LAS PLAYAS DE CADEREYTA

 

LAS PLAYAS DE CADEREYTA JIMÉNEZ, Y SU MUDANZA EN 1762

Q.•.H.•.  Rubén Ariel Núñez Charles14 Febrero 2012
Cronista Adjunto Cadereyta, Jiménez, N. L.

 

De todos lo municipios que conforman el Estado de Nuevo León, el de Cadereyta  Jiménez,  es quizá del que la historiografía puede  engarzar sus mejores narrativas, debido al proceso por el que hasta la fecha ha tenido que pasar, desde su fundación; sea por decisiones de los fundadores, sea por mandatos de Natura, o hasta por el hecho inverosímil de ser víctima del caos y saqueo en su archivo. Y tal vez por encontrarse más cercana a la sede del Gobernador del Nuevo Reyno De León, es que ha corrido, -diría yo-, con protección privilegiada.  Existen noticias de que su fundación fue el 13 de agosto de 1637. Pero posterior a ello ocurrieron sucesos que están asentados en los libros de Cabildo, como el ocurrido en el año de 1752, de las abundantes y tormentosas lluvias, que provocaron el desbordamiento de los rios, Santa Catarina, San Juan y Ramos; que al unir sus caudales hicieron desaparecer, materialmente la Villa de San Juan Bautista, de Cadereyta, (que fue su primera denominación).

 

Por documentos que he pergeñado, debido a la  herencia  de mi señor padre, oriundo de esta tierra de Zavala y de Alonso De León,  he tenido en mis manos una recopilación  de las constancias relativas a su Fundación,  que aunque no tienen un orden muy cronológico, arrojan bastante información, extra, me atrevo a decirlo, sobre la fundación de Cadereyta Jiménez. Esta recopilación (quizá, tratando de poner en orden los descuidados archivos del Cabildo), se hizo por medio de decreto  expedido por el Gobierno del Estado de Nuevo León, en el año de 1863. Lo anterior, tal vez por virtud a la desaparición y el deterioro de los archivos de la época,   pues como se sabe, hasta el acta original de su fundación, permaneció extraviado. Y nos conformamos con utilizar ese término, por no pensar que mentes sin escrúpulos hayan tomado, con aviesas intenciones,  el histórico documento, que solamente es de utilidad valiosa para los Cadereytenses. Es justo mencionar que su recuperación se debió a un humilde hombre, nuestro amigo, el  historiador, nativo de esa ciudad, el Cronista Mario Rocha, quien se la entregó, al Sr. Edelmiro Cantú Sada,  que era el alcalde, y en presencia del Cabildo en Pleno y del pueblo,  en lúcida ceremonia el 25 de mayo de 1996; pues dicho documento se hallaba en  poder de un coleccionista de objetos y documentos  antiguos, llevados de México a la ciudad de Austin, Texas. Habiendo dedicado para tal empresa, casi diez años de labor.

LOS LINDEROS CON TAMPICO

Tal y como quedó asentado  en el libro de actas, me permito transcribir un parte como se halla escrita esta , que consideramos de vital importancia: (1) (Visita del Gobernador D. Martín de Zavala á la Villa de Cadereyta).

“-En la Villa de Cadereyta de la Gobernación de el Nuevo Reyno de León en veinte y cinco dias  del mes de febrero  de mil seiscientos treinta y ocho años el Señor Don Martín de Zavala, Gobernador y Capitán General de dicho Reyno y sus provincias por el Rey Nuestro Señor dijo: que por cuanto para dar principio á la poblazon y fundacion de esta dicha Villa el año pasado de seiscientos treinta y siete despachó comisión al Capitán Don Luis de Zúñiga y Almarás para que en la forma que mas convenga asi al servicio de Dios Nuestro Señor y al de su Majestad en virtud de su capitulación, fúndase esta dicha Villa”... Líneas  atrás decíamos de las decisiones de sus fundadores, y aquí está un ejemplo muy evidente, pues la visita que hace Don Martín de Zavala se plasma así, en continuación a la referida acta: … “ En virtud de dicha comisión, el dicho capitán Don Luis de Zúñiga tomó posecion de ella con toda solemnidad asentando por auto el número de vecinos y señalando plaza, calles y sitio para iglesia parroquial y casas de consejo, dando y repartiendo solares a los vecinos para edificarlos, según del dicho auto de posecion”… Nos hace pensar en la rigidez del Gobernador De Zavala, al leer las siguientes líneas: …”Y por que fue necesario venir a ver la dicha poblazon para ordenar en ella lo que mas bien cumpliese al servicio de su Majestad, ornato ilustre de su republica para su mejor gobierno y habiendo llegado halló algunas de las casas que se habian empezado a hacer que estaban mal formadas apartadas unas de otras no contiguas y sin formar ni seguir cuadra ni calle y en el auto de su fundacion no constar el término que esta dicha Villa se le debe dar ni a que parte corría, ni lo que les estaba señalando para propios ni los egidos que tenia, y otras cosas que necesariamente devia constar en dicho auto  para lo cual y por lo que mejor conste y se haga la dicha fundación en la forma y manera que se declara, en la Real Cédula de nuevas poblazones ajustándose a ellas dijo:” que en nombre de su Majestad, señala de término á esta dicha Villa, tres leguas hacia la ciudad de Monterrey de esta gobernación sirviendo para lindero de la una y otra parte los mojones que se pusieron por la dicha ciudad para que las justicias de ella no pasen á esta Villa á la de la dicha ciudad a hacer autos ni otras diligencias”… En virtud de las anomalías que Don Martín de Zavala encuentra, en las acciones de este Don Luis de Zúñiga y Almarás, acude a señalar términos, y lo que a nuestro juicio parecen ser  algunas correcciones, prosiguiendo:…”De norte á Sur se le señalan ocho leguas, cuatro por cada lado y por la parte de oriente, camino hacia la Guasteca y puesto de Tampico todo lo que hubiere de distancia, hasta llegar a territorio de dichas partes en cuyo medio habiéndose de hacer algunas poblazones se le dará a esta dicha Villa por la dicha parte, el término que debe tener con que queda señalada y por propios de esta Villa”… Hemos de entender que  al conceder  Don Martín de Zavala ocho leguas al oriente, (hacia el mar) cuatro por cada lado, Cadereyta quedaría extendida hasta Tampico, haciendo playa, lindando con el puerto, pues es muy clara el acta donde se lee “Todo lo que hubiere de distancia, hasta llegar a territorio de dichas partes en cuyo medio habiéndose de hacer algunas poblazones se le dará a esta dicha Villa por la dicha parte”. Aquí están las famosas Playas de Cadereyta a que hacen alusión  Don Apolinar Núñez de León y el Lic. Abelardo A. Leal.  Precisamente esa es la categoría marina que tiene Cadereyta Jiménez y todo el Nuevo Reyno, y esto es muy entendible; pues en la merced de 1579 que Felipe II Rey de España hizo a D. Luís de Carvajal  y de la Cueva, se firmó  la siguiente capitulación: ”De las provincias y tierras que hay desde el puerto de Tampico, río Pánico y las minas de Mazapil, hasta Nueva Galicia y Nueva Vizcaya, y de allí hasta el norte lo que esté por descubrir de un mar a otra, con que no exceda de doscientas leguas de latitud y otras doscientas de longitud, que se llame o intitule: “Nuevo Reyno de León.” (Archivo General de la Nación tomo 672, pág..254)

