LA MASONERÍA Y LA PREVENCIÓN DEL DELITO

Wael HIKAL
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
www.waelhikal.es.tl
Respetable Logia Masónica Unificación #35
Gran Logia de Nuevo León

Dedicatoria
Al Gran Arquitecto Del Universo
A mis Queridos Hermanos

 

Sumario: I. Introducción, II. La situación de la delincuencia (origen y tendencias), III. Prevención social del delito, IV. El rol del ambiente, V. La Filosofía masónica como recurso para el auxilio de estos problemas, VI. La labor de la masonería para el cambio social y la prevención del delito. VII. ¿Es posible reducir la delincuencia?, Conclusiones, Bibliografía, Currículo masónico del autor, Currículo profano del autor.

 

Resumen

El presente expone información sobre la situación actual de la criminalidad en la sociedad mexicana, algunos conceptos claves en el entendimiento de este fenómeno, y principalmente la labor que la Masonería debe continuar para controlar, evitar y prevenir este fenómeno causo en gran parte el desequilibro social que existe. Con los principios y objetivos de la Masonería, este problema debe tener solución.

Palabras clave: Masonería, Prevención del delito, Filosofía, Conocimiento, Desarrollo humano.

I. Introducción

La sociedad actual está en un grado peligroso de crisis, parece que los problemas más graves han venido a concentrarse en el presente siglo, la pobreza, desigualdad, muertes, desequilibrio, falta de educación, desempleo, entre otros. Agregando las situaciones de inseguridad y muerte constante a la que nos hemos acostumbrado.

Para tratar lo anterior, se requiere de los conocimientos filosóficos y científicos que la humanidad ha venido creando a través de los siglos, siendo estos retomados y sistematizados por la Masonería que siempre ha buscado la fraternidad del mundo y que ha tenido en sus filas a las más destacadas personalidades, por ello, los masones del presente siglo, tenemos la obligación de continuar con su legado y a través de nuestras labores lograr la estabilidad y la paz que la sociedad requiere.

II. La situación de la delincuencia (origen y tendencias)

Antiguamente los primeros delitos eran el robo y el homicidio, ahora, se ha generado una evolución en las modalidades de los delitos a la par del avance de la tecnología y la ciencia, así la “frialdad extrema” en la que se venden bebés, personas, órganos, animales y plantas prohibidas, se fabrican drogas, se falsifica absolutamente todo tipo de artículos, se trafica con armas, se capturan servidores públicos, se les asesina y corrompe (policías, tránsitos, presidentes municipales, diputados, gobernadores, candidatos a diversos cargos, entre otros), secuestro de personas de todo tipo, extorsiones, secuestro de aviones, terrorismo, mutilaciones, descuartizados, enfrentamientos, entre tantos (Hikal, 2010b, p. 7)

Por otro lado, lo anterior se ve reforzado por la situación de desempleo, falta de educación, vivienda, de desarrollo, entre otras situaciones que crean grupos vulnerables, entendiendo que son aquellos grupos que por circunstancias de: “pobreza, origen (...), (...), salud, edad, género o discapacidad, se encuentran en una situación de (...) indefensión para hacer frente a los problemas que plantea la vida y no cuentan con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas” (Secretaría de Marina, pp. 12 y 13).

En los países del mundo entero; las estadísticas de la criminalidad han aumentado en forma rápida, la criminalidad se ha convertido en un fenómeno normal que cada vez más personas adoptan y evolucionan.

Hay dos factores que contribuyen principalmente a esta situación. En primer lugar, el Estado no se dio cuenta a tiempo de las limitaciones de la justicia tradicional como la policía, los tribunales, las cárceles, etc. para responder a ella; en segundo lugar, se presta un apoyo mínimo a la prevención del delito que tienen por objeto conocer las causas y reducir la cantidad de víctimas y de criminales.

III. Prevención social del delito

Los medios que conducen a reducir el fenómeno antisocial son necesariamente aquéllos que puedan oponerse a los factores de riesgo que la ocasionan o favorecen.

Siendo la criminalidad, en parte, un producto de la miseria, de la ignorancia y de la enfermedad mental y social, los medios son aquéllos que combaten esos factores, el Estado, por medio de sus instituciones debe dar ayuda a reducir los factores de riesgo.

Para poder llevar a cabo una prevención, hay que definir el concepto de ésta, es imaginar con anterioridad un hecho criminal y preparar los medios necesarios para impedirlo. En la prevención se emplean otros términos a manera de sinónimos como: control, intimidación y predicción. La prevención debe ser considerada como herramienta básica para la reducción de la criminalidad, la violencia y la inseguridad.

