Bases de la Masonería
(Del libro “PORQUE SOY MASON” Autor: Luis Umbert Santos)
1.- La Masonería declara reconocer, por base de su trabajo, un principio superior e ideal, el cual es el Gran Arquitecto del Universo; no combate, no recomienda ninguna convicción religiosa ni quiere poner limites, con afirmaciones dogmáticas sobre la Causa Suprema, a las posibilidades de libre investigación de la Verdad.
2.- La Francmasonería quiere y trabaja para que individuo y sociedad no sean principios antagónicos, sino términos precisos de una relación moral, y consecuentemente a ellos declara que aspira y labora con constancia para que la JUSTICIA sea eterna reguladora en la vida del hombre en sus relaciones con la sociedad.
3.- La Francmasonería acata las instituciones legitimas que existan y puedan existir en los países donde trabaja… Declara que es tarea primordial a la que dedican sus actividades, la de TRABAJAR POR LA PAZ DE LOS PUEBLOS.
4.- La Francmasonería es un mundo de escogidos, de obreros laboriosos del porvenir que marchan a la vanguardia del progreso, que trabajan en la obra futura, que se adelantan a su ‚poca, que sienten su frente iluminada por el sol de otra edad de fraternidad y de civilización; así, animados de sublimes esperanzas, congregados por un sentimiento de amor honran al hermano que ha sido buen obrero.
5.- La Masonería es un código de dignidad. En cada una de nuestras sesiones recibimos el óleo santo característico que nos sirve de inspiración y es motivo de lucha. El indigno no tiene cabida en nuestro templos, porque la Masonería, que es sementera de hombres libres, no puede tolerar su presencia.
6.- El Gran Arquitecto del Universo, no es sino una formula, casi si un símbolo casi una frase. Una idea para que cada quien la aproveche a medida de su inteligencia, de su concepción deísta o puramente literaria o intuitiva: por eso no la definimos. Todo es así, idea, un principio; para unos la Revolución; para otros la Evolución; para todos, la encarnación del propio pensamiento de cada uno, sin forma ni figura; sin culto ni adoración; sin amor ni temor; sin esperanza, ni disolución.