Menu:


Los gremios de constructores, cuyo origen se puede situar en los albores de la Baja Edad Media, surgieron dentro de un contexto de espacio y tiempo determinados por la prevalencia de valores y ritos cristianos. Esto es, aparecen en Europa y entre los Siglos X y XI. Cierto que recogen formas y tradiciones de los desaparecidos Collegia Romanos, pero el contexto en el que se desenvuelven es puramente cristiano.

Eso lleva a que culturalmente tomen referencias y símbolos de ese pensamiento y religión. Los gremios adoptan Patronos espirituales provenientes de la iconografía cristiana. Los más señalados son San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Otros de gran relevancia para estos gremios son los conocidos como los Cuatro Santos Coronados: Severio, Severiano, Carpóforo y Victoriano.

En dichos gremios se estableció la norma de invocar, antes del comienzo de sus trabajos, a sus Santos Patronos o bien a las figuras asociadas a la divinidad cristiana: San José, Virgen María, Jesucristo y a veces incluso a María Magdalena.

Con ello solicitaban su protección y les ofrecían el fruto de su trabajo. No hay que olvidar el ambiente y circunstancias culturales y espirituales de la época.


Código Moral Masónico

Constituciones de Anderson 1.723

Las Constituciones de Estrasburgo de 1.459

El Manuscrito Graham de 1.726

Los Estatutos de los Canteros de Bolonia de 1.248

Los Estatutos de Schaw

El Manuscrito Essex