Se ha de entender lo anterior como prevención social del delito, para lo cual, Naciones Unidas (UNODC, 2007, p. 303) define prevención del delito como la que: engloba las estrategias y medidas encaminadas a reducir el riesgo de que se produzcan delitos y sus posibles efectos perjudiciales para las personas y la sociedad, incluido el temor a la delincuencia, y a intervenir para influir en sus múltiples causas.

Por otro lado, Martínez Bastida (2007, p. 91) apunta muy adecuadamente el concepto de prevención social del delito de la siguiente manera: se basa en intervenciones no penales sobre delincuentes potenciales orientadas a atenuar su propensión criminal, sustentándose en las teorías clásicas de la etiología del delito, según las cuales la acción criminal se explica por la existencia de diversos factores (familia, escuela, amigos, pareja, empleo, drogas, alcohol, etc.).

La frase conocida de “más vale prevenir que castigar” tiene éxito ya que en la actualidad se conocen mejor las causas de la criminalidad, se pueden identificar con precisión los grupos propensos a determinadas conductas.

IV. El rol del ambiente

El contexto actual parece desolador, múltiples las problemáticas y a pesar que se conocen y se tienen los recursos y formas de intervención, la acción ha sido escasa, a saber, José Ángel Ceniceros señala (Reynoso Dávila, 2004, pp. 64 y 65):

  • La miseria como fenómeno universal y consecuencia de la crisis cada vez más aguda, de la organización social capitalista;
  • El crecimiento de la población con la consecuente aglomeración en zonas urbanas y barrios bajos y el aumento de desocupados, vagos y malvivientes;
  • La desproporción notoria entre el aumento de la población y los servicios públicos;
  • El aumento de centro de inmoralidad; la desorientación ética de la escuela y el quebrantamiento de las normas de la vida del hogar; la televisión como escuelas de morbosidad;
  • La relajación de las costumbres;
  • La escasez de la policía efectivamente preparada para el desempeño de sus funciones;
  • La carencia de buenas cárceles y penitenciarías;
  • La falta de directores y personal especializado al frente de esos establecimientos;
  • La incertidumbre de la represión, la falta de respeto de algunas autoridades a los mandatos legales;
  • La impunidad de los delitos cometidos por gente que dispone de influencia para eludir la acción de la policía o para frustrar la actuación judicial, y
  • La falta de instituciones que ayuden y orienten a conseguir trabajo a los que salen de las cárceles o regresan de las colonias de relegación, etcétera.

V. La Filosofía masónica como recurso para el auxilio de estos problemas

El conocimiento de la sociedad humana, la cual parte de la comprensión de sí mismo, hace que la institución masónica contribuya a la solución de problemas relacionados con: la moral social, el analfabetismo, la ignorancia, la superstición, la pobreza, la corrupción, el caudillismo, el subdesarrollo, la violencia, la subversión juvenil, el fanatismo político y religioso (Aliosha Martínez, 2007, p. 50).

Esto lo lograremos a través del conocimiento y fortalecimiento de cada una de nuestras habilidades, profesiones, ocupaciones, religión, labor política y demás instrumentos que nos acompañen. Pero principalmente con sabiduría, con el cultivo de la filosofía y la ciencia.

Así, tenemos diversas ciencias que nos auxilian en el entender del fenómeno criminal; por ejemplo, la Demografía que trata de las características sociales de la población y de su desarrollo a través del tiempo (Microsoft Encarta, 2009). La Sociología que hace un análisis de los procesos sociales que producen la delincuencia. La Biología que trata de localizar e identificar en alguna parte del cuerpo humano un factor patológico, disfunción o trastorno orgánico que dé una explicación a la conducta delictiva. La Antropología que ofrece conocimientos históricos, culturales, biológicos y físicos, entre muchos otros más. El Derecho que regula la vida en sociedad y establece una serie de reglamentos que enmarcan las actividades correctas del ser humano. La Psicología que buscan las causas mentales y sociales que producen una alteración. Y finalmente, la Política que pone en puesta las normas y prácticas para el orden social.

Siendo el listado anterior, solamente enunciativo más no limitativo y que concluye en un conocimiento filosófico y epistemológico que nos invita a conocer más sobre nosotros mismos, autoayudarnos y ayudar a la humanidad para su progreso y evolución.

