Trabajo realizado por las Hermanas Aprendices que conforman las Logias de la Gran Logia Femenina de Argentina

 

EL RITUAL, LAZO ENTRE CUERPO Y ESPÍRITU

La palabra “rito” procede del griego, y significa “costumbre de larga duración”, o en su sentido más literal, “senda hollada”. El rito es, por definición, cualquier acción hecha “conforme al orden”, considerado éste como expresión de la Norma universal. El orden cósmico es el rito por excelencia y es el modelo de cualquier rito o gesto ritual.

En el contexto masónico el ritual viene a ser un sistema de actos simbólicos que dentro de la logia constituyen el lazo que une a las hermanas que participan en él. Es a través del rito que las hermanas masonas dejamos de ser entes individuales y nos transformamos en un sólo cuerpo llamado logia.

El ritual es considerado como el vehículo de la enseñanza simbólica y de su influencia espiritual. Preserva las tradiciones que se transmiten de generación en generación. Reposa en leyes que se desprenden de las analogías y correspondencias que ponen en comunicación los diferentes órdenes o planos de la realidad, desde el corporal al espiritual. Es una cita donde confluyen nuestra fuerza y nuestra energía. Su sentido surge de la acumulación y de la combinación de esos poderes concertados.Establece una disciplina, impone el silencio, marca el orden y nos obliga a la reflexión, conduciéndonos paso a paso hacia la cima de la Tenida, durante el cual todas las hermanas  entramos  en armonía y en comunicación  con el yo interior.

En la masonería encontramos la relación entre el ámbito espiritual y el material desdoblado pero interdependiente, y sintetizado al fin en sus símbolos. La espiritualidad se oculta en el Ritual. El espíritu es la parte divina, inmortal y eterna, que portamos en lo más profundo de nuestro ser.

Es a través de un rito que la aspirante a ser masona da el paso de su vida profana a la vida en logia y emprende su camino iniciático. Al traspasar la profana por las columnas e ingresar al templo, se produce un renacimiento iniciático, comienza una simbiosis que se va extendiendo a través de toda su existencia. Cada una vivirá esa experiencia de forma única. Para cada una, uno u otro gesto tendrá un significado particular. Sin embargo, todas nos identificamos y nos reconocemos como hermanas masonas porque decidimos pasar por este rito.

El rito funciona por su repetición. Cada vez que una tenida se abre, los eslabones de la cadena que conforman la logia se vuelven más fuertes. Nuestra mente y nuestro cuerpo van lentamente pasando de lo terrenal a lo espiritual, como si estuviéramos subiendo escalón por escalón. Sentimos que se va abriendo un camino en nuestro interior. El ritual hace su efecto en cada participante, pues en cada nuevo ritual los símbolos van haciendo su trabajo.

Antoine de Saint-Exupéry, en El Principito, nos cuenta que para el zorro “los ritos son necesarios. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día, y que una hora sea diferente a otra”.

Es nuestra palabra.