La actividad fue desarrollada el pasado 28 de marzo en la Biblioteca del Instituto Nacional y contó con el auspicio de la Asociación de Docentes Masones de Chile, ADOMACH, y el Ateneo de Santiago. Se recordó la destacada labor de docencia que realizó Samuel Lillo Figueroa, profesor de castellano y Premio Nacional de Literatura 1947.
La ceremonia estuvo encabezada por Guillermo Bown, presidente del Ateneo de Santiago, Enrique López presidente de ADOMACH, Jorge Toro, rector y Raúl Blin, vicerrector del Instituto Nacional, Arturo Herrera, ex - Director de la Policía de Investigaciones de Chile y por el ex Embajador en Israel, Marcos Álvarez. Asistieron apoderados, alumnos, profesores y directores, socios y amigos del Ateneo de Santiago.
El Rector del Instituto Nacional, Jorge Toro, agradeció la asistencia a la actividad y recordó la labor que realizó Samuel Lillo cuando fue docente del Instituto, destacando además que en el año 1947 fue Premio Nacional de Literatura. "Su nombre será siempre recordado como fundador del Ateneo de Santiago, donde acogió cordialmente a escritores que se iniciaban, tan valiosos como Augusto d´Halmar y Eduardo Barrios", señaló el rector. Samuel Lillo, fue además profesor de la Escuela Militar, académico de la Academia de la Lengua, ensayista, narrador, abogado y periodista.
Guillermo Bown, presidente del Ateneo, por su parte, indicó: "Recordemos a Samuel Lillo como un gran gestor y que convivió con los más destacados intelectuales de España y miembro del Ateneo de Madrid"... Después de 55 años de su muerte, Samuel Lillo nos convoca a esta reunión, al lugar donde el fue distinguido profesor en estas salas del Instituto Nacional, que este año cumple 200 años de vida entregando al país una educación de excelencia que se ha traducido en la enseñanza de grandes valores a los más prestigiados prohombres y dirigentes de la nación".
Bown al finalizar, entregó un mensaje a los institutanos, jóvenes y amigos presentes: "Recordemos siempre a los buenos profesores que nos han trazado con la mejor luz el buen camino y entre ellos está Samuel Lillo, el bueno, el poeta que cantó junto al buen alumno en Himno del Instituto: ´y surja el buen pasado con ritmo soberano´".