VI. La labor de la masonería para el cambio social y la prevención del delito

¿Qué debemos hacer los masones para lograr esto? “el masón es un hombre libre, amante de la humanidad y de su patria, fiel a las leyes, honrado y virtuoso” (Paliza, s.f., p. 6). Dan Brown señala que la masonería es: “una organización en la cual, hombres de credos diferentes, son capaces de partir juntos el pan en un lazo de hermandad” (Najenson, s.f., p. 4). Los medios deben ser la tolerancia y el amor y por su intermedio: perfeccionar las costumbres, glorificar la justicia, la verdad y la igualdad, y combatir la tiranía y los prejuicios (Goldstein, 1998, p. 7).

En este principio de siglo, los problemas estremecen la consciencia de los hombres libres, las economías están en crisis y los problemas sociales y ecológicos, amenazan con extender sus perfiles destructores, mientras los hombres buscan desesperadamente la felicidad y el bienestar que no llegan. El número de hombres que viven en sociedades libres ha disminuido, aumenta la tendencia a violar los derechos humanos y el desempleo y la pobreza, la corrupción y el terrorismo, crecen, comprometiendo la estabilidad política, de buena parte de la sociedad de hoy (Portillo López, 2006, p. 108).

Con base a los principios fundamentales de la masonería, ésta puede contribuir a propiciar y promover la prevención del delito y la hermandad entre los humanos a través de:

  • La libertad de pensamiento, de conciencia, de libre examen, de conciencia y de acción.
  • La igualdad de derechos y obligaciones para todos los seres humanos.
  • La fraternidad entre todos los seres humanos (...), expresada en términos de solidaridad, amistad y hermandad.
  • El hecho de ser una institución progresista y al manifestar la aceptación de la evolución como algo natural dentro del universo, inculca dentro de sus miembros el abatimiento de los intereses retardatarios que impiden el avance de la humanidad y porque rechaza todo fanatismo, bien sea de carácter religioso, político, social o cultural, sin prejuicio alguno, todos los avances de la invención humana.
  • Por ser una institución filantrópica, persigue el bienestar de todos los seres humanos sin distinción de género, raza, nacionalidad, condición social o económica, partido político o creencia religiosa.
  • La masonería promueve y defiende el respeto de los derechos humanos, la democracia, la justicia, la educación y el desarrollo socioeconómico en general.
  • Combate la intolerancia, la injusticia, el racismo y la ignorancia, provenga de donde provenga (Aliosha Martínez, 2007, pp. 49 y 50).

Los masones entendemos que la virtud es la capacidad de hacer el bien en su más amplio sentido, y el cumplimiento de nuestros deberes para con la familia y la sociedad sin egoísmo ni vanidad. La masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de la moral y como lealtad de la conducta para común el ideal, que debe conducir hasta el sacrificio cuando sea necesario para el cumplimiento del deber (Aliosha Martínez, 2007, p. 38).

La masonería es, a la luz de sus principios universales, un instituto de perfeccionamiento ético, al servicio del hombre y una institución destinada a extender los valores de solidaridad y tolerancia, en una sociedad que se debate entre la incertidumbre y la inestabilidad, atrapada entre la pobreza y la corrupción, entre el fundamentalismo étnico y religioso y las fuerzas de regímenes brutales y totalitarios (Portillo López, 2010, p. 3).

Si la humanidad se pierde, nos perdemos con ella, por lo tanto y esto es así, no únicamente para los masones, sólo queda un camino a seguir para tratar de alcanzar la felicidad y este es, levantar la conciencia del hombre, para que cada quien, cumpliendo con su deber y respetando el derecho de los demás, permita a las generaciones futuras, más allá de nuestro presente de acres contrastes, ardua lucha y tenaces sacrificios, vislumbrar un horizonte de paz y sana convivencia, de libertad y fraternidad, para que este sueño de felicidad tenga oportunidad de hacerse realidad, es que existe nuestra institución (Portillo López, 2006, p. 111).

En esa vía de autorrealización, los actos libres serán el fruto de un grado de evolución personal progresiva que podrá ofrecerse como piedra válida para la construcción del edificio de una Humanidad realmente tendente a lo justo y lo perfecto. Así, Deber y Libertad se entrelazan armónicamente, como principios éticos específicos en función de los cuales se desarrollan las restantes virtudes, cuya correcta interacción dará como fruto la justicia de nuestros actos dentro del Orden universal (Hurtado, 2005, p. 88) .

Es decir se pretende actuar sobre las causas más significativas de la criminalidad y la creación de lazos de solidaridad social que, favoreciendo la prevención de conductas ilícitas, incrementen la calidad de vida de los ciudadanos y sus resultados sólo podrían darse en el mediano y largo plazo (Martínez Bastida, 2007, p. 91).

