Luis A. Riveros, Académico de U. de Chile. Gran Maestro de La Gran Logia de Chile en Diario Estrategia. 02 de enero de 2013.
El resultado económico global se determina por las intenciones efectivas de los agentes económicos.
El año que hemos dejado atrás deja al menos tres lecciones que Chile debería asumir. La primera lo muestra el triste episodio que ha rodeado a personeros de la CNA, y es que siempre es mejor intervenir antes, proactivamente, para evitar un mal mayor y que las cosas se vayan de las manos, poniendo en riesgo la credibilidad de todo un sistema público. La segunda, es que las predicciones y estimaciones nunca necesariamente reflejan el resultado económico global, el que se determina mas bien por las intenciones efectivas de los agentes económicos. Esto, a propósito del marcado pesimismo que rodeaba a las cifras esperadas a comienzos del 2012, y los mucho mejores resultados observados. La tercera, es que el sentido de la política debe cambiar y los partidos deben volver a ejercer su rol de grandes conductores, para evitar que la participación ciudadana sea solamente minoritaria, desluciendo la democracia representativa y el poder efectivo de quienes son electos.
Oportunidad para intervenir y regular, es clave para darle credibilidad al sistema público. Objetividad para evaluar las situaciones y establecer criterios de salida, es fundamental en el diseño de la política y de sus instrumentos. Representatividad, para que la acción de la política pública represente a todos como una manera de integrar al país y fijar adecuadamente sus metas y objetivos. O sea, 2012 con todas sus cabalísticas representaciones, sus amenazantes ribetes y sus no menos atemorizadores desarrollos, ha sido un año que nos deja lecciones importantes que podemos y debemos asumir. Y nada menos que para el año de una nueva elección presidencial, de un nuevo debate político que podrá elegir ser sustantivo e innovador, o sólo la misma repetitiva plantilla discursiva que hemos presenciado por años.
Qué Chile tenga un Feliz 2013, para alegría de todos los chilenos de hoy y del mañana.