De la imagen moderna de la Masonería Universal
A pesar de que hay personajes de no muy grata recordación para la generalidad de la comunidad masónica y de la sociedad en general, queremos hoy dar un parte de tranquilidad a todos en el sentido de que siguen existiendo buenos Iniciados que son excelentes personas y que día a día trabajan sin descanso porque haya espacios de seriedad en los cuales se pueda dar un desarrollo sano en el mundo de lo Iniciático.
Muchos Hermanos hemos tenido que cambiar nuestra membrecía e incluso hemos tenido que crear nuevas organizaciones en virtud de la búsqueda de la espiritualidad y de lugares en que el respeto por lo moral estén en el centro de todas las circunstancias institucionales.
Nuestra Gran Logia Regular de Colombia de Menfis – Mizraim es una Institución de esas características.
Nuestros escenarios no albergan el pensamiento de la moral relativa de quienes buscan acceder al poder temporal social y/o político, o de todo aquello que lesione el correcto sentido del progreso Iniciático y por supuesto, de la moral social entendida ésta como el justo cumplimiento de los preceptos normativos, constitucionales y legales del país. Se observan también todas las normas internacionales que tienen que ver con el DIH y los Derechos Humanos.
Respetamos la inocencia y la defendemos porque debemos tener la posibilidad de creer en la palabra y la buena fe guardada.
Tan sólo esperamos que las Masonerías en el resto de Latinoamérica se guíen por estos preceptos muy básicos, pero que enmarcan unas reglas del juego que permiten el crecimiento de las instituciones masónicas con toda probidad.
NO consideramos compatible que un ser humano Iniciado utilize métodos corruptos para el acceso a una mejor vida material y que pueda avanzar espiritualmente en ninguna Masonería. En la nuestra, no puede ni deber estar.
Dicho lo anterior, es comprensible que son bienvenidos todos aquellos buscadores sinceros que deseen encontrar en su mundo interior las realidades trascendentes de la verdadera Iniciación.