SU REUBICACION EN EL AÑO DE 1762

Si la visita de D. Martín de Zavala a Cadereyta, en 1638, para certificar la comisión encomendada a Don Luis Zúñiga y Almarás,  es todo un hecho histórico para esta Villa, más lo es el acto que tuvo verificativo el 8 de julio de 1762. Motivo que expresamos con anterioridad, del que Cadereyta en su metamorfosis histórica, política, social y cultural, encierra todo un cúmulo de anécdotas, circunstancias que  permiten a los historiadores el adentrarse en ese laberinto de efemérides, para al final, resaltar siempre los hechos notables desde el nacimiento de los pueblos. 

Considero de relevancia especial, mencionar una parte de la siguiente acta, donde se mencionaba “La necesidad en que se hallaba todo el vecindario de mudar sus habitaciones a la otra parte del rio”, (en la modernidad le llamaríamos reubicación) se lee así: -“En la ciudad de Nuestra Señora de Monterrey, en ocho días del mes de Julio de mil setecientos sesenta y dos años yó D. Carlos de Velasco Capitán de Infantería Española, Gobernador y Capitán General del Nuevo-Reyno de León. Habiéndoseme representado por el Alcalde Mayor y Cabildo de la Villa de Cadereyta, y tambien por el Sor Cura Juez Eclesiástico de dicha Villa, la necesidad con que se halla todo el vecindario de mudar sus habitaciones á la otra parte del rio, cuyo paraje tengo visto y reconocido y en el encuentro comodísimas ventajas, tanto para el Establecimiento de las habitaciones, como para formar un templo a Dios que no le hay según la decencia debida; en consecuencia de dichas representaciones, ordené que comparecieran ante mi en esta dicha Ciudad el citado Alcalde Mayor con el arquitecto de la Iglesia de quien es el plan que dicho Sor Cura me remitió, y queda inserto en estas diligencias”. Con lo anterior subrayado, se entiende claramente la buena disposición del Gobernador Velasco atendiendo las necesidades de la Villa de Cadereyta, dando prioridad a un lugar de mejor ubicación. Quedando lo que diríamos “Repuebla”, o repueble, que es la repoblación de un lugar ya fundado o preexistente o que se haya perdido por causas fortuitas, terminando: “Y en presencia de todos se medirán cien varas en cuadro  para que libre y desembrazado quede este terreno  considerado por plaza principal que fecho esto se señale bien distintamente y demarque el que debe ocupar la obra de la Iglesia, quedando enfrente de la puerta de ésta á la plaza”… Estas medidas de cien varas en cuadro que se lee en la histórica acta, son las medidas actuales de la Plaza Principal justamente frente a la Iglesia. Hasta la fecha no ha sufrido Cadereyta Jiménez, Nuevo León, ninguna otra reubicación, ni repueble alguno, solamente que el consecuente que dejó desde  1973, la Planta Despuntadora de Petróleos Mexicanos, borrando por así decirlo muchos de los vestigios históricos, desde su fundación  a estos días en que recordamos a  la Villa de Cadereyta,  a  Cadereyta Jiménez, quien como dijo D. Carlos De Velasco, Gobernador del Nuevo-Reyno de León, “Para que de honor esta Villa al Reyno:”… Y díganlo si no, ahí están sus mujeres y hombres ilustres, sus próceres, dando lustre a la historia de México,  su gente nativa del terruño querido, Cadereyta Jiménez, Nuevo León, ¡Salud!