La Palabra

Estiré mi mano y así la palabra
La encerré en el puño
La vi desvalida.
Para no dañarla
con mucho cuidado
la acerqué a mi oído
y quise escucharla.

Murmullo de aguas que a golpe en el yunque
el martillo talla
y es fiel el estribo
que logra captarla.

No entendí su tono
me resultó extraña
sonaba a padre, a pulso y a patria.

Con mi mano diestra logré con cariño
la primera letra del todo aislarla.
Es la Pe
me dije
con alguna maña
sobre mi escritorio la dejé acostada.

Espié curiosa

¿Que otras faltaban
para hacer con ésta la palabra ansiada?
Repetí la hazaña
porque era hazaña
lograr que en el puño la palabra hablara.

Acerqué mi oído
y casi me espanta
oírla en un grito

Sonó como alarma.
¡Ah! Es lo que decía
y yo no sabía
que sólo enunciaba su precioso nombre
la A de alabanza
de amor
y de alba

Si acaso tuviera que buscar ejemplo
no olvido que inicia y termina
Alma.

Por supuesto digo
es la A anunciada
que a la Pe le siguen en esta palabra.

Aún  queda una letra
Trato de atraparla
pero se me escurre dentro de la manga.

Serpea y se esconde
Aquí está! No escapa.
Es con mi siniestra que logro encerrarla.
La acerco y la escucho

Zumba y Zigzaquea.
No entiendo que pasa,
si yo sólo intento conocerle el nombre
¿Por que disimula me esquiva y se calla?
Aguzo mi ingenio
zoncera
zalema
zanjada
zaranda.

Es cuando comprendo
la Zeta faltaba
para completar la esquiva palabra.

Coloco las letras
Ya no falta nada
¡Aquí estoy! me dice
¡Muéstrame al mundo!

Soy tan diminuta
¿Por que  no me quieren?
¿Por que no me llaman?

Sobre el escritorio
las letras me hablan
Son tan sólo tres
PAZ
es la palabra

Norma Mazur
Primer  Gran Maestra