La escuadra es un ángulo recto. Está destinada a "escuadrar" la piedra, tras haber sido trabajada por el mazo y el cincel. Recordemos que, en latín, la escuadra se llamaba "norma", implicando la idea de orden o de "encuadre" que hace posible la coordinación. Analógicamente, la Escuadra simbólica masónica evoca la necesidad permanente de ordenar y rectificar el pensamiento. El compas permite trasladar las medidas de un plano a otro, recreando los conceptos mediante analogías sucesivas. Los símbolos contienen haces de analogías susceptibles de análisis con arreglo a una diversidad de claves.
El Presidente Chirac pronunció el pasado 17 de diciembre de 2003 un elocuente discurso sobre la laicidad, del que deseo entresacar algunos fragmentos:
"El debate sobre el principio de laicidad retumba en lo más hondo de nuestras conciencias. Mucho tiene que ver con la cohesión nacional, con nuestra aptitud para vivir juntos y con nuestra capacidad para comulgar en lo más esencial.
La laicidad garantiza la libertad de conciencia. Protege la libertad de creer o de no creer. Garantiza a cada uno la posibilidad de expresar y practicar su fe de forma tranquila, libre y sin la amenaza de imposición de otras convicciones u otros credos. Con ella, la República y sus instituciones protegen a hombres y mujeres venidos de todos los rincones delmundo, de todas las culturas, en la práctica de sus credos. La República, abierta y generosa, es el lugar privilegiado del encuentro y del intercambio, donde todos se encuentran para aportar lo mejor a la comunidad nacional. Es la neutralidad del espacio público la que permite a diferentes religiones coexistir en armonía.
No se puede tolerar que, bajo el paraguas de la libertad religiosa, se cuestionen las leyes y principios esenciales. La laicidad es una de nuestras grandes conquistas. Es un elemento crucial de la paz social y de la cohesión. No podemos dejar que se debilite. Debemos trabajar para consolidarla".
En 1986 la UNESCO organizó un trsacendental simposio bajo el título genérico de "La ciencia y las fronteras del conocimiento", que reunió a eminentes científicos de todo el mundo, algunos de ellos premios Nobel. Se trataba de analizar la situación de la ciencia en el momento actual y dio como fruto la conocida como "Declaración de Venecia", un documento de importancia capital, especialmente para las ciencias sociales.