PAPA, NUNCA NOS ABANDONES
Por Ariel Núñez
“A veces el hombre más pobre deja a sus hijos la herencia más rica”
Anónimo.
En este mes de junio, es el señalado por la costumbre para festejar al padre. En casi todo el mundo, el tercer domingo del mes de junio se honra a esta figura familiar. A diferencia de la madre, los festejos son un poco más sencillos, más sobrios.
Sin las acostumbradas serenatas, sin los regalos que se preparan hasta con una semana de anticipación, como lo hacemos con el día de las madres. La cultura del mexicano, tiene bien definidos estos dos semblantes en que se finca el núcleo familiar. Papá y Mamá; toca en este día recordar, venerar, honrar y exaltar a papá, al buen amigo que ha sido, desde que éramos niños, al que sabe mas que nosotros, e incluso al que muchas veces, cuando pequeños, fue motivo de discusión entre muchachos, para ver que papá era mas inteligente. Al modelo que se apareció desde el primer momento de nuestro razonamiento, al hombre que siempre fue campeón, en el decurso de nuestras vidas. El experimentado guía cuando asistimos a la escuela. El juez, incorrupto en las decisiones familiares. El que apacigua los arrebatos del hijo y pone orden a las discusiones entre hermanos, dando a cada quien lo justo. El, que es nuestro mejor confidente en las lides emocionales del amor y el que muchas veces lloró con nosotros, cuando el amor se extraviaba, haciéndose solidario en nuestra depresión sentimental. Si. a papá, al “jefe”, el que cuando jóvenes, escondíamos el cigarrillo al verlo llegar. El “cuate”, con el cual un día nos tomamos unos tragos y brindamos por la felicidad mutua, de ser padre e hijo. Papá- amigo, con la sola condición de que él es el que manda, el es el jefe y nos traza la línea entre los dos; esa barrera inquebrantable que debe existir siempre: El respeto. Todos tenemos un papá, pero a veces las crueldades del destino, hacen que unos cuantos seres, tránsfugas, con el honroso nombramiento de padres, se olviden de su procreación. Sin embargo, la gran mayoría, es la digna representación del amor, de la amistad, de la protección, del respeto. Los que tienen la dicha incomparable de tenerlos entre ellos, felicidades, y para nosotros que nos dejaron, cumpliendo satisfactoriamente su misión, también congratulaciones. Papá, nunca nos abandones…¡Salud”
LIC. RUBEN ARIEL NUÑEZ CHARLES
MONTERREY, NUEVO LEON.