VII. ¿Es posible reducir la delincuencia?

¿Es posible reducir la delincuencia? La respuesta es clara y contundente SI, por supuesto que si ¿Entonces porque no se reduce? La respuesta a esta pregunta es igual de contundente: porque no vamos por buen camino.

Continuamente estamos escuchando en la televisión como los políticos se enorgullecen de haber bajado un 2% la delincuencia aplicando un programa absolutamente represivo, se han destinado millones y millones para endurecer unas medidas que de base no son efectivas.

Por ejemplo, en el plan de prevención de la delincuencia se establece como medida a los delincuentes reincidentes un aumento de la pena; vamos a ver, si vemos que la prisión no es efectiva para ese delincuente ¿por qué no utilizamos otras técnicas con él en vez de únicamente utilizar medidas represivas? La respuesta es dura pero fácil de dar: porque la mayoría de los planes que elaboran los gobiernos responden a un plan electoralista, ¿Por qué sino, habiendo numerosos estudios en cuanto a la ineficacia de las medidas represivas, cuando no van acompañadas de otra forma de intervención no hay nadie de ningún partido que se muestre en contra de éste plan de prevención? Porque no conviene, porque a la sociedad solo se le oye cuando pide que el delincuente este fuera de circulación el más tiempo posible. Pero la culpa no se la vamos a echar a la gente que desconoce que es lo que hay que hacer, sino a los que aun sabiendo lo que se debería de hacer no lo hacen por ganar unos votos más.

Conclusiones

Estudio multifactorial de las causas de la criminalidad, más inversión en la prevención social del delito, aumentar la capacidad de personal e infraestructura penitenciaria para un correcto diagnóstico, disminuir las penalidades de acuerdo a las características del delito y de la personalidad, tratamiento penitenciario, reinserción social, y mayor uso de los métodos alternos de solución de controversias.

Al Triunfo De La Verdad y Al Progreso Del Género Humano

Bibliografía

Aliosha Martínez, Oruña (2007). “Preguntas y respuestas sobre la Masonería. Recopilación de preguntas y respuestas acerca de la Institución Masónica para cualquier interesado en conocer sobre los masones y la masonería”. Cuba: Gran Logia de Cuba.

Goldstein, Touvia (1998). La Francmasoneria. Preguntas y respuestas. Israel: Edición virtual.

Hikal, Wael (2010). “Prevención social del delito”. Conferencia pronunciada en el Instituto MATATIPAC, fecha: 11 de noviembre. México.

_______ (2009). Introducción al estudio de la Criminología y a su Metodología. México: Porrúa.

Hurtado, Amando (2005). Nosotros, los Masones. España: Edaf.

Martínez Bastida, Eduardo (2007). Política Criminológica. México: Porrúa.

Microsoft Corporation (2009). Microsoft Encarta. México: Microsoft Corporation.

Najenson, José Luis (s.f.). “El símbolo perdido. Comentario al libro de Dan Brown”. Israel: Gran Logia de Israel.

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2007). Recopilación de reglas y normas de las Naciones Unidas en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal. Viena/EUA: Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Paliza, Juan L. (s.f.). “Lo que no debe ignorar el aprendiz masón”. Chile: Biblioteca Masónica Fraternidad.

Portillo López, José Valdemar (1987). Mi paso por la Gran Logia de Tamaulipas y por la Confederación de Grandes Logias regulares de los Estados Unidos Mexicanos. México: José Valdemar Portillo López.

_______ (2006). “33 ensayos msónicos”. México: José Valdemar Portillo López.

_______ (2010). “La grandeza de la Masoneria”. México: José Valdemar Portillo López.

Reynoso Davila, Roberto (2004). Nociones de Criminología e Historia del Derecho Penal. México: Cárdenas Editor y Distribuidor.

Secretaría de Marina (2009). Manual de Derechos Humanos para el personal de la Armada de México. Dirección en Internet: www.semar.gob.mx/derechoshum.pdf, México: Secretaría de Marina.

Currículo masónico del autor

Aprendiz Masón iniciado el 05 de octubre del 2010 en la R:.L:.S:. Unificación #35 a cargo del V:.M:.Q:.H:. Armín Contreras Mendoza.

Currículo profano del autor

Maestría en Trabajo Social y Licenciatura en Criminología por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Director de la revista Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada. Miembro de la Sociedad Americana de Criminología.