la instalación de redes de electricidad, con plantas hidroeléctricas (ENDESA). En lo que hoy es la Región del Biobío se forjó una próspera industria del acero (CAP), y en el extremo austral del país, en Magallanes, surgió el primer pozo petrolero, en Springhill, gracias al trabajo de Corfo. En tanto, la sensibilidad social el primer Mandatario la plasmó en políticas de protección a la infancia y la concretó con la creación de la Ciudad del Niño.

En cumplimiento a sus ideales Libertarios y Democráticos, en el duro trance de la Segunda Gran Guerra no dudo en comprometerse por la decisión de romper relaciones diplomáticas con los países miembros del Eje, Alemania, Italia y Japón, y manifestarse a favor de los Aliados. En este mismo sentido, impulsó entusiastamente la incorporación de Chile, en 1945, al Tratado Constitutivo de las Naciones Unidas, incorporando al país como miembro activo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Lamentablemente, la salud no acompañóal Presidente Juan Antonio Ríos y contrariando las recomendaciones de sus médicos, continúo inalterable, sus actividades.

La Historia destaca que durante su corto Mandato visitó varios países de América, culminando su periplo en los Estados Unidos de América. En este viaje continental, fiel a su condición masónica, visitó las Grandes Logias de varios países del continente, en las que recibió los honores de miembro de la Gran Logia de Chile y de Presidente de la República. Importante fue su visita a la Gran Logia de Nueva York.

El Presidente Juan Antonio Ríos, muere en Villa Paidahue, al amanecer del día 27 de junio de 1946, rodeado de su esposa, hijos, familiares y amigos más preciados.

Jorge Pozo en sentidas palabras pidió que se le permita expresar “a nombre de la Gran Logia de Chile y de la R.L. Juan Antonio Ríos, taller Masónico, que lleva su nombre en su Honor y Homenaje y del cual muchos de los aquí presentes somos miembros activos; nuestra gratitud con esta noble tierra cañetina, por legarnos al Hombre, Estadista e Ilustre y Poderoso Hermano Juan Antonio Ríos, quien a medida que pasa el tiempo más se engrandece como una figura trascendental para la Historia de nuestro País y la Masonería Chilena, líder señero para generaciones futuras, e inspirador de todos aquellos que sobreponiéndose a la adversidad, pulimentando su piedra bruta y siendo consecuentes con sus ideales saben asumir las responsabilidades que les depara el destino, y entregan su vida por la construcción de un mundo más fraterno e igualitario”.

Finalmente, fue el alcalde de Cañete, Jorge Radonich, quien en emocionadas palabras agradeció,en nombre de la municipalidad, a la delegación masónica por viajar hasta su comuna para rendir un homenaje a un ilustre cañetino.