Discurso 21 de Marzo 2012, Foro Cívico

Discurso pronunciado por el Q.•. H.•. Fernando Lozano Alcorta
Gr.•. Pr.•. Or.•. de la Gr.•. Log.•. del Estado de Nuevo León
Miercoles, 21 de Marzo 2012, Explanada de los héroes, monumento a Juárez
Monterrey, N.L. México

     V .•. H .•.  Felipe C. Martínez Alcántara, M .•. R .•. G .•. M .•.  de la Gran Logia Centenaria del Estado de Nuevo León. Lic. José Guadalupe Calderón, dirigente estatal de la Asociación Foro Cívico México Laico. Damas y Caballeros. Pueblo Libre y Soberano de Nuevo León.

     Este día en el que honramos la memoria de un Gran Hombre, un Hombre en toda la extensión de la palabra, Don Benito Pablo Juárez García, manifestamos de nuevo nuestra inconformidad por lo que ha estado lesionando la armonía de nuestra Nación.

     El pasado 15 de Diciembre de 2011, los Diputados lanzaron un brutal ataque al Estado Laico Mexicano, al modificar la redacción del Artículo 24 de nuestra Carta Magna, amenazando que solo era el inicio de una serie de cambios que se tendrían que hacer, amparados en lo que ellos mencionaron como “Libertad Religiosa”, pues posteriormente solicitarían el cambio en la redacción de los Artículos 3o, 5o, 27 y 130 de nuestra Constitución, así como la Ley de Asociaciones Religiosas. Todo lo anterior para satisfacer la solicitud del Clero Católico, que sigue insistiendo en Refundar nuestro país con la filosofía de su Institución.

     Hemos escuchado y leído las declaraciones de los representantes del Vaticano, donde comentan que el propósito de la visita a México de su jerarca, es la negociación del establecimiento en nuestro país de la “Libertad Religiosa”, donde se pretende adoctrinar religiosamente en las escuelas públicas a nuestros hijos y otra serie de cambios que solo a los Mexicanos compete.

     Queremos dejar claro que desde que se sentaron las bases de la separación Iglesia y Estado en 1857 y ratificado en la Constitución de 1917, en este país se tiene Libertad Religiosa, donde todos los ciudadanos, tenemos la Libertad de creer o no y practicar o no, la Religión que más nos acomode, de acuerdo a nuestra manera de pensar.

     Debemos recordar que en el pasado, el hecho de no pertenecer a la Religión del Estado, era causa de persecución, discriminación y hasta de la muerte. Los ciudadanos comunes no eran educados y tenían que servir como esclavos a los dueños de vidas y haciendas, que generalmente eran personajes muy “devotos”, que otorgaban altos donativos a la Iglesia. 

     Veamos cómo viven en los países donde la Religión y el Estado gobiernan en estos momentos en otras partes del Mundo. El fanatismo se ha apoderado de esos ciudadanos y no hay progreso en los Pueblos así sojuzgados.

     Ratificamos que la educación, tanto pública, como privada, debe ser Laica, científica, sin fanatismos ni supersticiones, donde nuestros hijos se formen con valores de Libertad, Respeto a nuestros semejantes y a sí mismos, amor a nuestra Patria. Donde se practiquen y promuevan las virtudes que como seres humanos debemos desarrollar. El deporte; la investigación científica y el Civismo, deben ser asignaturas que junto con las Matemáticas y la Gramática, se impartan con calidad.

     La educación religiosa es un derecho que todos los ciudadanos tenemos y que a través de las Asociaciones Religiosas, en los Templos y en la casa, se puede otorgar. En una sociedad sana, libre y laica, todos debemos tratarnos como iguales, pues así es como somos ante los ojos del Estado, todos iguales. Con los mismos derechos y obligaciones. Por lo que las creencias, la filiación política, preferencias sexuales o el color de la piel, no deben provocar divisiones, discriminaciones o ataques entre los asociados.       

     No debe haber privilegios entre nosotros, a eso se le llama igualdad, por lo que todas las denominaciones religiosas deben de recibir el mismo trato por parte del Estado. Así como se recibió al Dalai Lama, debería de estarse recibiendo al Papa Benedicto XVI. Por lo anterior,  es imperioso que las relaciones Diplomáticas entre nuestro País y la Jerarquía Católica, vuelva a su estado original, como se establecieron en 1917. No podemos permitir que extranjeros vengan a establecer su filosofía de vida en nuestra Patria. Los Mexicanos tenemos suficiente madurez para avanzar o equivocarnos solos.

     Desde esta Tribuna, volvemos a solicitarle a la Cámara de Senadores, así como lo hicimos personalmente el día de ayer, que no apruebe la modificación de la redacción del artículo 24, donde se establecen condiciones subjetivas. Y a los Diputados y Senadores, que no atenten contra el Estado Laico de nuestro país, pues el pueblo sabrá defender sus derechos y lo peor que nos puede pasar como asociados, es tener enfrentamientos entre nosotros. Deben estar conscientes también, que lo que debe prevalecer entre los Mexicanos, es la Unidad, dentro de un marco de Respeto y Libertad.

     A los Diputados Locales, ratificarles que no estamos de acuerdo con la modificación del Artículo 24 y que esperamos que defiendan los derechos y las Libertades de los Mexicanos. Si lo hacen así, el Pueblo en su conjunto se los reconocerá y si no, se los demandaremos.